El Enigma del Gallo [Ares x Alectrión] [Omegaverse]

Parte 25

Me da pereza narrar todo el embarazo, así que lo voy a poner todo aquí en una especie de serie de Incorrect Quotes. Desde el primer trimestre hasta el parto.

—¿Alec, qué quieres comer? —pregunté.

—¿Qué tal sopa de iguana con piña?

No respondí.

—O chupartela, no sé —añadió.

...

—¿Alec, qué haces?

Alectrión llevaba consigo algo de mi ropa.

—Para cuando no estés.

Por si no entienden, está haciendo el nido.

...

—¿Estás cansado, Alec?

—Pero si solo caminé.

—Por eso.

...

—¡Ares me ha abandonado! —lloraba el omega, dramático.

Entonces, el rey de Roma entró por la puerta.

—Solo fui a comprar el pan.

—Ares, no jodas, esta es la tercera vez que pasa esta semana —se quejó Afrodita, que consolaba a Alectrión —. ¡Y solo es martes!

...

—Alec, suelta el vodka.

Mi esposo dejó la botella y me miró con cara de pena.

—¿Vodka tampoco?

—Nada con alcohol.

—Carajo... ¿Falta mucho para el parto?

—Medio año.

—¡Coño!

...

Acerqué mi oreja al estómago de Alectrión, ya crecido.

—¡Ay, está dando pataditas! —sonreí, pero me dí cuenta de que me estaba hablando en código morse —. A ver, jovencito, usted ni nace y ya está pensando en invadir Francia con un ejército de focas.

—Ares, duerme un poco, por favor.

...

—¡Aaaaaaaaaaah! —gritaba Alectrión, por el dolor del parto.

Me estaba jalando el cabello. A mi también me dolía...

—Ya casi, ya casi... —decía Artemisa.

—Puja, dale —animaba Ilitia.

Con un "pop" salió un bebé de piel azul oscura y cabello negro. Tenía cara de no querer nacer. Artemisa lo miró unos segundos y luego dijo:

—Felicidades, es emo.

—Artemisa, espera, ¡hay otro!

—¡No, qué no salga! —pidió el bebé —. Es muy pesado y no me deja en paz, que se quede ahí, ¡lo ruego!

—¡Aaaaah! —lloraba mi esposo —. ¡Dioses, ayuda!

—Vale, ¿saben qué? Mejor que salga, que mi mami está sufriendo.

Salió otro niño con hepatitis B y el rojo. Pero no rojo tipo naranja, como el de su madre su madre Rojo rojo. Rojo como un tomate.

—Felicidades, salió punkarra —rió Artemisa.

—¡Tengo nietos! —celebró Hera.

—¿Y yo y Eros, qué? —preguntó Anteros.

—¡Tengo nietos legítimos!

...

—¡Mamáaaaaa!

Los niños vinieron corriendo hacia mi y se escondieron detrás de mi. Ares apareció.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Papá dijo que si no nos comíamos la verdura, nos vendería a los gypsies —explicó Fobos.

—¡¿Qué?!

—Amor, solo jugaba.

—No dejarías que eso pase, ¿cierto, mamá? —preguntó Deimos.

—Hablaré con vuestro padre.

—Un momento, solo bromeaba...

¿Qué explicación le damos a los demás hijos de Ares, cómo Alcipe, Hipólita, Cicno...?