Narra Sebastián
Íbamos directo a cambiarnos para salir a la discoteca con Rocío, que de paso se sentía muy mal porque ya no estaba con Oliver. Yo estaba tan entusiasmado por la discoteca, el viaje, dejar todo y ser como "independiente". Pero ya no debía pensar en esas cosas porque solo quería relajarme con Rocío y mi novio, suena perfecto eso de... "mi novio".
Conversación telefónica
- ¿Quieres que pasemos por ti gordis?
- Claro, me voy a volver loca hoy, ya verás Sebas – bromeó.
- Espero que no te pongas tan loquis Rocio jajaja te quiero dentro de un rato pasamos por ti.
Fin de la conversación
Eran las 10:19p.m y yo estaba listo para ir a la discoteca, aunque suene muy loco, sentía que iba a pasar algo en ese lugar.
- Cristian ¿por qué no vamos a otro disco? No sé, deberíamos probar cosas nuevas - dije con una linda sonrisa.
- Amor, si es por mí no vamos ahí y ya, pero Rocío es la que ama ese lugar - dijo el con ternura.
- Bueno tienes razón, creo que debería complacer por última vez a Rocio, porque pronto no estaremos más con ella. - respondí con algo de nostalgia.
- Bebé, vamos a estar siempre en contacto con esa loca, créeme que será así - me froto la mejilla.
Pasamos por Rocío que estaba lista desde hace mucho rato pero yo seguía con eso de que "va a pasar algo" no me sentía seguro de ir pero solo por complacerla a ella me quede tranquilo.
- Tardaron demasiado creo que mejor me hubiese ido en taxi jajaja – bromeó.
- Había trafico querida - dije bromeando.
- Jajaja yo creo que caminando hubiésemos llegado más rápido amor - dijo mi novio.
Pasaron como 30 minutos y llegamos a la grandiosa discoteca, el ambiente era agradable, las luces, y el lugar poco a poco se fue llenando con muchas personas.
- Amor voy a salir a tomar un poco de aire - le dije gritando ya que la música estaba demasiado alta.
- Te espero bebé - dijo el saliendo a bailar con Rocío.
Al cabo de 10 minutos estaba adentro de la disco pero cuando entre lo que vi me dejó muy mal, era Cristian, besando a otro chico y Rocío no estaba por ningún lado.
- Esto es increíble Cristian - empuje al chico que lo besaba y le arroje encima lo que tenía en la mano - Espero que te la pases mejor con tu acompañante.
- Bebe no es lo que piensas - me tomo del hombro.
- Suéltame, no quiero verte - dije tratando de quitar su mano de mi hombro, Cristian tenía más fuerza que yo.
- PERO DEJA QUE TE EXPLIQUE - gritó Cristian.
- Tú no tienes nada que explicarme, y si ves a Rocío le dices que me fui, si eres tan amable claro, adiós Cristian. - Salí corriendo de ahí.
Todo pasó tan rápido, y apenas era media noche no me quería imaginar lo que hubiese pasado después, seguramente ese estúpido de Cristian, yo estaba devastado y no dejaba de llorar, no sabía a donde ir, hasta que llegue a una plaza, no había nadie y hacia mucho frio.
Conversación telefónica
- Matías ¿tienes el auto? - dije llorando.
- Si Sebastián, ¿estás bien? - sonó preocupado.
- No, no lo estoy, ¿puedes venir por mí? - dije tratando de hablar correctamente -
- Pero dime donde estas y enseguida voy
- No sé dónde estoy, te enviare la dirección por un mensaje, pero apresúrate, por favor Matías - mis lágrimas seguían sin parar -
En seguida le envié la dirección gracias al GPS de mi teléfono, no podía creer lo que mis ojos habían visto, esas imágenes se venían a mi mente y lloraba aún más, Cristian me llamaba por teléfono pero no le contestaba, lo menos que quería era verlo, solo quiero irme a mi casa y descansar, esta noche ha sido la peor de mi vida, y pensar que me vio la cara de imbécil.
- Sebastián - dijo Matías desde al auto.
- Espere que se estacionara y me subí.
- Gracias por estar ahí cuando te necesito Matías, ahora llévame a mi casa por favor - dije abrochando el cinturón.
- Sebastián no sé qué te paso pero espero que todo se solucione, y enseguida llegamos - respondió el haciendo su trabajo.
De camino a casa ya estaba un poco calmado, pensé que mis padres estaban despiertos y no quería inquietarlos por esto, seguramente ya ni iba a ver más a Cristian, con tan solo pensar en el mis lágrimas caían sin más.
Subí a mi habitación haciendo el menor ruido posible, me di una ducha y ahí me desplome por completo, mi teléfono estaba que colapsaba de llamadas de Cristian y de Rocío. Si ellos me hubiesen hecho caso esto no hubiera pasado, no, pero claro tuve que hacer lo que decían, que idiota fui.
- Hijo, ¿qué tienes? - dijo mi Mamá entrando a mi habitación.
- Nada Mamá, es nostalgia por lo del viaje, pronto se acerca y con el simple hecho de dejar todo, es muy fuerte para mí. - dije dejando salir una lágrima.
- Pero te vas con Cristian, Sebastián, seguramente se divertirán mucho en Canadá y cuando yo pueda los visitare - me dio un abrazo.
- Esta bien Mamá, tomare en cuenta lo que dices, por ahora estoy cansado y quiero dormir, ¿podrías retirarte? por favor - dije cerrando las cortinas de las ventanas de mi habitación.
- Claro hijo, descansa - me dio un beso en la frente - buenas noches
- Gracias Mamá, buenas noches - dije acostándome en mi cama y mirando mi celular.
Cincuenta llamadas perdidas de Cristian y de Rocio, mejor me duermo y así olvido lo que paso, mañana será otro día pero lo menos que quiero es ver a Cristian...
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Un amor casi imposible.
RomanceSebastian de la Hoz viene de una familia adinerada y unos padres que jamás están pendiente de él por atender más su trabajo. Sus Padres viven en esa burbuja donde los prejuicios sociales siempre serán más importantes que otra cosa. Por otro lado C...