CAPÍTULO 24

265 19 3
                                    

{ADARA}

《AL DIA SIGUIENTE》

Me despierto por las suaves caricias que Elios me da en mi cabello, sonrio contra la almohada mientras mis narices se inundan de su aroma a hombre, un maldito aroma cautivador.

Buenos días mi amor, ¿como amaneció mi estrellita?—. Murmuró dándome más caricias a mi cabello.

Me sentía como una niña pequeña en una ensoñación donde soy feliz aunque mi lado terco se niega, esto me está gustando. Me doy vuelta encontrándome con Elios acostado de lado con su mano derecha en mi cabello acariciándolo tiernamente.

¿Por qué estoy así? El no merece que me sienta segura con el, ya me lastimo 2 veces y puede haber una tercera.

— Hola—. Mi voz salio un tanto ronca.

— Hola cariño—. Me sonrio y sus labios se acercaron a mi frente dejando un besito.

— Prepárate amore mía, hoy vamos al zoológico—. Informa y me emociono.

Un zoológico es un lugar que amo aunque nunca eh ido, desde pequeña siempre eh querido estar cerca de los animales pero de los únicos que estaba cerca era de mis hermanos. Me río por mis pensamientos hacia mis hermanos y es cuando la realidad me golpea.

Soy una mala hermana por andar despreocupada viviendo con este hombre y sin preguntarme por mi familia.

Elios se levanta de la cama abriendo las ventanas para que la luz entre, mis lágrimas empiezan a bajar sin que yo pueda evitarlo; esta sensación de que falle no me esta gustando para nada.

A Elios solamente le tengo que tener miedo y enojo, no debo sentirme amada con el y aunque no lo ame me siento segura con el. Más segura que con mis padres.

Elios parecía conocerme de todo, sabía mis gustos por la lectura, mis gustos en la comida e incluso sabía mis colores favoritos aunque yo nunca se lo contará. Creí que todo era una coincidencia pero esa bastante obvio que no.

Elios hablaba y hablaba sobre los planes para el día de hoy; parecía una guacamaya que nunca se calla mientras me explica todo lo que haremos pero yo estoy más centrada en que no me escuche llorar pues se que el me interrogara.

Me levanto de la cama a pasos apresurados y me meto a el baño más rápido que un rayo, cierro la puerta con seguro mientras busco aire para tranquiizarme y sin darme cuenta otra vez estoy yo como hace unos años.

Una chica en un baño tratando de no llorar para que no la descubran.

Simplemente patético y absurdo.

Me miró al espejo detallando mis ojos rojos y como las saladas lágrimas recorren mis mejillas bañandolas.

— ¿Mia stellina?—. La voz de Elios y 3 golpesillos a la puerta me hacen girar la cabeza.

— ¿Si?

— ¿Estás bien?

— Si. . . Solamente tengo que—. No termine de hablar cuando un fuerte dolor me dio en mi vientre haciéndome quejar del dolor.

¡Mierda, no!

— Mia stellina. ¡¿Qué pasa?! ¿Estás bien mi amor?—. La voz de Elios está llena de preocupacion mientras intenta abrir la puerta.

El pánico inunda mi rostro y me dirijo a la taza del baño para abrirla mientras rezo que esto sea una falda señal.

Cuanto hasta tres hasta que finalmente bajo mis bragas y me encontró con la mancha de sangre cubriendo la tela de mis pantis.

Vannicelli's Obsesión. (Nueva Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora