Capitulo 47: Nacimiento de un vinculo: Odenta Mitsuyu

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Pensamientos

Diálogos

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Después de resolver el asunto de Loke y ver cómo este regresaba a Fairy Tail como el espíritu estelar de Lucy, Shirou regresó a su hogar, el lugar donde la forja era tanto un refugio como una extensión de su propia voluntad. La familiaridad del sonido del metal resonando, el calor del fuego y el olor del acero fundido lo devolvieron a su esencia.

Mientras caminaba hacia su taller, su mente estaba fija en la necesidad de forjar una nueva espada. Onimaru le había servido bien, pero Shirou sabía que su estilo de lucha, perfeccionado con Kanshou y Byakuya, siempre había dependido de tener dos espadas en mano. Desde la batalla contra Phantom Lord y el enfrentamiento con José, había quedado claro que confiar únicamente en su habilidad para proyectar armas lo dejaba vulnerable. La proyección, aunque poderosa, drenaba una gran cantidad de su energía mágica, y la batalla anterior le había enseñado que no siempre podía depender de su magia para crear lo que necesitaba.

Además, el uso de un Noble Phantasm en ese combate había agotado considerablemente sus reservas. A pesar de su resistencia, la proyección continua y el refuerzo sobrecargaron su cuerpo, dejándolo en una situación difícil. Así que, tras esa experiencia, había decidido que tener una espada real, sólida, sería necesario. No una proyección, sino algo tangible. Pero ahora el desafío radicaba en el material. El hierro negro que recibió de Mystogan casi se había agotado, y encontrarlo de nuevo sería una tarea difícil, pues el propio Mystogan era complicado de localizar. También le quedaba algo de acero carmesí, el mismo material con el que había forjado una de las katanas de Erza, pero no era suficiente para una creación completa. Mezclar ambos materiales tampoco parecía viable, ya que la cantidad de cada uno era muy limitada, y Shirou no podía arriesgarse a malgastar lo poco que tenía.

Mientras sus pensamientos vagaban, una espada vino a su mente: Kogarasumaru, la katana que había destruido en Tesseram. Muichertach la había portado bien antes de que fuera deshecha, y aunque estaba hecha de materiales comunes, era una espada formidable. Si lograba forjar algo similar, aunque fuera con lo que tenía a la mano, podría servirle hasta que consiguiera más recursos.

Perdido en sus pensamientos, Shirou fue interrumpido por una ligera perturbación en el campo delimitado que rodeaba su hogar. Instintivamente, dejó de lado lo que estaba haciendo y dirigió su atención hacia afuera. Loke estaba esperando.

Sin dudarlo, Shirou salió al exterior, y allí, de pie en la oscuridad de la noche, Loke lo observaba con una expresión seria, pero también cargada de gratitud. El león estelar cruzó los brazos y esbozó una leve sonrisa al ver a Shirou acercarse.

Shirou: No esperaba verte por aquí tan pronto

Comentó Shirou, deteniéndose frente a él.

Loke inclinó ligeramente la cabeza, con esa mezcla característica de despreocupación y elegancia que siempre lo acompañaba.

Loke: Bueno, quería agradecerte personalmente. No tuve oportunidad de hacerlo antes, pero tú y Lucy...

Loke hizo una pausa, con sus ojos brillando con una sinceridad poco común en él.

Loke: No se rindieron conmigo. Nunca nadie había hecho tanto por mí, no después de lo que pasó con Karen.

Shirou cruzó los brazos, mirando a Loke con una sonrisa suave.

Shirou: Hicimos lo que cualquiera haría por un amigo

Respondió Shirou, restándole importancia a su esfuerzo.

Shirou: Y lo más importante es que ahora tienes una nueva oportunidad. ¿Qué vas a hacer con ella?

Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora