capitulo 9

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Capitulo 9: Un nuevo comienzo.

Rachel después de un rato despertó.
—Se acaba de despertar. —dice Banner.
—ire a verla primero. —Responde Steve.
Steve camina hacia el cuarto donde la tenían.
—¿que hago aquí? —dice ella.
—Estás en la Torre de los Vengadores —dijo Steve con calma, intentando que su voz fuera tranquilizadora. —Necesitamos hablar contigo sobre lo que pasó y cómo llegaste aquí.
Rachel se sentó en la cama, recordando fragmentos confusos de su reciente encuentro con los Vengadores y las sombras de su pasado. Había una parte de ella que se sentía aliviada por no estar en manos de su "padre", pero también estaba asustada y desorientada.
—¿Por qué me tienen aquí? —preguntó, su voz temblando un poco. —¿Qué quieren de mí?
—No queremos hacerte daño, Rachel —dijo Steve, manteniendo contacto visual. —Lo que queremos es ayudarte a liberarte de Hydra. Sabemos que has estado bajo su control y queremos que comprendas que no eres un arma. Eres una persona, y tienes derecho a ser libre.
Rachel sintió un nudo en el estómago al escuchar la palabra "libre". Durante tanto tiempo, había sido tratada como un objeto, como una herramienta para los planes de otros. Pero ahora, en este lugar con estos extraños, había una sensación de que tal vez podía ser diferente.
—¿Cómo puedo confiar en ustedes? —dijo, con una mezcla de escepticismo y vulnerabilidad. —No sé quiénes son realmente.
Steve asintió, comprendiendo su desconfianza. —Tienes razón, no me conoces. Pero puedo asegurarte que estamos aquí porque nos importa. Bucky, el hombre que estaba contigo antes, también estuvo bajo el control de Hydra, y él sabe lo que significa esa lucha.
—¿Bucky? —Rachel frunció el ceño, recordando su presencia. Algo en su mirada le resultaba familiar, pero no podía conectar los puntos.
—Sí, él ha estado lidiando con su pasado, al igual que tú. —Steve hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. —Queremos ayudarte a encontrar respuestas sobre ti misma y lo que te han hecho.
—¿Y si no quiero recordar? —Rachel preguntó, su voz apenas un susurro.
—Eso es totalmente comprensible —dijo Steve. —Pero la decisión es tuya. Lo único que queremos es que sepas que tienes opciones y que no tienes que seguir los caminos que otros han trazado para ti.
Un silencio se apoderó de la habitación mientras Rachel luchaba con sus pensamientos. La idea de recordar la vida que le habían arrebatado, de enfrentarse a su dolor, la asustaba. Pero también sentía un destello de esperanza al pensar en la posibilidad de construir algo nuevo.
—Está bien, —dijo finalmente, su voz más firme. —Quiero saber la verdad. Quiero entender quién soy y qué me hicieron.
Steve sonrió, aliviado. —Esa es una gran decisión, Rachel. Vamos a hacerlo juntos. Pero primero, te daré un poco de tiempo para que te recuperes y después podemos hablar con Bucky y el resto del equipo.
Rachel asintió, sintiéndose un poco más tranquila. Aunque el futuro era incierto, sabía que estaba en un lugar donde podría finalmente enfrentar su pasado y buscar su propio camino. A medida que Steve se alejaba, se permitió un momento de reflexión. Había tomado una decisión: ya no sería una marioneta, sino que comenzaría a recuperar el control de su propia vida.
Steve salió del cuarto y se unió al resto del equipo en la sala de control. Los demás lo miraban con preocupación.
—¿Qué pasó? ¿Te atacó o algo? —preguntó Natasha, cruzando los brazos.
—No, para nada —respondió Steve, tomando una respiración profunda. —Estaba confundida, pero aceptó que la ayudemos.

—¿Le dijiste algo sobre lo que te dicho de sus padres? —intervino Bucky, con una mezcla de ansiedad y culpabilidad en su voz.
—No. Creo que es mejor que aún no le digamos nada sobre eso —dijo Steve, con firmeza. —Por su bien. Necesita tiempo para procesar lo que ha pasado y decidir cómo quiere seguir adelante.
Natasha asintió, pensativa. —Tienes razón. Si le lanzamos toda la verdad de golpe, podría sentirse abrumada.
—Exactamente —dijo Steve—. La prioridad es que se sienta segura. Ayer fue solo un soldado de Hydra, pero ahora tiene la oportunidad de ser algo más.
Tony se pasó una mano por el cabello, frustrado. —¿Y qué si vuelve a ellos? La manipulación no se deshace tan fácil.
—Eso es algo que ella tendrá que enfrentar —dijo Steve, con determinación—. Pero si le mostramos que estamos aquí para apoyarla, tal vez encuentre la fuerza para resistir.
Bucky se quedó en silencio, luchando con sus propios sentimientos de culpa. Nunca había pensado que volver a encontrarse con aquella niña que había dejado atrás como un recuerdo lejano sería tan complicado. —¿Y si la asustamos? No quiero que piense que solo soy un monstruo.
—Lo entiendo, Bucky —respondió Steve—. Pero lo mejor que puedes hacer ahora es ser honesto con ella cuando esté lista. No puedes cambiar lo que hiciste, pero puedes demostrarle que quieres ayudar.
—Si no le decimos nada, ¿cómo va a confiar en nosotros? —intervino Clint, con el ceño fruncido.
—La confianza no se construye de la noche a la mañana —dijo Natasha—. Vamos a tener que ganárnosla con acciones, no solo con palabras.
Steve miró a todos, sintiéndose más decidido que nunca. —Bien, vamos a trabajar en eso. Asegurémonos de que sepa que aquí puede encontrar un lugar seguro, y que estamos dispuestos a ayudarla a reconstruir su vida.
Los Vengadores asintieron, sabiendo que el camino por delante sería difícil, pero con la esperanza de que juntos podrían ayudar a Rachel a encontrar su propio camino, lejos del control de Hydra.

Rachel, tras la charla con Steve, se quedó dormida. Se sentía agotada y necesitaba recuperar energías. Horas más tarde, despertó con la luz del sol filtrándose por la ventana. Miró a su alrededor, recordó que estaba en la torre de los Vengadores y decidió explorar.

Al salir de su cuarto, se encontró con un espacio vasto y moderno. La arquitectura era impresionante, con grandes ventanales que ofrecían vistas panorámicas de la ciudad. Mientras caminaba, admiraba los detalles del diseño: los muebles elegantes, las pantallas que mostraban información en tiempo real, y los recuerdos de las batallas pasadas que decoraban las paredes. A pesar de la grandeza del lugar, se sentía extrañamente tranquila, como si finalmente tuviera una oportunidad que había estado esperando durante tanto tiempo.
—Tony se pasó un poco con la torre, pero a él le gusta lucirse —dijo Natasha, apareciendo de repente a su lado, haciendo que Rachel se sobresaltara.
—¡Vaya! No me esperabas, ¿verdad? —bromeó Nat, sonriendo.
—Tal vez, pero supongo que se lució bien para darle lo mejor a ustedes —respondió Rachel, alzando los hombros. Se sintió un poco más a gusto al hablar con Natasha, quien parecía genuina y amigable.
—Es cierto, pero en realidad es un poco egoísta —dijo Natasha, sonriendo con complicidad—. Le encanta mostrar lo que puede hacer, pero también se preocupa mucho por nosotros.
Rachel miró a su alrededor, aún sintiéndose un poco fuera de lugar. —Es impresionante, aunque un poco abrumador.
—Entiendo —respondió Natasha, su tono volviéndose más suave—. Todo es nuevo al principio. Pero aquí estás a salvo.

Entré el amor y el odio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora