Por fin estaba solo y sin ningún dios que creyera que no me podía cuidar solo.
Me sentía bastante mejor que últimamente, así que fui a entrenar, que si no me sentía como un vago y yo soy guapo, poderoso, asombroso, muy hermoso, soy precioso, armonioso, un buen socio, misterioso, buena gente, detergente, muy majete, inteligente, nada ojete, irreverente, un exponente muy perfecto. Es lo que soy, ¿pero vago? Definitivamente, no.
—Vaya, veo lo que papá gustó de ti —dijo una voz masculina que se me hacía conocida de algo, pero no recordaba de ti.
Me detuve a mirar alrededor. No había nadie y la voz tampoco provenía de un lugar en específico. ¿Sería un dios? ¿O tal vez mi imaginación?
—Arriba, inútil.
—Pero ya miré arriba. Y no soy inútil.
—¡Pues vuelve a mirar!
Miré arriba.
—¡HOSTIAS, EL CIELO!
Sentí que alguien me metía un hostión y yo me reí. Alcé la vista y resultó ser un hombre con unos pantalones bastante cortos rosas y sin camiseta o algo, cabello del mismo color y unos dibujos de corazones debajo de su brazos y un arco en sus manos, con una de esas bolsas de flechas en su espalda.
—¡HOSTIAS, UNA DRAG QUEEN!
—Ojalá, pero no. Soy Eros, tu puto hijastro y futuro favorito —rió mientras se pasaba su mano por su rosado cabello —. Se ve que mi padre tiene buen gusto. Fuiste bendecido con una belleza y talento sin igual. Alectrión, ¿cierto?
Asentí.
Eros...
—Un placer conocerlo —le ofrecí un apretón de manos —. ¿A qué se debe la visita de tan honorable dios?
Como si fuera un genio, me concedió ese apretón.
Solo soy humilde con quienes no conozco del todo, ¿vale? Y más si es un dios tan temible como lo era Eros.
—Déjate de formalidades, por favor. Aunque no te hayas casado aún con mi padre, ya te considero parte de la familia. Aunque mi madre te odie...
Vale, dos cosas. La primera, ¡¿ARES SE QUIERE CASAR CONMIGO?! La segunda, ¡¿AFRODITA ME ODIA?!
¡Pues claro qué quiero casarme con él! Pero Afrodita me preocupa. Nunca es gentil con aquellos que la ofenden. ¿Y si me castigaba? ¿Y si hacía que Ares dejara de amarme? O cosas peores... Eros pareció leer esto.
¿Los dioses son todos telépatas o algo?
—Tranquilo, la hice prometer por Estigia que no haría nada que te hiciera daño, sea físico o mental. Es decir, tanto tú como tus seres queridos están protegidos.
Le agradecí el gesto de rodillas y él, modestamente, me dijo que me levantara.
No sabía si estaba actuando o algo. Nunca imaginé que los dioses fueran modestos.
—Por cierto, ¿no se supone que sin la presencia de Anteros, eres un niño?
—Eeeeeh... magia negra, baby.
La tuya por si acaso.
Bueno, total, luego me sentí eufórico, ¡porque el amor de mi vida me quería pedir matrimonio y no había nadie ni nada que me lo impediría!
Me puse a correr por todo el jardín, que era bastante pequeño, a dar saltos, soltar celebraciones como "¡dí que sí, cojones!" y todo lo que se podía hacer para expresar felicidad.
Los labios del dios se movieron para decir algo, pero no me fijé en el qué. Creo que dijo "bilingüe" o algo así.
No sé, yo solo hablo griego.
ESTÁS LEYENDO
El Enigma del Gallo [Ares x Alectrión] [Omegaverse]
Fiksi PenggemarAlectrión, un alfa y soldado del dios Ares, está enamorado de este, pero piensa ocultar sus sentimientos hacia este, ya que el dios de la guerra solo se acostaba con omegas femeninos... ¿O no? ¡Adéntrate en este omegaverse y descurbe lo que pasará c...