· T r e i n t a & S i e t e ·

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—¡Has estado fantástica! Esa actuación... Uff, deberías tener el protagónico.

Dedico una sonrisa a Lucy, que ha venido a ver el ensayo general de la obra, ahora que ya estamos todos prácticamente listos.

—Emma lo hace genial, y yo llegué tarde —explico mientras sacudo la cabeza—. Pero muchas gracias.

Estamos en un lateral de los asientos de primera fila, mientras los protagonistas llegan a la parte final de la obra. Todavía queda ultimar algunos detalles de vestuario, pero vamos muy bien de tiempo.

—Te prometo no perderme el estreno —me asegura—. ¿Vendrá tu padre?

Me encojo de hombros, aunque imagino la respuesta. Ni siquiera le he hablado de la obra. Prefiero cambiar de tema.

—Por cierto, quería hablar contigo. Voy a salir con Helen esta semana. Vamos a ir al cine, y quizás de compras o a cenar. Sé que no tenéis la mejor relación, pero, ¿por qué no te vienes?

La expresión de Lucy decae en seguida. Mira hacia el escenario, aunque Helen no está ahí. Se encuentra entre bambalinas y hasta que no termine la obra, no saldrá.

—¿Vas a salir con ella? —Repite—. ¿Por qué?

Porque es mi amiga.

La frase está en la punta de mi lengua, pero me la muerdo antes de decirla. No soy estúpida. Puedo ver que algo le ha molestado a Lucy, pero no entiendo el qué.

—Lo propuso el otro día, y me pareció bien.

Mejor no cuento lo mucho que me costó conseguir el permiso. Al final Daniel se puso de mi lado y convenció a Braxton para que cediese, aunque la condición es que llevase tanto a Asher como a Oliver contigo. Todavía me sorprende que Helen estuviese de acuerdo, porque para ella llevamos a mi novio y a mi guardaespaldas. A una supuesta salida de chicas.

Me he planteado contarle la verdad de quién es Oliver. Aunque eso también signifique contarle la otra verdad: que no solo es mi guardaespaldas, también es... ¿mi novio?

Lucy mira hacia el suelo con repentina expresión de tristeza.

—Oh. Lo entiendo.

—¿Entonces no quieres venir?

Duda.

—Yo... No sé si deba decírtelo.

Tomo su mano y por fin vuelve a mirarme a los ojos.

—Sé que antes erais amigas. No sé que pasó, pero tal vez esta sea la oportunidad de volver a intentarlo.

Lucy aparta la mano y la mirada de nuevo. Sus ojos se clavan unos segundos en el suelo, y por fin dice:

—Helen dejó de hablarme porque mi familia se volvió pobre, eso fue lo que pasó.

Me quedo congelada. Miro hacia el escenario, donde el momento final de la obra está reproduciéndose, y asimilo sus palabras.

No puedo imaginarme a Helen haciendo algo así.

Lucy vuelve a agarrar mi mano y toma aire antes de seguir.

—No quería decírtelo porque es algo privado, y porque no quería darte pena. Pero se alejó justo cuando sucedió todo. Por eso me enfada tanto escuchar cosas sobre la gente que no es rica, como dijo Ben esta mañana. Por eso no puedo estar en la misma habitación que ella. Yo...

No sé que pensar, pero cuando ella no encuentra las palabras para seguir, susurro:

—Lo siento mucho, Lucy. No lo sabía.

Seamos Un Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora