Capítulo XVI: Y las piezas empezaron a moverse.

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Capítulo 16

Impregnaron así a la realidad con su intención,

crearon una fórmula de formas

y la forma para las fórmulas

Crearon algo nuevo y lo llamaron vida.

Génesis de Gelida: 5:16


La celda era pequeña, cerca de 2x1 metros, las paredes de piedra expuesta y los barrotes de hierro daban una impresión de inexpugnabilidad. La estancia carcelaria estaba equipada de una litera con un colchón apestoso, un pozo en el suelo destinado a recibir las excreciones humanas y una pequeña ventana enrejada que a duras penas podía recambiar el aire húmedo. Sobre la litera estaba Mithril desplegado y relajado pensando que no era el peor lugar donde lo habían privado de su libertad.

Respiro el aire húmedo y miro su ropa, el pantalón de loneta estaba manchado con sangre y presentaba varias rasgaduras a la altura de los muslos, estaba totalmente inservible. El saco lo había tirado antes de entrar a la celda y su camisa de lino estaba andrajosa en los ,fruto de múltiples cortes, demás está aclarar que estaba mayormente teñida de un marrón uniformemente oscuro por la sangre. Mithril suspiro y pensó que al menos los tiradores podrían rescatarse.

Tomando en cuenta la noche anterior las cosas estaban saliendo muy bien. Le permitieron lavarse y darse una ducha antes de interrogarlo y encerrarlo en la celda, pero la muda de ropa que le ofrecieron era de un gusto tan espantoso que prefirió quedarse con su ropa ensangrentada. Miro disimuladamente las celdas contiguas, la de la derecha estaba vacía y la de la izquierda estaba ocupada por un hombre completamente tapado con la frazada de la celda en la que dormía... O fingía dormir.

"Demasiado abrigado para la temperatura que hace, se nota demasiado su esfuerzo" pensó Mithril mientras estiraba la cabeza para mirar la celda del frente. Allí había un hombre joven de pelo negro y tez pálida que miraba la ventana. El Administrador adjunto lo descarto rápidamente como un peligro, " solo quiere salir de su celda" pensó. El sonido de la puerta del calabozo abriéndose le sacó de sus pensamientos, por el pasillo aparecieron los reguladores de la noche anterior y el carcelero que se retiró unos instantes después.

-Saludos agentes de la ley - les dijo con su particular canturreo - espero hayan tenido una noche reparadora. ¿Cómo está su brazo?

-Mal, es incómodo y duele, - Cáliz le devolvió el saludo con un gesto de cabeza, parecía irritada- pero estoy viva, tengo que agradecerle eso. ¿Cómo pasó la noche?

-Su colega Klein no me dejó dormir mucho, estaba bastante interesado en saber de mí - Miro hacia un lado mientras hablaba con una expresión casi infantil en su rostro- y este cuarto... Podría encargarme de la decoración, que sea un edificio público no significa que deba ser de mal gusto.

-Lamentamos seguir molestándote - Se disculpó Numa- pero nosotros también tenemos preguntas.

-Dispare regulador - Mithril se incorporó y se sentó en la litera.

-¿Sabes la identidad del atacante? - Pregunto Cáliz que ya había sacado su libreta y luchaba por apoyarla en la pared y anotar con la mano buena.

-Veo que van directo al grano - Mithril sonreía- lamentablemente no sé la identidad de mi atacante.

-Parece muy relajado siendo que sobrevivió a un ataque que se cobró la vida de cinco personas - Numa lo miró con desconfianza.

-Estoy relajado porque sobreviví a un ataque que se cobró cinco vidas, si fuese otro el caso estaría preocupado o peor aún, muerto.

Risómico: Determinación de dueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora