Capítulo 34
Narra Brenda
Cuando salí de la editorial con el manuscrito bajo el brazo, sentí una mezcla de alivio y nervios. Todo estaba listo para el prelanzamiento, y aunque la editora en jefe había sido estricta con los ajustes, finalmente todo marchaba según lo planeado. Mientras caminaba hacia la estación, recibí un mensaje de Dafne. "¿Nos vemos en la cafetería de tus padres? Me gustaría hablar contigo". Dudé por unos segundos, pero algo dentro de mí me dijo que debía aceptar. No habíamos hablado en profundidad desde que descubrí su intervención en mi vida.
Llegué a la cafetería y me recibió con una sonrisa un poco tímida, algo inusual en ella. Nos sentamos en una de las mesas del fondo, donde había menos ruido. El aroma a café recién molido llenaba el aire, y las paredes de ladrillo rojo hacían el ambiente acogedor. Pedí un capuchino y me dispuse a escuchar.
—Bren, antes que nada, quiero agradecerte por aceptar reunirte conmigo —empezó, jugueteando con la servilleta entre sus dedos—. Pero necesito contarte, y sé que lo entenderás mejor si lo escuchas de mí.
La miré esperando que hablara, dándole espacio para continuar.
—Cuando nos conocimos... no fue casualidad —soltó, y sentí un pequeño nudo formarse en mi estómago, a pesar de ya saberlo aún duele—. Todo comenzó por la petición de tus padres, y los de Trevor, aunque la unión de sus nombres fue un accidente. Sin embargo, en mi trabajo fue que me seleccionaron como tu cupido... ellos me pidieron que me acercara a ti. Sabían lo que habías pasado y querían ayudarte de alguna manera, pero también... querían que conocieras a alguien. —Dafne dejó la servilleta en la mesa y me miró a los ojos, con la misma vulnerabilidad que no había visto en ella antes—. Trabajo en la empresa antigua, una agencia de casamenteros, y esa parte de mi trabajo no se la cuento a muchas personas. Quería que lo supieras de mi boca... y también pedirte disculpas. Mi intención no era manipularte, sino que... ellos creían que Trevor podría hacerte bien, y ahora, viéndolos juntos, me doy cuenta de que tenían razón. Aun así, sé que estuvo mal, y lamento haberme acercado a ti bajo esas circunstancias.
Me quedé en silencio, procesando todo. No podía negar que había algo incómodo en saber que mi amistad con Dafne no había empezado de forma honesta. Sin embargo, tampoco podía negar lo feliz que me sentía ahora, lo mucho que Trevor significaba para mí.
—No sé qué decir —le confesé finalmente—. Al principio, me sentí... rara, traicionada, como si todo fuera una gran estrategia y no parte de mi propia historia. Pero luego, pienso en cómo estoy ahora, lo feliz que soy con Trevor, y no puedo odiarte por lo que hiciste.
Dafne sonrió, visiblemente aliviada.
—No tienes que perdonarme si no estás lista —dijo—, pero me alegra que al menos lo entiendas. Y te agradezco que escuches esta parte de mi vida... no suelo compartir mucho sobre mi trabajo, ya que no es algo que todo el mundo entienda o acepte fácilmente.
Sonreí, sintiendo que la tensión se disolvía entre nosotras.
—Te perdono —le dije, y su expresión de gratitud fue genuina. La abracé, y ese gesto simple fue suficiente para cerrar cualquier grieta que se hubiera formado entre nosotras.
Después del abrazo, me eché hacia atrás en la silla y me reí con suavidad.
—Dafne, ya que estamos compartiendo secretos... hay algo que necesito contarte también.
Ella arqueó una ceja, divertida.
—¿Qué es? —preguntó, curiosa.
—Estoy embarazada —dije, y su reacción fue un grito ahogado seguido de una risa de alegría—. Trevor y yo estamos más felices que nunca. Lo supimos hace poco, pero todo está marchando bien. Todavía no se lo hemos dicho a todos, solo a nuestros padres, pero ya se siente como algo muy real.
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MI DESTINO/ LIBRO 1- SERIE LOS DIOSES CASAMENTEROS
RomanceBrenda es una escritora reconocida que arrastra tus propios problemas, necesita urgentemente salir de su bloqueo. Todo su mundo gira entorno en sus historias. Mientras tanto, Trevor, es un policía totalmente dedicado a su labor se ha impuesto la r...