El clima en Forks no mejoraba, pero para Lyra, el frío que sentía no provenía del ambiente. Estaba dentro de ella, un vacío que cada día se hacía más grande. Las semanas pasaban, y aunque intentaba acercarse a Emmett, Jasper, Edward, e incluso Carlisle, las barreras que ellos levantaban parecían volverse más altas. Era como si, sin querer, estuvieran empujándola hacia un abismo.
En el instituto, la situación con Emmett y los demás era cada vez más incómoda. Ya no se sentaban juntos en el almuerzo; Lyra se había acostumbrado a comer sola, su mirada fija en su plato mientras escuchaba las risas y las conversaciones de los estudiantes a su alrededor. Las miradas entre Emmett y Jasper se habían vuelto menos frecuentes, y Edward... bueno, Edward estaba completamente perdido en su fascinación por Bella Swan.
Una tarde, después de una clase particularmente larga, Lyra decidió que ya no podía aguantar más el peso del silencio. Necesitaba hablar con alguien, y ese alguien tenía que ser Emmett.
Lo encontró cerca del gimnasio, con un grupo de estudiantes humanos, bromeando como solía hacer. Pero cuando la vio acercarse, su expresión cambió. Había una sombra de incomodidad en su mirada, como si ya supiera lo que ella venía a decir.
—Emmett, ¿podemos hablar? —dijo Lyra con un tono serio.
Emmett vaciló por un momento antes de asentir. —Claro. Vamos afuera.
Ambos salieron hacia la parte trasera del edificio, donde la lluvia ligera apenas molestaba. El aire fresco golpeó a Lyra, pero lo que realmente la estremecía era la conversación que sabía que debía tener.
—¿Qué está pasando con nosotros? —empezó ella, sin rodeos—. No puedo seguir fingiendo que todo está bien, porque no lo está. Apenas me hablas, y cuando lo haces, es como si no estuvieras aquí.
Emmett se pasó una mano por el cabello, claramente incómodo. —Lyra, no es que no quiera hablar contigo. Solo que... no sé cómo explicar lo que siento. Todo ha cambiado desde que llegamos a Forks.
—¡Eso ya lo sé! —exclamó ella, frustrada—. Pero necesito entender *por qué*. ¿Es por Bella? ¿Es porque Edward está tan concentrado en ella que tú también lo estás? ¿O es algo más?
—Bella ha cambiado muchas cosas —respondió Emmett, bajando la mirada—. Edward no es el mismo desde que la conoció, y, sinceramente, eso nos afecta a todos. Pero no se trata solo de ella. Es todo... este lugar. Desde que llegamos, siento que... que estoy diferente. Las cosas entre nosotros ya no son lo que eran.
Lyra sintió un nudo en la garganta. —¿Entonces me estás diciendo que no quieres estar conmigo? ¿Que nuestra relación ya no te importa?
—No es eso —respondió rápidamente, aunque su voz no tenía la firmeza de antes—. Pero... hay algo que no puedo explicar. Es como si todo se estuviera desmoronando y no sé cómo detenerlo.
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𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏
VampireLos Cullen tenían a su preciada Alma gemela, la amaban como ella a ellos, pero un gran cambio se avecina. Traiciones, corazones rotos y sucesos inesperados Cómo la típica frase cliché dice: No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes y tarde o temp...