19. -1.583, -1.666, -1.750

94 11 7
                                    

-1.583, -1.666, -1.750

Julio

tick tock


Con cinco de las nueve habitaciones del ala de invitados desmanteladas, la totalidad del nivel principal, julio comenzó con un viaje subterráneo, al pequeño nivel inferior que contenía las bodegas de invitados. Cuando Draco le contó a Hermione el número de habitaciones del vestíbulo, había incluido la bodega como una sola entidad. Cuando sus zapatos resonaron en las escaleras de piedra al pisar el rellano, se hizo evidente que tal vez había subestimado el tamaño del espacio.

Podía sentir la frustración de Hermione en el suspiro de fastidio que soltó, mirando a través de las paredes de cristal que cubrían la fachada del sótano. Narcissa había estado tan orgullosa de la preciosa y moderna renovación que habían hecho. Ahora, parecía fuera de lugar: cristal transparente, botelleros vacíos y ningún indicio de si dentro se escondía o no algo nefasto.

Al menos Draco podría ver a Hermione mientras trabajaba.

No habían llegado a un punto en el que él volviera a participar, pero eso no impedía que la preocupación por su seguridad se lo tragara entero ahora que había admitido que estaba enamorado de la bruja.

Quererla era un inconveniente.

Para utilizar la terminología de Hermione, habían vuelto a una especie de Guerra Fría: ninguno de los dos estaba seguro de cómo proceder sin desencadenar una reacción en cadena incontrolable. El otro día ella intentó explicarle algo llamado destrucción mutua asegurada, pero Draco perdió la concentración, pensando en lo suaves que eran sus rizos y en las ganas que tenía de volver a tocarlos.

Pero podía esperar, esperaría, hasta que ella resolviera lo que fuera que la asustaba tanto de intentar algo con él. En su lugar, le presentó pequeñas ofrendas.

—Se lo diré, si quieres, —dijo él mientras ella empezaba a desmontar las protecciones que mantenían sellada la puerta del sótano.

Hizo una pausa, pero no se volvió.

—¿Decirle a quién, qué?

Se rio entre dientes y vio cómo ella apretaba con fuerza la varita y la tensión le subía desde la muñeca hasta los hombros, pasando por el brazo.

—Como si no hubieras considerado ya todas las posibles variantes de lo que quería decir, —dijo—. Solo te lo hago saber. Si ese es el precio, para que te quedes tranquila de que esto vale algo para mí. Le diré a mis padres que tenemos una relación.

Vio la débil imagen de su silueta reflejada en la puerta de cristal del sótano. Observó su rostro, sin saber si se daba cuenta de que el reflejo la dejaba al descubierto.

—¿Lo harías?

—Ahora no, por supuesto. Ya que no estamos en una relación, en la actualidad. Pero si alguna vez lo estuviéramos... —Mantuvo su tono ligero, tan poco acusador como pudo. Quería aportar ligereza.

Ella se giró y lo miró con los ojos muy abiertos. Tal vez esperaba que se enfadara, o que se entristeciera, o que la mirara como lo había hecho durante todo el mes de junio, cuando solo podía pensar en lo mucho que le había hecho daño. Cuando no lo encontró, porque en realidad él solo había querido decir que era un tecnicismo pasajero, tal vez un sutil recordatorio de lo que le gustaría que fueran, se ablandó.

—Y lo siento, —añadió, sabiendo que tenía que decirlo. Si lo decía en serio, tenía que decirlo, especialmente a ella—. Lo cual puede o no ser suficiente, pero lo siento. No debería haberte excluido, no debería haberte atacado. Se me ha ocurrido que mi percepción de que no te afectaba en absoluto podría haber sido simplemente tu eterna profesionalidad en el trabajo.

Beginning and End - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora