Parte 24

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Terminé de vomitar.

Últimamente me siento débil... y sabía exactamente el porqué. De hecho, el dios de la medicina me lo confirmó: estaba embarazado.

Esto me ponía tanto feliz como fastidiado. ¿Por qué? Pues porque podría formar una familia, pero, al mismo tiempo, tendría que esperar nueve malditos meses para poder volver a ir al campamento al que solía ir.

Sí, ahora era yo el entrenador, en vez de Ares, ya que él, como parte de los Doce, tenía mucho más trabajo.

Mi primer trabajo, dale.

—Ya, ya pasó. ¿Te encuentras bien? —preguntó Psique, que me ayudaba cuando Ares no estaba.

Asentí.

Un cuarto de hora después, agarré un vaso de agua limpia para bebermelo, para hidratarme, pero tomando sorbos pequeños. Según lo que me dijo Apolo, hay que darle tiempo al estómago para asentarse.

—¿Y qué nombre le vas a poner al bebé? —me interrogó con curiosidad.

Pensé un poco en el nombre.

—Harmonía —respondí —.Y si es niño, no sé, que lo elija Ares —añadí. Miré un rato a Psique, pensando —. ¿El parto duele?

—Ehhh... para nada, no. Ni siquiera lo sentirás —me sonrió.

—Psique, no le mientas al chico —interrumpió otra voz femenina: Afrodita, que se acercó a mi. ¿Cuándo había llegado? —. Alectrión, va a doler un montón. Sobretodo si eres un omega varón, porque no tienes coño. Por cierto, por un momento pensé que eras Ares. Hueles demasiado a él.

Se me puso la piel de gallina al oír eso. Si me dejaba vivir con esa mentira, no descansaba, ¿no?

—Pero tranquilo, que tu cuñada y suegra son Ilitia y Hera. Y seguro Artemisa viene también —añadió y luego se dirigió a Psique —. ¿Por cierto, y Eros? Lo necesito ahora mismo. Hay un rey en Chipre que no me está idolatrando como debería.

—Está huyendo de Anteros —le explicó —. Eros dijo que es porque hizo que una ninfa rechazara el amor de cierto dios egocéntrico, como ya no puede castigar a la ninfa, ya que es un árbol, lo va a castigar a él.

—Típico. Bueno, hasta que venga, preparo té. Sentaos —me señaló —. Sí, tú también, menstruaciones cerebrales. Conozco un té buenísimo para cuando estás embarazado.

Iba a rechazar su invitación, pero, antes de que me diera cuenta, ya me habían arrastrado hasta el comedor.

El Enigma del Gallo [Ares x Alectrión] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora