—¡Reina! —llamé.
Perséfone alzó la vista de los jazmines azules que recogía y sonrió al verme.
—Vaya, Alec. ¿Qué te trae por aquí?
—No la llames "reina", que en estos tiempos no es más que una campesina. Y créeme que no necesitas subirle el ego —comentó su una chica rubia con túnica y capucha de color de la tierra que la estaba como ayudando, recogiendo irises: Despena.
—Ignora a mi hermana, solo tiene envidia de que yo soy la favorita de todos, ¿verdad, Despena? —la miró de forma maliciosa.
La hermana le sacó el corazón, pero Perséfone la ignoró y me dirigió la mirada de nuevo. Despena murmuró algo, cuyas palabras yo solo pude entender "cinco hijos". Que buena relación de hermanas...
—¿Qué necesitas, guapo? ¿Una ayudita o algo?
—Precisamente, Perséfone. Quiero sacar a mis padres del Inframundo...
Ella alzó la ceja y preguntó:
—Vale. ¿Y yo qué obtendré a cambio?
A ver, pensé un poco en lo que me dijo Dioniso...
¿Lo del sexo anal? Oye, pues Perséfone es alfa...
LO DE LAS FLORES, IDIOTA
Ay, ya.
—Te gustan las flores, ¿cierto?
Ella sonrió y asintió.
—¿Me vas a regalar?
—Si eso me lleva al Inframundo, sí.
—Dale, trato hecho.
Saqué de "la caja de Pandora" unas flores que llamé Adelfas (quedándome solo la Belladona y la Dedalera en mi bolsillo mágico de Doraemon), la tercera flor que creé. Una hermosa flor rosa con cinco pétalos. Creció encima de la tumba de mis padres, lo que la convirtió en mi objeto más preciado...
La diosa de la primavera y reina del Inframundo de arriba, como si estuviera si le gustaba o no y las tomó gentilmente.
—Sígueme —ordenó.
Yo le obedecí. Me llevó a una especie de cueva, en cuyas paredes relucían algunas piedras preciosas y metales: oro, plata, amatistas, diamantes...
Rubíes...
A medida que caminábamos y nos adentrábamos a la oscuridad, se veía menos. Mis ojos tardaron un poco en acostumbrarse a tal oscuridad... Si hubiera venido aquí con Dimitri, lo hubiera perdido de inmediato.
—Esta cueva conduce al Inframundo. Por aquí entro y salgo por las noches, cuando Hades me necesita.
Alcé la ceja.
—¿El soberano de los muertos es un omega?
—Esa no te la esperabas, ¿eh?
Negué con la cabeza. Yo creí que sería un alfa macho pecho peludo, lomo de hierro y barba de leñador... y resulta que es un omega muerdealmohadas.
Cuando creí que nos aproximábamos a la salida, Perséfone se acercó a un pedazo de oro de las paredes de piedra de la cueva e intentó sacarlo.
—¡Joder, esta sí que está bien incrustada! —se quejó.
—¿Qué haces?
—¿Cómo crees que vas a pagar el viaje de Caronte?
Cierto... Me acerqué a ella y le pregunté si quería que la ayudara. Ella me lo permitió y, con un poco de esfuerzo (mucho), logré sacar el pedazo de oro, que no era precisamente pequeño.
Perséfone me felicitó.
—Bueno, aquí te dejo, porque no te puedo acompañar más. Si lo hago, mi madre se preocupa. Suerte y gracias por la flor, guapo —estuvo a punto de irse, pero luego se giró —. Ah, por cierto, a Cerbero le gusta que le acaricien el estómago, los juegos estos de tirar palos, las chuches... Ah, no, que no tienes chuches. Bueno, en fin, le gusta lo mismo que a cualquier otro perro. Parece un poco agresivo, pero es un trocito de algodón de azúcar, en realidad. ¡Adiós, y suerte de nuevo!
Me dio un beso en la mejilla y se despidió, agitando su mano en el aire y dando media vuelta.
...
—¡¿Dónde está tu hermana?! —chilló Deméter, al ver que su hija favorita no estaba presente.
Despena sonrió un poco con malicia, pero lo escondió.
—Dice que se cansó de ti y que se quiere ir con el tío Hades a vivir para siempre.
—¡¿QUÉ?!
Deméter agarró a su hija menor de los hombros y la sacudió, rogándole que lo que decía no fuera verdad.
—¡Hola, mami! ¿De qué hablan? —saludó la reina de Roma, aproximándose a su familia.
Deméter dejó a Despena bruscamente y fue a abrazar fuertemente a su hija.
—¡KORE!
Mientras la diosa de los secretos se sentía mareada por las fuertes sacudidas de su madre, la diosa de la primavera se sentía asfixiada.
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El Enigma del Gallo [Ares x Alectrión] [Omegaverse]
FanfictionAlectrión, un alfa y soldado del dios Ares, está enamorado de este, pero piensa ocultar sus sentimientos hacia este, ya que el dios de la guerra solo se acostaba con omegas femeninos... ¿O no? ¡Adéntrate en este omegaverse y descurbe lo que pasará c...