Algo que no fuera ni forma perpetua
ni intención potente pero efímera
debía ser una síntesis que incorporase ambas,
debía ser materia que pudiera darse forma a sí misma
Génesis de Gélida: 5:06
Cáliz golpeaba frenéticamente su rodilla con el dedo como una forma de regular su ansiedad. Escuchaba los murmullos de las oficinas a través de la puerta, pero parecían tan lejanos que apenas los notaba. En vez de eso podía escuchar como tambores los latidos de su propio corazón. Cada pulsación estaba acompañada por un leve tirón en la herida de su hombro. Era un sutil recordatorio de lo vulnerable que estaba, y la vulnerabilidad la aterraba. No paraba de sentir una sensación de opresión como si alguien la estuviera acechando. Le pasaba cada vez que entraba a aquella oficina.
Estaba sentada frente al amplio escritorio de madera del despacho del regulador principal esperando en silencio a que Klein terminara de leer sus informes. A su lado Numa estaba igual de tenso, pero lo disimulaba cruzándose de brazos mirando por la ventana. Los ojos del regulador principal corrían en zig zag sobre las hojas recopilando información, su expresión se escondía debajo del bigote y Cáliz pensó que era deliberado para que sea más difícil leer su expresión.
El despacho parecía tener una decoración pensada específicamente para intimidar. En las paredes laterales estaban amuradas armas oficiales de diferentes periodos históricos del cuerpo de Reguladores. Desde las primeras armas de chispa del tiempo de la segunda fundación, pasando por las shagaleras de cerrojo y llegando a las modernas repetidoras de tambor.
En la pared del fondo detrás de Klein había un uniforme ceremonial de regulador enmarcado y más arriba el cráneo y las garras de un shagal. Los huesos eran imponentes, la mandíbula debía medir unos treinta centímetros y las garras cerca de sesenta. Y debajo, sentado frente a ellos se encontraba la máxima autoridad de los detectives del cuerpo de reguladores.
—Comprendo — Klein rompió el silencio manteniendo un tono ameno en su voz rasposa— entonces el sospechoso escapó luego de perder una mano. Estoy intrigado por estás repetidoras que lanzan fuego, ¿pudieron notar algún detalle sobre su mecanismos?
— No señor — contestó Numa— pero tampoco podemos estar seguros de que fuera un arma lo que utilizó para atacarnos — el regulador debió disimular el dolor que sintió cuando Cáliz le pisó el pie.
— ¿Qué quiere decir? — Klein levantó la vista del informe.
— Me refiero a que podría haber utilizado un mechero y alguna bebida alcohólica.
— Es lo más probable — Klein parecía complacido con la respuesta —, en cualquier caso tuvieron una noche agotadora y salvaron la vida de un civil, no sin haber pagado un precio. — le dedicó una mirada al hombro de Cáliz— ¿Podría decirme porqué estaban allí esa noche?
— Si — contestó Cáliz— porque cometí un error, fui imprudente y creí que podía saltarme el protocolo de respuesta estándar.— Numa la miró asombrado.
— ¿Una disculpa? ¿ninguna réplica sagaz?¿o un intento de justificación? — Klein estaba entre asombrado y divertido.
—No hay justificación para mi conducta — Cáliz mantenía una expresión estoica— quise ser como Lurio Aretario y me costó caro, casi pagamos el precio máximo.
—Parece que no va a hacer falta que la escarmiente por ello.
Numa podía ver a través del mostacho una sonrisa en el rostro del regulador principal.
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Risómico: Determinación de duelo
Mistério / SuspenseHay un precio por desenterrar secretos y este caso solo se puede pagar con sangre. No hay límites en este mundo más que los que cada arcanista elige y esto lejos de ser algo bello, es peligroso. Las varitas son para niños, aquí la magia se carga en...