Capítulo 5

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Nota: Hola, espero disfruten este capítulo. Excusenme por la tardanza, pero acaban de iniciar las clases virtuales, por televisión, y pues tengo que ayudar a algunos niños con sus clases y está es la razón por la que me he tardado, además de que esté capítulo se me había borrado y tuve que volver a redactarlo, editarlo y corregirlo. Bueno, espero valoren este esfuerzo. Pienso, aunque no prometo nada, que para la otra semana habrá capítulo nuevo.

Narra Brenda

Cierro la puerta en sus narices, en estos momentos, no estoy de humor. En cuestión de minutos mi gran alegría se desinfló desde que vi al estúpido de mi ex, pero lo más grande, aunque no me sorprende, es la cara dura de este tipo al amenazarme por haber perdido su trabajo. En ningún momento lo obligué a golpearme, o tal vez creía que podía seguir manipulándome, ¡eso jamás!, ya aprendí la lección.

Además entendí que no puedo confiar ciegamente en la policía, acudí a ellos y me dieron la espalda, según sus palabras, eran peleas sin importancia por el tipo de trabajo que hago; cito textualmente, "Qué hombre no se enojaría, de que su mujer pase el día entero frente a un computador, y no lo atienda como se merece". Tan solo de recordarlo me da asco, aun no comprendo, ¿por qué existen personas con pensamientos tan retrógradas y machistas?

Me paro en seco, al recaer en lo mal que trate a Trevor, él no tiene la culpa, pero lo asocie a esos oficiales, puesto que pertenece al departamento de policía. Debo excusarme con mi vecino.

Me dirigía hacia el departamento contiguo, cuando sopese mejor las cosas, al final decidí serenarme antes, y dejar la disculpa para mañana; cuando ya mi rabia se haya extinguido.

Mientras tanto, continuaré con mi libro y, me desahogaré de alguna forma a través de la escritura. Siempre ha sido mi mejor terapia desestresante.

Con café, una cobija y sentada sobre almohadones, mi vista se dirigió hacía la pantalla del ordenador, donde mis dedos, inmediatamente, comenzaron la danza más coordinada de toda su vida y, como si fuese magia, plasmaron las letras más reconfortantes de toda mi existencia. Poco a poco, mis enérgicos compañeros de escritura se entumecieron, lo cual era comprensible, debido a todas las horas que tenía en la misma posición sin darle tregua alguna. Sin embargo, la inspiración seguía fluyendo como un torrente de aguas vivas, y no sería yo quien le impidiera continuar, desbordándose para llenar esos espacios vacios en cada hoja en blanco. Por lo que, luego de ejercitarla, reanude mi ardua y satisfactoria tarea.

Con cada tecla que presionaba, se sentía como si estuviese dándole vida y un propósito a cada una de ellas. Con ello, mi corazón saltaba lleno de alegría; debido a que alguien que necesite estas palabras, serán como un bálsamo sobres sus heridas.

Muchas veces intentas encajar con los demás y pretendes hacer lo que crees que deberías, porque así piensan ellos, aunque en el fondo de tu ser sabes que, lo que verdaderamente te hace genuino, es ser diferente. Hacer lo que te gusta, debería de ser una forma de decirles a todos, ¡miren este soy yo y me amo tal cual!

Por mucho tiempo, me dejé llevar por las opiniones de los demás, hasta que choque con aquella pared, llena de músculos, que me hizo entender que la vida es corta y que hay que disfrutarla sin importar el que dirán. Total siempre van a hablar. De alguna manera, encontrarán esa parte que no les gusta de ti, pero a pesar de ello; siempre habrá aquellas personas que serán como unos ángeles, que te motivaran y te ayudaran con tu proceso.

Mi ángel, en este caso, siempre ha sido mi padre. Me ha apoyado en todas mis decisiones, no importando que tan acertadas o no fuesen, siendo el fan número uno, sentado en la primera silla, mientras me aplaude. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de mi madre.

MI DESTINO/ LIBRO 1- SERIE LOS DIOSES CASAMENTEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora