XVI DOMINGO AL MEDIO DIA. SERAFIN Y LAS EXTRAÑAS AVES DE LA MONTAÑA

7 1 4
                                    

Antes de partir al gran evento de Perla del Norte Serafín debía de maquillarse para la ocasión. Violeta le había pedido repetidas veces que formara parte del comité de actores para dicha celebración los cuales vestirían de hermosos trajes coloniales y estarían puestos en uno de los stands cerca de la iglesia simplemente pretendiendo llevar una vida colonial, Violeta les llamaba, "Las Barbies tamaño familiar" debido a que simplemente debían verse bonitos cambiando de posición de vez en cuando en dichas casas falsas.

Una vez acabó su maquillaje, cerró su estuche y se dispuso a salir del baño, al entrar al cuarto encontró a Sophie con una copa de vino en la mano y su celular en la otra.

-Mamá no es siquiera el medio día, no debes de tomar tan temprano, además tú vas a conducir hasta El Viejo y luego a la iglesia San Miguel, deja de tomar -Le pidió mientras se amarraba los zapatos.

Sophie giró sobre sus talones y se apartó de la ventana, tiró su celular en la cama y acabó su copa de vino.

- ¿Mamá, estás bien?

Sophie estaba llorando.

-Claro que no estoy bien, ni una llamada, ni un mensaje, no contesta sus redes sociales, no contesta llamadas por internet ni llamadas internacionales. Su hermana tampoco puede contactarlo. No sabemos nada de tu padre ni el de nosotros -Sophie se sentó en la cama -Soy una estúpida, desde que inició esa investigación, de la cual no sabemos nada, se ha apartado de nosotras, nos abandonó, nos dejó, no sabemos si tiene otra familia o si murió y yo no puedo más con esta zozobra.

Serafín conmovida por ver a su madre en ese estado emocional pasó a sentarse junto a ella.

-Ven recuéstate en mi hombro. Ya no llores mamá, desde que papá inició esa investigación hace años y partió del país sabes que el dejó de comunicarse seguido. Cada mes, cada tres meses, luego cada seis, recuerdas que una vez estuvo casi un año y sí sé que me dirás que al menos enviaba mensajes, pero, no sabemos qué tan cerca esté de su gran descubrimiento. Sé que estás preocupada, pero hasta no saber que algo malo le ocurrió, no podemos simplemente estar pensando lo peor, debemos ser pacientes.

Sophie sollozaba en el hombro de su hija. -No me gusta vivir aquí y no me malinterpretes, amo a la familia Barbosa, Violeta, Viña, Eneldo, han sido muy lindos con nosotros, pero, yo nací en Phantasmo, nuestra casa está en la capital y no acá, quiero que todo sea como antes, quiero irme a casa.

Serafín abrazó a su mamá con fuerzas y besó su frente. Al igual que su madre, Serafín también estaba muy preocupada por su padre, demasiadas cosas habían ocurrido recientemente y el no saber nada de su papá era en verdad muy alarmante, pero no podía demostrarle ese rostro a su madre.

Muy en sus adentros Serafín sabía que, en el plano astral, en el que podía sacar su alma del cuerpo y buscar personas, sabía que podía encontrarlo si lo deseaba, pero su padre Aurelius estaba en otro continente y ella nunca había hecho un viaje astral tan largo, no sabía que podría ocurrirle a su alma o a su cuerpo si viajaba hasta donde su padre estaba, le erizaba la piel el solo pensar en el tipo de almas en pena o espectros que podría haber en esas partes del mundo.

Una vez logró calmar a su madre y darle una taza de café para que contrarrestara los efectos del vino mañanero en su cuerpo, salieron y se montaron en su carro para luego pasar por la familia Barbosa.

Conducirían directamente hasta la iglesia San Miguel, ya que, aunque primero debía de pagar respeto en una parada de la iglesia principal del Viejo, los Barbosa preferían pasar directamente a deleitarse con las comidas, los juegos y la música que estaba puesta ya en los stands.

PoseídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora