Leo's nanny!

capítulo 25

- lisa, que sorpresa verte.- recibió berth a lisa.

- director berth, han pasado unos años.- respondió en tono serio.

- pero siéntate, siéntate por favor.-ofreció.

lisa tomó asiento.

- director berth voy a ser muy breve.

lisa se veía tan seria que un pequeño miedo se almaceno en el hombre de edad avanzada pues el no conocía a ésta lisa tan seria y sin expresiones en el rostro.

- necesito, no, no necesito, quiero y le exijo que dé de baja a la señorita jennie.- pidió tajante.

-li-lisa, yo la verdad lamento ésto, tú madre me lo ha pedido en repetidas ocasiones pero me temo que te daré la misma respuesta que a ella y es un no, la señorita jennie es un elemento muy importante para esta institución, pese al poco tiempo que lleva con nosotros ha echo mucho por sus alumnos y los padres están fascinados con ella.- explicó.

- no le estoy pidiendo si quiere o puede le estoy exigiendo que lo haga, es lo mínimo que puede hacer por mí después de ayudar a su maldita sobrina a escapar.- soltó con rabia.

- lisa, te juro que yo no sabía el por qué de su apuro por salir del país esa noche.- se excuso.

- aún así, la ayudó.- trató de no alzar la voz pero el enojo era evidente.

- lo siento, pero a menos de que jennie presente su renuncia voluntariamente no puedo ayudarte, con tu permiso.- se retiró de su oficina antes de que la plática deje de ser racional.

lisa se levantó de su asiento enojada y se dirigió a la salida.

- adiós miss jennie, la amamos mucho!!!.- un grupo de niños se despedían de jennie tiernamente al unísono.

- adiós, alumnos hermosos! nos vemos el lunes.- se despidió sonriente.

- hola hermosa.-la recibía alex.

- hola alex, mucho trabajo hoy?.

- no más que el tuyo nena, puedes regalarme un beso?.- con una mano la tomó de la cintura baja y la acercó a el.

y sin permiso la tomó, el beso era lento y "tierno".

- señorita jennie! que bueno que la alcancé.- llegaba lisa con su elegancia al caminar pulcramente vestida en ese traje blanco.

- se-señora manoban, que hace aquí?.-preguntó realmente sorprendida y avergonzada.

- vine a hacer un pendiente y pasar por usted para ir a casa.- dijo sin pendiente del hombre que aún sostenía a jennie por la cadera.

- a casa?.- se escuchó confundido alex..

jennie se soltó del agarre de alex.

- oh! perdón que grosería de mi parte, lalisa manoban.- extendió su mano.

- alex landi, creo que ya nos conocíamos.

- si? no recuerdo haberlo visto antes.- soltó indiferente.

- en cancún?.- quiso refrescarle la memoria.

- un gusto y una pena no quedarme a recordar, nos vamos señorita jennie?.- le mostró las llaves de su camioneta Mercedes-Benz.

- pe-pero señora manoban yo...

- yo la iba a llevar a su casa!.- interrumpió alex.

- una disculpa, no quiero que gaste tanta gasolina en hacerlo, hoy en día es carisima y vamos para el mismo lugar asi que se irá conmigo, no se le olvide que tiene un pendiente con mi madre hoy.- le insistió.