El sonido del despertador resonaba en la habitación de Alex, marcando el inicio de un día que prometía ser complicado. Aún medio dormido, se estiró en la cama y, al abrir los ojos, se encontró con el rayo de sol que se filtraba por la ventana. La luz le recordó que era otro día sin Luna, aunque la distancia y el tiempo se habían vuelto su única compañía. Se sentó en la cama, sintiendo la pesadez de la noche anterior, recordando la charla profunda que había tenido con Julen y el brillo de su sonrisa.
Después de unos minutos, Alex se levantó y se preparó para el día. Se duchó, dejando que el agua tibia relajara sus músculos, mientras pensaba en cómo su relación con Luna había ido cambiando. Desde que se mudaron a la isla, las cosas habían sido diferentes. La conexión que una vez tuvieron parecía desvanecerse lentamente, como un eco distante en su mente.
Tras vestirse, decidió que lo mejor era distraerse un poco. Se preparó un café y se sentó en la mesa de la cocina, el corazón aún agitado por la incertidumbre. Su padre, siempre tan ocupado, estaba en el trabajo, por lo que pudo disfrutar de un momento de paz, aunque esa paz era solo temporal. En el fondo de su mente, sabía que la conversación con su padre sería inevitable. Desde que regresaron a la isla, había una tensión palpable entre ellos, una especie de barrera invisible que parecía separarlos.
Mientras tomaba su café, su móvil vibró sobre la mesa. Era un mensaje de Luna. Con el corazón acelerado, abrió el mensaje, esperando que fueran palabras de aliento, quizás un recordatorio de que todo iba a estar bien. Pero el mensaje era corto y frío: "Alex, creo que deberíamos hablar. La distancia está afectando nuestra relación. No creo que esto funcione. Lo siento."
El mundo de Alex se detuvo. Las palabras resonaron en su mente, como un eco ensordecedor. Se quedó paralizado, sintiendo que la realidad se desmoronaba a su alrededor. Después de cinco años juntos, Luna había decidido que ya no podían seguir adelante. Las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos, mientras un profundo vacío se instalaba en su pecho. Se sentía atrapado entre la tristeza y la impotencia.
Sin pensar, Alex salió de la casa, dejando el café medio tomado sobre la mesa. Necesitaba aire. Caminó sin rumbo por las calles, sintiendo el calor del sol en su piel, pero sin poder disfrutarlo. Todo le recordaba a Luna: las risas compartidas, los momentos felices y, sobre todo, la promesa de un futuro juntos. Ahora, todo eso se había desvanecido.
Después de un rato de deambular, decidió que necesitaba hablar con alguien. Su mente automáticamente pensó en Julen. Era extraño, pero en tan poco tiempo, se había convertido en una especie de confidente para él. Decidido, tomó su móvil y le envió un mensaje a Julen, pidiéndole que se encontraran.
Mientras esperaba una respuesta, Alex se sentó en una de las tumbonas de su patio. En ese momento, su padre apareció, como si lo estuviera buscando. Se acercó, con una mirada preocupada. "¿Alex? ¿Estás bien?", preguntó, notando la expresión sombría en el rostro de su hijo.
"No... no estoy bien, papá", respondió Alex, sintiéndose más vulnerable que nunca. Su padre se sentó a su lado, la preocupación aumentando en sus ojos.
"¿Qué pasa? ¿Es sobre Julen?" Su padre intentaba sacar información, pero Alex solo movió la cabeza, sin poder articular las palabras. Necesitaba un poco de espacio.
Afortunadamente, su móvil vibró de nuevo. Era un mensaje de Julen: "Estoy en la puerta de tu casa, ¿quieres salir a dar una vuelta?" Alex se sintió aliviado. Al menos no estaría solo en ese momento. "Sí, claro", respondió rápidamente.
Cuando salió, vio a Julen apoyado en su moto, con una sonrisa que iluminaba su rostro. "¡Vamos! Te llevaré a un lugar especial", dijo Julen con entusiasmo. Alex se subió a la moto y, a pesar de su estado emocional, no pudo evitar sentirse emocionado por la velocidad y la libertad que le ofrecía la moto.
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Latidos Prohibidos
RomanceAlgunos secretos están destinados a nunca ser revelados... y otros, simplemente, son imposibles de ocultar. Alex lo tiene todo: una vida cómoda, un futuro asegurado en los negocios de su familia y una novia que encarna la perfección. Pero, detrás de...