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Abril

tick tock


En la opinión profesional de Draco, la tercera habitación que abordaron en el ala de invitados acabó siendo un auténtico coñazo. Tardaron casi un día entero en abrir la puerta, y Hermione no aceptó de buen grado la sugerencia de Draco de que tal vez si llamaban a Theo, él podría ayudarles.

No estaba seguro de si los límites profesionales o el orgullo personal la mantenían insistiendo en que las habilidades de Theo no serían necesarias. Draco consideró un éxito haber conseguido que admitiera que sí, que Theo probablemente podría encargarse de las protecciones si necesitaban llamarlo. Lo cual no era el caso, según ella.

Draco pasó la mayor parte del tiempo sin conseguir crear un Patronus mientras esperaba a que ella rompiera las protecciones de la puerta. Había sido dolorosamente, vergonzosamente optimista al pensar que los recuerdos de su boca sobre él, abrasando el pensamiento racional de su cerebro, serían más que suficientes para conjurar un Patronus corpóreo.

Consiguió un penoso hilo de luz blanca, que duró lo que tardó su frustración en consumirle de nuevo, apagando sus pensamientos felices. Cuando Hermione le preguntó si estaba probando un nuevo recuerdo, la vergüenza le impidió admitir que lo había hecho, y que tenía que ver con la cacofonía de hermosos ruidos que ella hacía cuando se corría.

Durante dos semanas, se había alimentado del recuerdo de la noche que pasaron juntos después de ver una película: un aperitivo en el sofá, un plato principal en su cama. Habían pasado horas enredados antes de que ella se apartara a regañadientes, con una preciosa sonrisa de satisfacción en la cara, le diera un beso de despedida y volviera a su casa. Desde entonces y hasta ahora, le había robado momentos preciosos cuando podía, pero habían pasado la mayor parte del tiempo en una frustrante relación profesional.

No tenía intención de sabotear sus posibilidades de seguir intimando con ella admitiendo la frecuencia con la que pensaba en su boca, incluso con el propósito de lanzar un Patronus, mientras ella hacía su trabajo.

—Pareces frustrado, —dijo ella, dándole la espalda.

Obviamente. Otro intento de Patronus se había esfumado y había muerto en un decepcionante espectáculo de tenue luz blanca.

—Tú también, —espetó: con más mala leche de la debida.

Oyó el chasquido de la manilla de una puerta al girar y rozar la chapa de la cerradura.

—Ya no, —dijo. El triunfo se apoderó de su postura: de ligeramente encorvada y tensa a erguida y suelta. Pero la puerta solo representaba el primer paso de muchos.

Cuando él se acercó a ella, dispuesto a entrar en la habitación a su lado, ella le miró arqueando una ceja.

—No te atrevas a decir nada sobre cómo Theo podría haberlo hecho más rápido.

Sonrió con suficiencia.

—Ni lo sueñes. Solo pretendía felicitarte por tu brillantez. Excelente trabajo. —Se agachó y le besó la mejilla a pesar de que ella puso los ojos en blanco y soltó una risita incrédula.

Se detuvieron en el umbral.

—Está vacía, —dijo Draco, mirando fijamente una habitación desprovista de muebles. La inquietud le erizó la piel, deslizándose bajo ella.

A Hermione no le pareció tan alarmante el vacío que los recibió.

—Considerando cuántas habitaciones hay aquí, sinceramente me sorprende que esta sea la primera que está vacía. ¿Cuántos dormitorios y salas de estar puede tener una casa?

Beginning and End - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora