Jugaron hasta obtener maestría.
Jugaron hasta descubrir los límites de su poder
suponiendo que el infinito conozca algún límite.
Y así descubrieron que todo estaba por hacer.
Génesis de Gelida 2:15
Firo estaba sentado junto a Engrama en una de las mesas delanteras, en el galpón que funcionaba como salón de capacitaciones para futuros mecanistas. El frío le ayudaba a despabilarse pero claramente no estaba bien abrigado. Durante los primeros dos días de la semana la temperatura era muy baja pese a empezar el periodo crepuscular. Luego entre los días cuatro y seis la temperatura aumentaba hasta sus máximos en el día siete cuando empezaba el periodo penumbroso y junto con él la temperatura bajaba lentamente reiniciando el ciclo.
Esta variación térmica se mantenía casi constante a lo largo del año, variando levemente con las escasas lluvias. A Firo siempre le había parecido ineficiente esta variación térmica intersemanal. Debía cambiar el grosor de sus abrigos casi cada día de la semana, tarea que le parecía tediosa además de que jamás había sido bueno previendo las temperaturas de cada día.
Este defecto se había vuelto más incómodo desde que empezó a vivir solo en el anillo central de la ciudad. Firo habría preferido un sistema de ciclos cálidos y fríos más largos, que durarán unas cuantas semanas antes de cambiar. Así podría organizar su ropa con dos muebles, uno para el ciclo cálido y otro para el ciclo fresco. Tal vez esa forma de dividir el año fuera incluso mejor para la salud. Con una diferencia de temporadas tan marcada seria mas fácil dividir el año y sentir la progresión del mismo.
Sin embargo con la actual división del año en treinta y seis semanas de nueve días de treinta horas cada uno ninguna semana tenía nada de especial, salvo por algunas fechas festivas era difícil distinguirlas unas de otras. También era una forma extraña de dividir el tiempo, ¿Por qué esa cantidad de semanas? Parecía completamente arbitrario sin responder a la lógicas de los cultivos, ciclos climáticos, ni siquiera astronómicos. Estas cuestiones ocupaban la atención de Firo hasta que el profesor Elmer lo sacó de sus pensamientos chasqueando los dedos frente a su cara.
-Perdone que lo interrumpa joven, pero estamos dando una clase aquí. - Le dijo con su voz imponente y carrasposa mientras fruncía levemente el ceño.
-Si, perdón, me distraje. - contestó Firo avergonzado, mirando a Engrama que estaba paralizado a su lado, como temiendo que de moverse pudiera captara la atención del Profesor. Si bien Firo se sentía mejor aun le costaba mantener la concentración.
-Lo note, con ese nivel de compromiso me sorprende que quiera estar en esta capacitación.- El profesor se dirigió a la clase de unos veinte alumnos- Como decía para ser mecanistas deben estar atentos en todo momento, cada detalle que se pierdan es un posible problema futuro y cada problema debe ser solucionado. De nuestra pericia y capacidad depende el funcionamiento de la maquinaria de las fábricas y de ellas depende nuestro estilo de vida.
Elmer empezó a deambular cojeando entre las mesas de los alumnos. El hombre de unos cincuenta años tenía el rostro repleto de marcas de la edad, no se veía anciano sino más bien curtido, idea que se reforzaba con sus manos gruesas y encallecidas. Su mandíbula ancha estaba poblada por una barba blanca a juego con su pelo largo encanecido que se peinaba hacia los costados revelando una frente amplia. Estaba vestido con un pantalón caqui, unos mocasines negros y una camisa blanca de mangas largas. Tenía en el bolsillo del pecho unos anteojos que se negaba a usar salvo cuando leía. Media casi un metro ochenta y tenía un porte imponente, era de esos profesores que daba algo de miedo. También sufría de una cojera que le había valido el apodo de resorte y que se rumoreaba que fue el resultado de un accidente laboral.
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Risómico: Determinación de duelo
Mystery / ThrillerHay un precio por desenterrar secretos y este caso solo se puede pagar con sangre. No hay límites en este mundo más que los que cada arcanista elige y esto lejos de ser algo bello, es peligroso. Las varitas son para niños, aquí la magia se carga en...