Estábamos en la puerta de la casa de mi madre. No la había visto desde que me desmayé en el capítulo tres, es decir hace dos meses (y hace cinco meses me había declarado a Ares en aquella noche de borrachera). Iba a verla cada mes, pero habían pasado muchas cosas en los dos últimos meses y me distraje. Me pregunto si me perdonará...
Ares estaba conmigo. Se había puesto su disfraz humano, el cuál era basícamente igual, pero con piel blanca y cabello negro. Se veía tan guapo...
Mi madre siempre quiso ver el día en el que yo encontrara un omega con el que casarme... la cosa es que yo era el omega y no sabía que diría.
Toqué a la puerta y nos recibió un omega pelirrojo y de ojos verdes y pecas de unos 40 años abrió la puerta.
—¡Alectrión, hijo mío! —gritó de felicidad al verme y me abrazó. Yo le correspondí, pero entonces vio a Ares —. ¿Y este quién es, hijo?
Sonreí nervioso y los presenté.
—Papá, este es mi novio... Ares. Amor, este es mi padre.
—Un placer, señor —saludó, ofreciéndole un apretón de manos a su suegro —. Supongo que ya sabemos a quién le debe Alectrión su gracia.
Sus ojos se abrieron como platos a la vez que le concedía el apretón.
—¿E-E-El dios? —preguntó.
—El mismo —respondió mi novio.
Mi padre me miró como si pidiera explicaciones y yo lo miré como que se las daría en casa, con mamá. Ares se quedó con cara de "¿qué carajos están haciendo?".
Con mucha formalidad, la cual el inmortal pidió que dejara de lado, mi padre nos abrió la puerta para entrar.
Dentro había una alfa rubia de ojos marrones (esto era lo único que había heredado de ella) de unos 35 años.
—¡Amor, el niño ha llegado y adivina con quién viene! —gritó mi padre.
Ella me miró la mar de contenta.
—¿Cómo estás, Alectrión? ¿Todo bien en el ejército?
Entonces vio a Ares, que fue el último en entrar y alzó la ceja.
—Pues... —lo tomé de la mano —se podría decir que muy bien.
—¿Es tu novio?
Asentí.
Ella hizo el mismo gesto que mi padre: un apretón de manos. Como se nota que no soy adoptado.
—Un placer conocerte, joven, ¿cuál es tu nombre?
—Ares.
—¡¿El dios?!
—El mismo.
Me miró con la misma mirada llena de incógnitas que mi padre. Nos invitó a sentarnos y les explicaremos cómo fue que esto pasó.
—Por cierto, hueles como que muy raro, ¿no? —añadió.
—Sí, bueeeno... Ares, dile tú.
Ares se lo explicó lo más resumido.
—¿Es por eso que no nos visitaste el mes pasado? —preguntó mi padre.
—Amor, deja de ser ya tan protector —pidió mi madre —. El chico ya es mayor y tendrá sus responsabilidades. No significa que no tenga que venir con nosotros, pero tienes que dejar de exigirle que te visite cada mes, hombre.
—Es que ahora que va a ser un omega, me preocupa más...
—Tu hijo es un soldado, el mejor de su ejército. Y, si hubiera algo que él no pudiera enfrentar, estoy segura de que tu yerno lo cuidaría —miró a Ares —. ¿Verdad?
Ares asintió.
—Su hijo es un gran guerrero y estoy seguro de que el hecho de estar convirtiéndose en un omega no lo hará débil. ¡Y claro que lo protegería si hubiera algo con lo que él no pudiera! Lo juro.
Mi madre sonrió y miró a mi padre.
—¿Ves?
—Supongo que uno no puede desconfiar de la palabra de un dios...
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El Enigma del Gallo [Ares x Alectrión] [Omegaverse]
FanfictionAlectrión, un alfa y soldado del dios Ares, está enamorado de este, pero piensa ocultar sus sentimientos hacia este, ya que el dios de la guerra solo se acostaba con omegas femeninos... ¿O no? ¡Adéntrate en este omegaverse y descurbe lo que pasará c...