· T r e i n t a & O c h o ·

2.5K 342 107
                                    


Novalee Soctt-Torres ha subido una nueva foto. "De compras en el mall, ¿será el top azul nueva tendencia?".


Miro la página en la red social mientras parpadeo con incredulidad. Obviamente yo no fui, pero es que a estas alturas nadie sabe quien fue, ni tampoco cómo pararle los pies. Hay alguien por ahí suplantando mi identidad, y parece imposible cerrar la cuenta.

Pensé que lo de la página se acabaría, sería cosa de un día, pero ahí sigue. Solo que ahora me ha dado una pista, o eso creo: la persona que está detrás, me conoce. Ha puesto Torres como segundo apellido, algo hasta ahora no había hecho.

Me he pasado los últimos meses defendiendo que Torres es mi apellido. Podría ser cualquiera.

Y me da miedo pensarlo.

¿Y si no es una tontería? ¿Y si realmente hay alguien ahí fuera obsesionado conmigo? ¿Hasta dónde sería capaz de llegar?

Por no mencionar que la foto que aparece es del centro comercial. El ángulo es bastante bueno, e incluso podría parecer que estoy posando para subirla. Quien la sacó, pudo acercarse a mí bastante, apuntarme con la cámara y no levantar sospechas. O es muy buena con la cámara, o...

—Novalee, ¿puedo pasar?

Reconozco la voz de mi padre.

Termino de meter la camisa del uniforme por dentro de la falda y me vuelvo hacia la puerta para gritar:

—¡Adelante!

Entra mientras me pongo los zapatos.

—Ya estás lista para la escuela —observa.

—Sí, no quiero hacer esperar a mi nuevo guardaespaldas.

Braxton aprieta los labios y parece tomarse unos segundos para sopesar sus próximas palabras, así que yo misma soy la que insisto:

—¿Querías algo?

Trato de no sonar muy brusca, pero creo que no lo consigo. Me coloco la chaqueta y me cruzo de brazos con un suspiro.

—Daniel ha contratado un estilista para la premier del sábado —me explica—. Hay que concertar una cita.

—¿Y eso no podía decírmelo Daniel?

La pregunta sarcástica sale de mis labios antes de que pueda frenarla. Maldición. No quería decirlo en alto, pero se me hace sencillamente extraño que quiera hablar conmigo para comunicarme algo tan trivial, cuando últimamente parece que vuelva a no querer saber nada de mí.

Ah, espera. Este asunto, la premier, sí es importante para él. Por eso me habla.

Siento el enfado calentarme el rostro, pero esta vez es mi turno de apretar los labios, a ver si consigo calmarme.

—¿Te viene bien esta tarde después de la escuela? —Contesta en su lugar—. El estilista no tiene muchos huecos, es de los más reconocidos de Hollywood.

Spoiler: no me calmo.

—¿En serio es eso todo lo que tienes que decirme? —Le recrimino mientras descruzo los brazos y aprieto los puños.

Mi tono, esta vez, sí le desconcierta.

—¿Disculpa? —Pregunta entre enfadado y sorprendido.

—Llevas prácticamente una semana sin hablarme. Ni siquiera te has dignado a acercarte a decirme que tenía nuevo guardaespaldas.

—Le encargué a Fleur que te lo dijera. Pensé que os llevabais bien.

—Y lo hacemos, pero ella no es mi padre.

Seamos Un Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora