Capítulo XII parte I: Una larga noche.

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Era quizás que la no forma tenía su propia intención

Y no había forma de cambiarla,

los Arcanos Mecanistas querían imponer su intención

y no tenían la intención de rendirse.

Génesis de Gelida: 5:01


Firo que había estado escuchando todo el tiempo desde el fondo del motocarro forense sentado sobre una caja de metal se puso de pie inmediatamente.

-¿Cómo qué decapitados? - Se había quedado allí esperando que lo examinaran. Habían acordado que dado que era el que menos participaba en la pelea podría ser el último en ser atendido.

-¿Los civiles estaban ahí? - Pregunto Cáliz que recién se percataba de su presencia.

-Si, perdón - Numa intentó excusarse- con todo esto no me di cuenta de...

-¡Eso no importa! - Le interrumpió Firo con la voz firme- expliquenme eso de que decapitaron a Gélion y a Ivone

-Es información sensible - dijo Caliz tratando de mantener su autoridad- no podemos compartirla con ustedes todavía.

-Por favor -Dijo Engrama desde el fondo incorporándose a medias desde la camilla plegable donde reposaba sin camisa y envuelto en vendas- Entiendo que no sea su deber decirnos nada, pero Gélion era nuestro amigo, nuestro mentor, necesitamos saber.

Cáliz miro el pecho vendado del operador y pudo imaginar el hematoma debajo, su mente calculo automáticamente la fuerza que debería haber tenido el impacto para causar un daño tan severo. Luego miró a Firo, vio en sus ojos un mundo desgarrado, un mundo que había sido destruido por la pérdida. De repente su resolución por acatar el protocolo empezó a desmoronarse.

-Caliz - le llamó la atención Numa y la miro a los ojos con una expresión blanda, como la de un padre explicándole una verdad incómoda a su hijo.

-Esta bien, creo que es lo mínimo que puedo hacer por ustedes, además.

Cáliz entro al motocarro y se acerco a Engrama. Le posó la mano gentilmente en el hombro, Automáticamente sintió un rechazo creciente treparle por la espalda, detestaba el contacto físico. Lucho contra ello, la situación lo ameritaba.

- Gracias, me salvaste allá adentro

-No fue nada - contestó Enrama- yo solo..

-No seas modesto, ninguno de los dos -miró a Firo- Ambos estuvieron bien, fueron de mucha ayuda.

Se hizo silencio durante unos momentos, Firo recordó la pelea y se sintió un cobarde, desde su ángulo pudo ver claramente como aquel monstruo superó a todos y cada uno de ellos. Le pareció imparable, soporto disparos que deberían haber matado a varias personas, derribó a Engrama de un solo golpe dejándolo completamente inhabilitado, lanzó fuego por su mano. Y todo eso sin contar la masacre que de seguro había perpetrado antes de que llegaran, la sangre, los cuerpos. El Hombre de negro no era normal, de solo recordarlo Firo sentía el mismo pánico que lo congelo en la puerta de La Fabrica. Solo atinó a reaccionar cuando vio caer a Engrama y aun así le costó forzar a su piernas a moverse en dirección a su amigo caído.

-¿Podrías decirnos que hay en el informe? - Dijo finalmente Firo - por favor.

-Si, pero luego quiero que me cuenten que paso ahí adentro. - Contestó Ceres

-Por supuesto - intervino Numa- Vamos a darte todos los detalles ¿cierto?- preguntó al grupo, todos asintieron. A Firo le pareció que la forense era demasiado delicada como para enfrentarse al horror que había allí adentro, pero asintió de todos modos. Después de todo ella iba a decirle que pasó con Geélion.

Risómico: Determinación de dueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora