Capítulo 21: Decisiones Difíciles

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Las semanas pasaron en un suave vaivén para Lyra, inmersa en su nueva vida en Volterra

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Las semanas pasaron en un suave vaivén para Lyra, inmersa en su nueva vida en Volterra. Marcus, Caius y Aro le daban espacio para sanar, pero también la llenaban de pequeños momentos que la hacían sentir más completa. Sin embargo, a pesar de la paz que había comenzado a construir, algo dentro de ella aún se resistía a dejar atrás completamente su pasado. Las dudas, los recuerdos, los sentimientos no resueltos seguían latiendo bajo la superficie, y eso la mantenía en una encrucijada interna.

Una tarde, mientras paseaba sola por los pasillos del castillo, escuchó voces detrás de una puerta cerrada. Reconoció inmediatamente a Aro, y cuando se acercó un poco más, escuchó su nombre mencionado.

—No podemos ignorar el vínculo que aún tiene con los Cullen —dijo Aro en un tono bajo pero firme—. Lyra es fuerte, pero no sé si ha sanado lo suficiente para tomar una decisión tan importante.

—Es cierto —respondió Marcus, su voz calmada—. Aunque haya empezado a florecer aquí, el pasado aún la persigue. Debemos ser pacientes.

Caius, con su tono más severo, intervino: —No podemos esperar para siempre. Ella necesita decidir si se quedará o no. Ya ha pasado demasiado tiempo atrapada entre dos mundos.

Lyra sintió un nudo en el estómago. Sabía que sus sentimientos por los tres reyes habían crecido, que con cada día se sentía más conectada a ellos, pero también sabía que el peso del pasado aún la frenaba.

Sin hacer ruido, se alejó de la puerta, sus pasos silenciosos resonando en su mente. ¿Era justo para ellos que ella continuara así? ¿O era hora de tomar una decisión definitiva sobre su futuro?

***

Esa misma noche, durante la cena en la gran sala del castillo, Lyra apenas tocó su comida. Aunque trataba de participar en las conversaciones, su mente estaba en otro lugar. Marcus, sentado a su derecha, fue el primero en notar su desconexión.

—¿Estás bien? —le preguntó en un susurro, inclinándose hacia ella.

Lyra levantó la vista, encontrándose con su mirada preocupada. —Solo... pensando.

—¿Sobre qué? —preguntó Aro desde el otro extremo de la mesa, su tono casual pero con un trasfondo de preocupación.

Ella tomó una respiración profunda. Sabía que no podía seguir posponiendo lo inevitable. —Sobre mi futuro... y si realmente pertenezco aquí.

Caius dejó su copa sobre la mesa, su expresión se endureció ligeramente. —¿A qué te refieres?

—He encontrado paz aquí, con ustedes. Pero no puedo ignorar el hecho de que una parte de mí sigue atada a los Cullen, a lo que pasó allí. No quiero aferrarme a ese dolor, pero tampoco puedo simplemente fingir que no existe.

Aro asintió con una mirada comprensiva. —Es natural que te sientas así, Lyra. Las conexiones que formaste con ellos eran profundas. No esperábamos que las olvidarás de un día para otro.

—No se trata de olvidarlos —respondió ella, apretando sus manos nerviosamente—. Es más sobre... dejar ir el dolor. Creo que necesito confrontar lo que pasó para poder seguir adelante.

Marcus la observó con una mirada seria, pero llena de apoyo. —Entonces, ¿Qué es lo que piensas hacer?

—No estoy segura aún —admitió—. Pero sé que no puedo seguir en esta incertidumbre. Si quiero ser justa con ustedes, necesito resolver mis sentimientos sobre los Cullen, de una vez por todas.

Caius se levantó de su asiento, caminando hacia la ventana con una expresión más tensa. —¿Quieres volver a Forks? —preguntó con dureza—. ¿Es eso lo que estás diciendo?

Lyra negó rápidamente con la cabeza. —No, no quiero volver. No a vivir allí. Pero tal vez... tal vez necesito respuestas. No sé si puedo seguir adelante sin ellas.

Aro intercambió una mirada con Marcus, claramente pensando en las implicaciones. —Si eso es lo que necesitas para sanar, te apoyaremos. Pero debes saber que cualquier contacto con ellos podría reabrir viejas heridas.

—Lo sé —dijo Lyra con voz firme—. Pero es algo que tengo que hacer, por mí.

Un largo silencio se instaló en la sala. Finalmente, Marcus se levantó de su asiento y se acercó a ella. Tomó su mano con suavidad y le dio una pequeña sonrisa, cargada de comprensión.

—Si decides enfrentarte a tu pasado, estaré a tu lado. Pero recuerda, lo más importante es lo que tú necesites para sanar, no lo que crees que los demás esperan de ti.

—Gracias, Marcus —respondió Lyra, sintiendo un alivio al saber que él la apoyaba, incluso en una decisión tan complicada.

***

Esa noche, Lyra no pudo dormir. Las palabras de Marcus resonaban en su mente, pero también lo hacían los recuerdos de Forks. No podía dejar de pensar en los Cullen. ¿Habían leído su carta? ¿Sabían el dolor que le habían causado? ¿O simplemente habían seguido adelante sin ella?

Se levantó de la cama en mitad de la noche y salió al jardín del castillo. El aire fresco le acarició la piel mientras caminaba entre las sombras. Se sentó en el banco que compartía con Marcus y dejó que las lágrimas que había estado reteniendo fluyeran libremente.

No sabía qué le deparaba el futuro. No sabía si enfrentarse a los Cullen le traería paz o más dolor. Pero algo dentro de ella le decía que necesitaba hacer este viaje. Necesitaba saber si podía cerrar ese capítulo de su vida, para finalmente empezar uno nuevo con los tres reyes que le habían mostrado un amor y una comprensión que nunca había conocido.

El sonido suave de pasos la sacó de sus pensamientos, y al levantar la vista, vio a Marcus acercarse.

—¿No puedes dormir? —preguntó él, sentándose a su lado.

Lyra negó con la cabeza. —Demasiadas cosas en mi mente.

Marcus no dijo nada, simplemente se sentó en silencio junto a ella, dejando que la noche los envolviera. No necesitaba decir nada. Su presencia era suficiente para darle consuelo.

Y mientras se quedaban allí, juntos bajo las estrellas, Lyra tomó una decisión. Haría lo que fuera necesario para sanar, incluso si eso significaba enfrentar su pasado. Pero no lo haría sola. Sabía que, pase lo que pase, Marcus, Caius y Aro estarían allí para apoyarla.

Y tal vez, solo tal vez, el futuro no sería tan incierto como había temido.

𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora