4

1.1K 63 7
                                    

Narra Cristián

Sebastian me dejo en mi casa como lo acordado, el es una persona muy tierna, amable y todo lo contrario a su padre. En realidad me parece lindo... espera Cristián ¿Lindo? No, no, no, esto no me puede estar pasando a mi, aunque jamás he tenido novias y me atrae Sebastian. Estoy muy confundido.

—Hola Ma, ya llegue! — corrí a mi habitación.

— Cristián ¿Por qué llegas tarde?

—No creeras lo que pasó hoy Ma! —le grite desde mi habitación.

Tome una ducha y luego me puse la pijama, ya eran como las 7:30pm luego baje a cenar con mi Mamá y me imaginaba cada segundo a Sebastian cenando con sus padres en su gran casa.

—Te noto distraído Cristián, ¿Que fue lo que te sucedió en el colegio?, ¿te fue bien el primer día?

—Si Ma, a que no te imaginas a quien conocí en ese colegio - expreso en tono de pregunta.

—¿A quién? — pregunto mi Mamá sorprendída.

—Al hijo de los dueños de Chocolates de la Hoz y al mismísimo dueño de la fábrica.

—¿Qué?, ¿Y como es esa gente? Hijo, deberas aprovechar esa beca que te dieron para estudiar ahí.

— Bueno Ma, ellos viven rodeados de lujos, con decirte que su hijo me invito a la fabrica y hasta chofer tiene. Y probe un chocolate nuevo. Que aún no esta en el mercado y te juro que sabe mejor que todos los que han sacado Ma.

— ¿Como se llama el hijo de los dueños de la fábrica?

— Se llama Sebastian, y es la persona mas amable que he conocido hasta ahora Ma. Bueno yo me voy a dormir mañana tengo que ir al colegio. Buenas noches Mami — le da un beso en la mejilla.

Llego a mi habitación satisfecho de haberle contado todo a mi Mamá y preguntándome; ¿será que me gusta Sebas? O ¿Sera solo una confusión? Ay ya Cristián, él hasta podría tener novia yo que estoy confundido.

Me acuesto en mi cama y sigo pensando en él.

—¿Y si lo llamo? No mejor no, igual estaría ocupado.

6:40am

¡Oh rayos! Que tarde me he despertado para ir al colegio mi alarma no sonó. Tengo que apresurarme. Tome una ducha rapidísima e hice mis necesidades, baje rápido tome un sorbo de leche, una tostada y, tomé una manzana. Con esto aguantare hasta el almuerzo.

— Chao Ma, nos vemos más tarde.

— Cuidate hijo, te quiero.

— Y yo a ti — lo dije cerrando la puerta.

Estoy llegando al colegio y veo a Sebastian bajando de su auto, es tan hermoso — pensé — Al bajar del bus le grité.

— ¡Sebastian! ¿Como estas? — le estire la mano en forma de saludo — Oye ¿Que te ocurre? ¿Por qué lloras?

— Hola Cris — me abrazó y me murmuró; sacame de aquí.

— ¿A donde quieres ir? — me partió el alma verlo así.

— A donde sea, quiero escapar de aquí, por favor.

— Lo tome de la mano y fuimos a un parque que quedaba cerca del colegio.

—Ahora me puedes decir ¿Qué te ocurre? — le pregunté mientras nos sentábamos.

—¿Recuerdas que mi Papá quedó en cenar juntos ayer?

—Si, claro que lo recuerdo.

—Púes no llegaron, siempre me hacen eso. Tengo que pedirles a mis padres una cita para verlos y eso me enoja y me entristece muchísimo, muchas personas piensan que por tener una buena posición somos felices, pero no es así ¡No! — hablaba con sus lagrimas en los ojos.

—Hey, tranquilo aquí estoy yo para ti. Quizá tus padres estaban muy ocupado y por eso no llegaron a tiempo a la cena. Ahora inhala y exhala conmigo, no puedes dejar que las chicas te vean así — lo abracé y le sonreí.

Ya con Sebas mas calmado le dije que teníamos clases y el decidió venirse conmigo no quería quedarse sólo en el parque. Me sentí afortunado por abrazarlo, sentirlo entre mis brazos y apoyarlo en ese mal momento que pasó con sus Padres. Creo que me estoy enamorando sólo.

— Cristian estoy mejor, gracias por estar conmigo y sólo por esta bobería.

— Tranquilo, para eso estamos Sebastian. — lo abracé.

— Creo que se nos hace tarde para ir a clases Cristian, deberíamos apresurarnos —lo con dijo con una sonrisa.

— Si eso te iba a decir vamos, rápido — Salimos al colegió.

Llegamos a la puerta del salón y por suerte el profesor de química no había llegado nos sentamos y a unos minutos llego el profesor a hablar disparates de la ciencia. Sentía que la hora se hacía eterna y lo único que hacia era pensar en Sebastian mientras el observaba la clase.

Un amor casi imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora