Capítulo 23: La Carrera y el Encuentro Prohibido

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El ambiente vibraba de emoción y adrenalina en la playa. Los jóvenes se reunían para presenciar la carrera más esperada del verano. El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, pintando el cielo con tonos anaranjados y morados que anunciaban la llegada de la noche. Alex se sentía nervioso, no solo por la carrera, sino por lo que estaba a punto de enfrentar: su relación con Julen, y todo lo que eso implicaba.

La Decisión de Alex

Miró a su alrededor, sintiendo la presión del momento. Leo, a su lado, tenía una sonrisa alentadora, pero su mente estaba divida entre la competencia y sus sentimientos encontrados. La amistad que había cultivado con Leo en los últimos días lo había hecho sentir más vivo, pero las memorias de su conexión con Julen eran imposibles de ignorar. La tensión en el aire era palpable, y Alex sabía que no podía evitar el enfrentamiento.

Finalmente, con una respiración profunda y el corazón latiendo con fuerza, dijo: "Está bien, aceptaré el reto". Su voz era firme, aunque sus manos temblaban levemente. Era un paso hacia adelante, una manera de cerrar viejas heridas y, quizás, abrir nuevas.

La Carrera Comienza

Los motores rugieron al unísono, llenando el aire con un sonido estruendoso. La multitud se agrupó, expectante, mientras ambos corredores se alineaban en la línea de partida. La adrenalina burbujeaba dentro de Alex, y una mezcla de emoción y miedo lo invadía. Cuando el silbato sonó, ambos aceleraron, dejando una nube de polvo a su paso, cada uno decidido a demostrar su valía.

La carrera avanzaba rápido y feroz. Alex se esforzaba por mantener el ritmo de Julen, sintiendo la libertad del viento en su rostro y el rugido de la moto bajo él. Las curvas y rectas se sucedían, y todo lo demás se desvanecía. Pero, de repente, en un punto apartado de la pista, Julen comenzó a hacer luces con su moto.

Confundido, Alex miró hacia atrás. Julen le estaba haciendo señales para que se detuviera. Con el corazón latiendo con fuerza y un nudo en el estómago, Alex desaceleró, siguiendo a Julen hasta un lugar apartado de la vista de la multitud. Cuando ambos se detuvieron, el ruido del motor se apagó y el silencio se hizo presente.

Alex bajó de la moto, sintiendo que la tensión en el aire había cambiado. Julen se acercó rápidamente, su mirada intensa y decidida. Antes de que Alex pudiera decir algo, Julen se acercó y lo besó apasionadamente, atrapándolo entre sus brazos y apretándolo contra él. El beso fue feroz, lleno de deseo, frustración y necesidad. Alex se quedó en shock, pero algo dentro de él despertó, y comenzó a corresponder, olvidándose de todo lo que había planeado.

Julen se apartó un momento, respirando con dificultad. "Olvídate de Leo", dijo con voz temblorosa. "Cada vez que te veo con él, me muero de rabia. No puedo soportar la idea de perderte".

Las palabras de Julen golpearon a Alex con fuerza. La conexión entre ellos era innegable, y aunque sabía que había algo prohibido en lo que estaban haciendo, no podía negar lo que sentía. Era una lucha interna, pero el deseo lo estaba consumiendo. La adrenalina de la carrera y el beso ardiente encendían algo en su interior que no podía resistir.

"Yo... no sé qué hacer", murmuró Alex, sintiendo que su corazón se aceleraba. "Esto no debería estar pasando".

A pesar de sus dudas, Alex tomó una decisión. "Vamos a terminar la carrera", dijo con voz firme, tratando de recuperar el control. "Déjame ganar, y luego podemos seguir con la fiesta". Julen sonrió, comprendiendo que había más en juego que solo la competencia.

Regresaron a sus motos, y aunque la tensión era palpable, ambos sabían que había una nueva conexión entre ellos. Se montaron nuevamente, listos para la segunda parte de la carrera. Esta vez, Alex tenía un propósito: ganar no solo por la competencia, sino por la conexión que había resurgido entre ellos.

La carrera fue más rápida y emocionante que nunca. Alex se concentró, sintiendo que todo a su alrededor se desvanecía mientras aceleraba. En ese momento, no pensaba en nada más que en la adrenalina que recorría su cuerpo y el impulso de ganar.

Finalmente, cruzaron la línea de meta, y fue Alex quien llegó primero. La multitud estalló en vítores y aplausos, celebrando su victoria. Julen se acercó, con una sonrisa de orgullo en su rostro, y lo abrazó con fuerza, ambos riendo y disfrutando de la euforia del momento.

La Celebración y el Conflicto

Mientras la multitud celebraba, Alex sintió que había un cambio en el aire. Aunque había tensión entre él y Julen, también había una chispa de esperanza. Mientras las luces comenzaban a brillar y la música se alzaba, Alex miró a Julen a los ojos, sintiendo que había algo más en su relación.

"Esto no se acaba aquí", dijo Alex, consciente de que había mucho más que explorar entre ellos. La fiesta continuaba, pero el verdadero desafío estaba por delante. ¿Podrían superar las barreras que los separaban?

Julen sonrió, dispuesto a seguir adelante con la conexión que habían renovado. Mientras se perdían en la multitud, ambos sabían que el verano aún tenía muchas sorpresas reservadas para ellos.

Latidos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora