capitulo 12

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La cena en la cocina de los Vengadores estaba llena de risas y un ambiente cálido. Clint había preparado hamburguesas y papas fritas, y el aroma que llenaba el aire hacía que todos se sintieran cómodos. Rachel, sentada entre Natasha y Tony, disfrutaba de la atmósfera familiar que había comenzado a construir en su nuevo hogar.
—Así que, Rachel —dijo Clint, mientras colocaba una hamburguesa en su plato—. ¿Qué has aprendido de la tecnología de Stark? ¿Vas a robarnos el trabajo?
Rachel sonrió, sintiéndose halagada. —No, solo estoy intentando no hacer explotar nada. Pero es fascinante ver cómo funcionan las cosas aquí.
—¿Sabías que es el mejor ingeniero de su generación? —intervino Natasha, mirando a Tony con una sonrisa burlona.
—¿Mejor que tú? —preguntó Rachel, levantando una ceja.
—Oh, claro, soy un genio —respondió Tony, adoptando una postura arrogante, pero con una sonrisa—. Aunque creo que necesitas un poco de trabajo en tus cumplidos.
El grupo estalló en risas, y Rachel sintió un cálido sentido de pertenencia. Mientras disfrutaban de la cena, Bucky se quedó al margen, observando la dinámica. Aun así, se sintió atraído por la risa de Rachel y la forma en que encajaba en el grupo.
Después de un rato, Natasha notó la mirada de Bucky hacia Rachel. —Bucky, ven aquí. Te presentamos a la nueva recluta.
Rachel levantó la vista y se encontró con los ojos de Bucky, sintiendo un pequeño escalofrío. Había algo en su mirada que le resultaba familiar, pero no podía identificar qué era.
—Hola, Rachel —dijo Bucky, acercándose a la mesa y evitando su mirada. Su voz era profunda y calmada.
—Hola, Bucky. —Rachel le sonrió, sintiéndose un poco nerviosa—. He estado escuchando cosas interesantes sobre ti.
Bucky se quedó quieto, una mezcla de emoción y miedo en su corazón. —¿Cosas buenas, supongo? —preguntó, tratando de mantener la conversación ligera.
—Bueno, Natasha dice que eres un experto en combate —respondió Rachel, intentando romper el hielo—. De hecho, creo que podrías darme algunas lecciones.
Bucky se quedó callado por un momento, sopesando sus palabras. —Tal vez. —Sonrió levemente—. Pero solo si estás lista para lo que eso implica. No será fácil.
—Lo que sea necesario —respondió ella con determinación—. He tenido que lidiar con muchas cosas difíciles, así que creo que puedo manejarlo.
La conversación se interrumpió momentáneamente cuando Clint hizo un comentario gracioso sobre una de sus misiones pasadas, haciendo que todos estallaran en carcajadas. Rachel se sintió a gusto, pero notó que Bucky seguía siendo un poco distante.
Mientras la cena continuaba, Rachel decidió acercarse a él un poco más. —¿Y tú? ¿Cómo has estado? —preguntó con sinceridad.
Bucky parpadeó, sorprendido por la pregunta. —He estado… bien. —Una pausa incómoda se formó entre ellos—. Solo intentando adaptarme.
—Es un gran cambio, lo sé. Yo también estoy tratando de encontrar mi lugar aquí. —Rachel sonrió, y por un instante, Bucky sintió que se estaba acercando a la persona que había sido en su infancia.
—No es fácil. Pero tienes un buen grupo de apoyo a tu alrededor —dijo Bucky, asintiendo hacia los demás.
—Sí, son geniales. —Rachel miró a los otros, sintiendo gratitud—. Pero a veces, se me hace difícil
Bucky sintió que sus muertes pesaban sobre él. Ella no sabía cuántas vidas se habían perdido por su culpa, y eso le costaba aceptarlo. Pero, en ese momento, quería apoyarla. —A veces, el pasado puede ser un peso difícil de llevar. Pero lo importante es lo que hacemos ahora. Te estás adaptando, y eso es admirable.
Rachel se sintió aliviada por sus palabras. —Gracias, Bucky. Espero que podamos conocernos mejor. Después de todo, tenemos que trabajar juntos, ¿no?
Bucky asintió, una chispa de esperanza en su interior. Tal vez, con el tiempo, podría compartir su pasado y encontrar el perdón, no solo en ella, sino en sí mismo. —Sí, me gustaría eso.

La cena continuó, llena de risas y conversaciones. Aunque Bucky estaba atrapado en sus pensamientos, la calidez de la compañía lo rodeaba. Había algo en Rachel que lo impulsaba a seguir adelante y enfrentarse a sus demonios. Quizás un día encontraría el valor para contarle la verdad, pero por ahora, se sentía agradecido de que ella estuviera en su vida, incluso si todavía no lo sabía.

Entré el amor y el odio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora