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Narra Sebastián

Rabia, impotencia, tristeza, culpa, miedo eran las cosas que sentía, y todo por una estupidez... o al menos yo creo que es así, aún seguía enojado, estaba cansado de todo, de que me discriminaran por no ser iguales a ellos. Las personas deberían cambiar su forma de ser. Que no les importe si un hombre le gusta otro hombre o que a otra mujer le guste una mujer, estamos pleno siglo 21 y las personas siguen con esa mente tan cerrada y tonta, esa manera de pensar por lo que "la biblia dice" yo creo en Dios y todo pero no todo tiene que ser perfecto.

Habían pasado como 3 horas desde lo ocurrido con Cristian y reflexioné y sé que lo que hice no estuvo bien, decidí ir a la casa de mi novio para pedirle disculpas por lo inmaduro que fui, me aliste lo más rápido que pude y salí para allá.

Llegue a su casa y toque la puerta por un momento pensé que no estaba.

- Cristian - dije mientras el abrió la puerta.

- Hola Sebastián - respondió muy serio -

- Discúlpame por lo que paso hoy Cristian, sé que no debí actuar así, pero me siento cansado de todas las cosas que las personas nos dicen y - no termine de decir la frase y el me interrumpió.

- Cállate y bésame - me tomo de la nuca y nuestros labios iban al ritmo de compás.

- Eres todo para mí - dije jadeando.

- Te amo, y estoy profundamente enamorado de ti, y no me importa la gente solo somos tú y yo - pude sentir su erección.

En ese momento estábamos en su habitación, Cristian lentamente me quito la camisa y yo besaba su cuello lentamente, el comenzó a besarme con pasión. Sin darnos cuentas estábamos desnudos y sentíamos mucho placer.

- ¿Y si me duele? - pregunte -

- ¿Confías en mí? - dijo el abriendo un preservativo.

- Completamente - deje soltar un gemido.

- Entonces nada pasara - dijo el tomándome de los brazos y besándome con intensidad.

Sus van y vienen eran lentos al principio y luego el movimiento fue acelerado pero placentero, amaba como lo hacía, fue un momento de mucho placer hasta que de pronto.

- Cristian ya llegue ¿estás en casa? - pregunto su Mamá - tengo buenas noticias hijo.

Inmediatamente Cristian y yo empezamos a ponernos ropa con desesperación ya que todo estaba hecho un desastre por lo ocurrido.

- Si Ma estoy con Sebas ya bajamos - grito el desde su habitación podía notar que todavía tenía su erección.

- Jajaja deberías antes calmar a tu amiguito - le deje un beso en sus hermosos labios.

- Te amo tonto, pero esto no quedara así - dijo pasándome mi camisa de Armani.

Bajamos hasta la cocina donde estaba su Mamá, yo estaba algo despeinado y sudado pero no se dio cuenta de ese pequeño detalle.

- No sabía que estabas aquí Sebastián - dijo mi suegra dándome un beso en la mejilla.

- Fue algo inesperado - mordí mi labio mientras veía a Cristian.

- ¿Que me ibas a decir Ma? - dijo el tomando jugo de naranja y dándome otro vaso a mí.

- Bueno hijo, estoy de acuerdo con Sebastián y su familia para que te vayas a Canadá. Es una excelente oportunidad de estudios y sé que con Sebastián estarás muy bien acompañado, aunque yo este aquí solita - dijo mi suegra tomando a Cris de las manos y dejando escapar una lagrima con una sonrisa.

- Gracias Mamá eres la mejor -dijo Cristian abrazándola.

- De verdad muchas gracias, vera que Cris estará excelente en Canadá - dije completamente feliz.

Estábamos a gusto hablando del viaje cuando de pronto recibo un Whatsapp de mi Papá.

Conversación de Whatsapp

Papa:

Te necesito con urgencia en la fábrica Sebastián.

Yo:

Enseguida voy Papá.

- Bueno Cristian me tengo que ir mi Papa me necesita - dije poniendo mi teléfono en el bolsillo.

- Tranquilo amor, hablamos más tarde - dijo acompañándome hacia la salida.

- Te amo inmensamente y gracias por todo aunque no pudimos concluirlo jajaja - le deje un eso y le mordí sensualmente el labio.

- Te amo más, si quieres me escapo esta noche pasa quitar estas ganas jajaja - dijo haciendo un giño.

- Nos vemos mañana mi amor - subí al auto.

De camino me sentía tan dichoso de tener a alguien que me quiera sin importar qué y más feliz porque se iba conmigo a Canadá. Creo que esto es algo increíble, algo único, lo amo, lo amo - pensé mirando hacia la ventana - Sin darme cuenta llegamos a la fábrica y el auto se detuvo.

- Papá ¿Para qué me necesitabas?

- Mañana sale un envió de chocolates a Argentina, pero yo voy a estar muy ocupado para evaluar el envío y como vaya la producción, así que espero que puedas estar pendiente por mi Sebastián. Dijo el firmando unos papeles.

- Claro Papá, cuente con eso - dije serio.

- Por cierto hijo, ¿Por fin Cristian va contigo a Canadá? Tengo que reservar los boletos - dijo el entregándole una carpeta a su secretaria.

- Si, de hecho vengo de su casa, su Mamá me lo confirmo hoy - dije contento -

- Perfecto entonces solo queda llamar a la aerolínea y reservar los boletos, nos vemos en la casa más tarde - salió hacia algún lugar de la fábrica -

Fui a buscar unos chocolates antes de salir a mi casa, en realidad estaba cansado por todo lo que hoy había vivido, pero me sentía feliz. Pasamos esta vez por la casa de Cristian pero no iba a visitarlo si no a dejarle los chocolates los cuales tenían una nota que decía:

"Gracias por hacer lo imposible realidad, te amo."

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Un amor casi imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora