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Narra Sebastián

Era la mañana del miércoles y no recordaba que era mi cumpleaños porque esta semana la tuve full de pruebas en el instituto. Solo queda poco para terminar y estoy presionando a mis padres para que no me envíen a Canadá, he buscado escuelas aquí en mi país y a ellos le parece razonable y más si voy a estudiar administración de empresas  (cosa que no quiero pero lo hago por no separarme del amor de mi vida)

Tomé una ducha y me preparé para ir al colegio. Mis padres me felicitaron y ya habían desayunado conmigo y hasta regarlos me dieron. Creo que no está mal este cumpleaños, comparado con el otro – pensé.

Al llegar al colegio no vi a Cristián en todo el día y eso me estaba preocupando porque ni las llamadas me atendía. Pasé todas las clases pensando en la razón de su ausencia y no pude concentrarme en mis asignaturas.

Ya era hora de salir del colegio y en la entrada veo una pancarta gigante que decía;

¡FELIZ CUMPLEAÑOS SEBASTIAN DE LA HOZ!

Fui corriendo y ahí estaba él, con Rocío.

- Amor gracias por esto, te pasaste de hermoso - le di un beso y no me importo si los demás me vieron.

- Feliz cumpleaños mi niño chocolatero, te quiero demasiado y esto es sólo el principio - me dio un fuerte abrazo.

- Ostras que no me dejaras felicitar al monstruito que esta de cumpleaños ¡¡¡Venga ya!!! - dijo Rocío y se lanzó encima de mí - ella en todos mis cumpleaños me decía "Monstruito" y la verdad no sabía por qué.

- Gracias nena - le di un beso en la mejilla.

- Pero esto no es todo Sebastián - dijo Cristián con un hermosa sonrisa y saco dos boletos de avión y una rosa azul.

- Quiero que tú y yo pasemos los mejores días de nuestras vidas en este lugar - me entregó el boleto y la rosa, yo estaba emocionado, no pude contener las lágrimas de felicidad. 

- Ay, gracias por todo esto, yo no tengo palabras te quiero demasiado – me lance a darle un abrazo.

- Bueno entonces vamos al aeropuerto, podemos perder el vuelo. - dijo Cristian.  -

- Cristian pero yo tengo que ir a mi casa a buscar mis cosas - le dijo algo serio. -

- Tranquilo, ya Matías se encargó de eso - me entrego una mochila – él  dice que ahí está todo lo necesario.

- No se te escapó nada Cristián Blanco - respondí en tono de broma. 

- Pero no creas que ustedes son los únicos que se van... Oliver y yo también iremos - dijo Rocío y todos subimos al auto.

De camino al aeropuerto recibí una llamada de mi Papá.

Conversación telefónica

- Hola hijo, supongo que en este momento vas al aeropuerto. -me quedé impresionado. 
- Si Papá ¿cómo sabes?

- Rocío me dijo que irían con su familia a Almería así que no tengo que preocuparme, vas a estar muy bien - dijo relajado.
- Si bueno... - antes que dijera otra cosa me interrumpió-
- Me llamas cuando llegues hijo, estoy ocupado en la oficina  – colgó.

Fin de la conversación

- ¿Quién era Sebas? - preguntó Cristian, yo aún estaba impresionado por la forma que me lo dijo mi Papá -

- Era... era mi Papá - dije algo confundido.

- Olvidé decirte Sebas pero yo le mentí a tu Papá para que te dejara venir y le dije a mis Padres que iría a pasar estos días en la casa de playa de Cristián, y obviamente se lo creyeron - dijo Rocío.

- Estas loca Rocío, pero así te quiero - le di un abrazo y todos reímos.

Llegamos al aeropuerto y estaba Oliver esperando a Rocío cuando de pronto unas personas de la prensa de aparecieron y me persiguieron haciéndome muchas preguntas y Cristian lo que hizo fue agarrarme de un brazo y salir al baño.

- ¿Siempre tienes que vivir con eso? - me dijo Cristián con la respiración agitada -

- Si bueno, normalmente en mis cumpleaños siempre pasa algo, y la prensa nunca pierde un momento para inventar cosas sobre mí y mi familia.

- Esperemos que ellos se den por vencidos y se vayan, así podremos irnos - dijo Cristián abriendo un poco la puerta y mirando si  seguían afuera.

- No Cristián, no, ellos se van a quedar ahí. Lo que me preocupa es que mis padres o los de Rocío vean eso - dije desesperado.

- Chicos vamos a confirmar. El vuelo ya va a salir y los reporteros no los dejaran pasar a otra parte del aeropuerto - dijo Oliver entrando al baño.

Ya eran las 1:30p.m y estábamos abordando el avión para irnos a Almería, no sabía que más íbamos a hacer, sólo que iríamos a ese lugar. Estaba tan emocionado porque Cristian se lució con esta sorpresa, en serio no lo podía creer...

· · ·

Aterrizamos en el aeropuerto de Almería y nos dirigimos al hotel. Cristián Rocío y Oliver tenían todo planificado. Me imaginé que la que pagó todo esto fue Rocío porque tantas cosas lujosas Cristián como que no las podía pagar. Al llegar al hotel Cristian y yo teníamos una habitación para compartir y en ese momento fue tan caliente, o sea, iba a dormir con mi novio, con él, tenía miedo y a la vez estaba emocionado porque yo era virgen así que no sabía si él iba a quedar decepcionado de mí. Los nervios se apoderaron de todo mi cuerpo. Pero decidí olvidar el tema. Subimos a la habitación y me dijo que me cambiara porque íbamos a celebrar a la playa, yo ni sabía si Matías había hecho bien la mochila con todas las cosas necesarias pero confiaba en él. Fui al baño y me cambie en serio tenia pena con Cristián porque él me excitaba demasiado.

- ¿Estás listo? Oliver y Rocío nos esperan en la playa - dijo desde la cama.

- Si, si ya salgo amor - no me di cuenta que tenía una erección y la tenía que bajar pero sólo con agua fría.

Salí del baño y por suerte se había calmado mi amiguito.

- Estas guapísimo - dijo Cristián y me lanzo en la cama y se montó encima de mí besándome apasionadamente. 

- Tu también lo estás mi vida, pero, te recuerdo que Rocío nos espera con su novio así que no tardemos - tuve que evitar eso, en serio no estaba preparado. -

- Está bien Sebastián, vamos - dijo el apartándose de mí con un tonta sonrisa.

Me encanta este lugar amor, gracias por esta maravillosa sorpresa, te quiero, te quiero, te quiero ¡¡¡Cristián Blanco!!!! - grite mientras caminábamos por la arena de la playa.

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Un amor casi imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora