Los días se sucedían en Forks como si el tiempo se hubiera detenido, y con cada amanecer, la realidad de Lyra se hacía más pesada. La distancia emocional que había comenzado como una simple grieta entre ella y los Cullen se había transformado en un abismo casi insalvable. Edward, Jasper y Emmett, quienes solían ser su refugio, ahora se habían convertido en la fuente de su dolor. La llegada de Bella Swan había alterado la dinámica de su relación, y la atención que Edward le prestaba a ella parecía casi insaciable.
Era un lunes por la mañana, y Lyra se encontraba en la cafetería del instituto. Observó cómo Edward se reía con Bella, una risa que solía ser para ella, un sonido que hacía que su corazón se acelerara. Ahora, todo lo que sentía era un agujero en el pecho, como si alguien le hubiera arrancado algo vital.
Mientras ella intentaba comer algo, sintió la mirada de Jasper, que se había sentado con Emmett en una mesa cercana. Ellos intercambiaron unas palabras y luego miraron hacia ella. Era un vistazo rápido, pero para Lyra, era suficiente para que su corazón se hundiera. No solo Edward la ignoraba, sino que incluso sus compañeros la habían dejado de lado.
—¿Todo bien, Lyra? —preguntó Alice, sentándose junto a ella y rompiendo sus pensamientos.
Lyra esbozó una sonrisa débil. —Sí, todo bien, Alice.
Alice frunció el ceño, perceptiva como siempre. —No me engañas. Sé que no estás bien. ¿Es por Edward y Bella?
Lyra suspiró. —No sé, Alice. Parece que cada vez que Edward está cerca de Bella, se olvida de mí. Ignora lo que digo, lo que siento. Me siento invisible.
—No está ignorándote intencionadamente —dijo Alice con un tono suave—. Es solo que... Edward está muy enfocado en Bella en este momento. Está confundido.
—Confundido... —Lyra repitió, su voz llena de amargura—. ¿Y yo qué? ¿Soy solo un accesorio en su vida? ¿Un estorbo en su búsqueda de amor?
Alice le tomó la mano, pero no pudo encontrar las palabras adecuadas para consolarla. —No pienses así. Edward se preocupa por ti. Él solo necesita tiempo para encontrar su camino.
Lyra se sintió frustrada. —Pero ¿qué pasa si no le importa encontrarlo? Parece que Bella es todo lo que ve. No hay lugar para mí en su mundo.
Alice miró a su alrededor, asegurándose de que Edward no estuviera escuchando. —Él no ve cómo te está lastimando. Es como si no pudiera ver más allá de lo que siente por Bella.
Lyra se sintió aliviada de poder hablar con Alice, pero también sabía que la verdad era dura. —¿Y qué hay de Emmett y Jasper? Ellos también me ignoran. Todo lo que solíamos ser parece desvanecerse, y no sé si hay forma de recuperar lo que teníamos.
—Ellos... están lidiando con sus propios sentimientos. —dijo Alice con tristeza.
Lyra miró hacia donde estaban Jasper y Emmett, riendo y hablando entre ellos, como si fueran los únicos en el mundo. El dolor se convirtió en rabia. ¿Por qué todos parecían tan felices sin ella? ¿Por qué no podían notar su sufrimiento?
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𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏
VampireLos Cullen tenían a su preciada Alma gemela, la amaban como ella a ellos, pero un gran cambio se avecina. Traiciones, corazones rotos y sucesos inesperados Cómo la típica frase cliché dice: No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes y tarde o temp...