Capítulo IX parte I: La forma que tomo El Rizoma.

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Sin la palabra absoluta para entendernos

solo podíamos expresarnos con violencia.

Aunque nos amaramos como hermanos

no podíamos más que matarnos el uno al otro.

Génesis de Gélida 11:05


 —Si el muchacho estaba fingiendo es mejor actor de lo que yo soy detective —le dijo Cáliz a Engrama desde el asiento de acompañantes en el motocarro.

habían terminado los interrogatorios y estaban llevando a ambos operadores en la parte de atrás a La fábrica para verificar las coartadas. Habría sido más fácil llevar una litografía de los jóvenes pero para ello era necesario un tiempo y recursos que por el momento no tenían.

—No creo que exista un actor tan bueno —respondió Numa sin apartar la vista del camino —elmío estaba bastante más nervióso al principio. —Cáliz sacó su libreta recientemente recuperada y se dispuso a anotar —El Grandote, vacilaba y trastabillaba cuando hablaba, le tuve que sacar charla sobre su familia para que se relaje y empiece a hablarme de lo que pasó esa noche.

—¿Y qué opinas? —le preguntó Cáliz mirando las luces incandescentes brillar suavemente durante el crepúsculo.

—No creo que sea nuestro tipo. Su historia concuerda, llegó al bar se emborrachó por una apuesta con nuestro cuarto hombre y llegó a su casa cerca de las 3. todavía tendríamos que ir a corroborar la historia con su familia y preferiría que lo hagamos antes de reportar nuestras investigaciones.

—¿Por qué?

—No adivinarás quién es su familiar.

—jum... —Cáliz pensó un momento —¿Se apellidaba Vergel?

—Sip.

—¿Hay algún Vergel famoso que no conozca?

—No, pero hay un Klein que podría tener problemas con que investiguemos a su sobrino.

—¡No puede ser! ¿El operador es familiar de ese klein? ¿Nuestro Klein? ¿Agustin Klein?

—Si, el mismo Klein, la ciudad es pequeña. —respondió Numa divertido.

—Estamos muertos —Cáliz se llevabó las manos a la nuca y apretaba los labios —Si estábamos en la cornisa por estar investigando solos, ahora estamos en el aire, cayendo hacia el vacio.

—No te preocupes —contestó Numa sonriendo —no estás viendo el panorama completo.

—Te escucho.

Cáliz volteóo a ver a sus dos pasajeros quienes hablaban en la parte de atrás del motocarro. Firo estaba tumbado en el asiento derecho con los ojos hinchados y colorados. Engrama estaba inclinado hacia él hablándole, posiblemente tratando de consolarlo.

—Agustin no está en buenos términos con el padre de Engrama, que por cierto se llama Jonatan. Parece que Engrama es hijo de un matrimonio anterior de la señorita Vergel y desde el punto de vista de los Klein la familia se perjudicaba al incluir... digamos una mujer en sus segundas nupcias.

—creí que habíamos abandonado el sistema de casas nobles.

—Por favor, no me digas que te sorprende.

—Me entristece, ¿entonces el papá de Engrama dejó la fuerza?

—No, dejó a la familia. Abandonó el apellido y tomó el de su esposa, consiguió trabajo como regulador de acero hasta que un Shagal le arrancó una pierna.

—No lo puedo creer —dijo Cáliz mirando nuevamente a Engrama con los ojos abiertos —es una historia para una dramanovela.

—Ya me lo imagino: El hombre de sangre azul —Numa forzó una voz nasal como si fuera un locutor que estuviera hablando a través de un megáfono —hijo de una moderna casa noble que lo deja todo por la mujer que ama y su hijo.

—Deja la seguridad de la oficina —continuó Cáliz Imitando el tono de Numa —y se va a pelear contras las bestias de Los Llanos en busca de un futuro mejor para su recién formada familia. Pero la desgracia lo persigue y el Azote de Los Llanos le arranca una pierna. Que vida, —se interrumpió a sí misma recuperando su tono normal —¿y que es de su familia ahora?

—Jonatan está pensionado pero trabaja en la boletería de la estación de trenes, la señora Vergel, Seda por si te interesa saber el nombre, se desempeña como médica y bueno nuestro pasajero es Operador.

—¿Entonces porque crees que habría problemas por investigarlo? si es un paria de la familia entonces no es un problema. además ni siquieras es sospechoso, es mas bien un testigo

—Porque temo que quieran incriminarlo. El chico en verdad tiene problemas con los Klein.

—Si el chico es inocente no vamos a permitir que le pase nada.

—Eso espero, no me gustaría que el precio de la justicia sea el dolor de un inocente. —Numa estaciono el motocarro cerca de la puerta de La fábrica —Y por cierto ya llegamos.

Los cuatro bajaron del auto, Tanto Firo como Engrama habían decidido cooperar con la investigación en todo lo que pudieran en cuando supieron lo que le pasó a Gélion. El grupo enfiló hacia La fábrica donde la fachada seguía tan rústica como la última vez.

Sin embargo no se escuchaba ningún sonido proveniente del interior y tratándose de una taberna eso siempre es un mal augurio. Numa y Cáliz se miraron extrañados, sabían por experiencia lo ominoso de aquel silencio. Llevándose las manos a la bandolera de sus repetidoras se dispusieron a entrar frente a la mirada despistada de los Civiles. Cáliz abrió la puerta y con un rápido movimiento se adentro a La fábrica horrorizada por lo que vio.

Risómico: Determinación de dueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora