Parte 13

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Joder, tío. Yo quería decir lo de "tu hijo me dice papi también", pero Alec no me dejó. Y tampoco es como que se me presentara la oportunidad.

Los padres de Alec eran sorprendentemente buena gente, nos invitaron a quedarnos a cenar y todo. Nos hicieron algunas preguntas, como cómo fue que nos enamoramos, hace cuánto éramos algo romántico, etc.

Alectrión es afortunado de tener una familia así, en la mía nos peleamos casi todo el rato.

Su padre parecía preocupado... y lo entiendo. Su hijo alfa era ahora casi un omega y ser un omega significaba muchas cosas negativas. Cosas que podría ser que él también sufrió...

Cuando nos despedimos, ya era un poco tarde. Acompañé a Alectrión a su casa y, como a mi nadie me esperaba en la mía, me quedé a dormir con él.

Nuestros cuerpos se entrelazaron en la cama. Él estaba acostado sobre mí, descansando su cabeza en mi pecho desnudo, mientras yo envolvía su cintura. ¿No era esto lo más maravilloso del mundo, junto al sexo?

Acaricié su espalda un poco y luego bajé por su columna hasta agarrar su trasero y darle una fuerte nalgada, haciendo que él soltara un "¡auch!".

—¿No tuviste suficiente ayer? —preguntó.

—Fuiste tú el que me lo pidió, así que la pregunta sería si tuviste suficiente ayer.

Él miró a otro lado y sonrojado negó.

Reí con satisfacción. Le pregunté si quería hacerlo, a lo que él asintió. Ya con permiso, le introduje dos dedos en el agujero, no con intención de dilatarlo, pues ya lo estaba, sinó con intención de alcanzar su próstata y molestarla.

—Aaagh... —gimió cuando mis dedos expertos alcanzaron el final del túnel —Ares...

Música. Eso era música para mis oídos. La forma en la que movía la boca y pronunciaba mi nombre me excitaba tanto que juraba que podría darle guerra a cada parte de su cuerpo.

Mis dedos corazón y anular jugaban dentro de él, dándole placer.

—Arqueando la espalda, ¿eh? —reí.

—Maldita sea... —maldijo mientras posaba sus manos en mis hombros —. me vuelves loco. Me va a dar un-

Lo callé a besos, cosa que él me permitió hacer. No podía soportarlo, era demasiado adorable para su propio bien. Me pregunto cómo es que nunca le intentaron hacer nada. O tal vez lo intentaron y él les partió los dientes...

—Mhmm... C-Creo que... —intentaba decir —. ¡Aagh!

Metí el dedo índice, continuando con la estimulación de su próstata... No supe cuánto tiempo pasó hasta que llegó al orgasmo anal.

Sentía su corazón palpitar. Le saqué los dedos, dándole una pequeña nalgada. Se había venido más rápido de lo que esperaba.

Mi amado me envolvió el cuello con sus brazos y apoyó su barbilla en mis hombros. Era tarde y estaba cansado después de tanta adrenalina y estimulación, así que se durmió al instante. Lo tapé con sus finas sábanas.

Ví entonces como por la ventana había alguien intentando entrar.

Creí que era un ladrón...

Y lo era.

Pero era Hermes.

—Ares, deja de ser tan gay, llevo como cuatro horas buscándote. Hefesto dice que ya tiene "lo tuyo" y Zeus me dijo que te dijera que el próximo sábado hay reunión. Por cierto, el olor a feromonas es sofocante, contrólate un poco, ¿no?

El Enigma del Gallo [Ares x Alectrión] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora