Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de Acero

Capitulo 42: Hay cosas que no puedes entender incluso encontrándolas

Pensamientos

Diálogos

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Fuera del gigantesco Phantom MK II, el campo de batalla estaba en plena efervescencia. Cana y Macao lideraban la resistencia de los miembros de Fairy Tail, agrupándolos para soportar la arremetida de los remanentes de Phantom Lord. Cana, con la mirada firme y decidida, gritaba órdenes, alentando a sus compañeros a no caer y a seguir peleando.

Cana: ¡No se rindan!

Gritaba Cana mientras lanzaba cartas mágicas para repeler a los atacantes.

Cana: ¡Resistan, no podemos permitir que nos derroten!

Macao, a su lado, también trataba de mantener la moral alta.

Macao: ¡Confíen en los demás!

Macao añadía, esquivando ataques y contraatacando con su magia de fuego.

Macao: ¡Este es nuestro gremio! ¡Demuéstrenles de qué está hecho Fairy Tail!

Mientras peleaban, dos miembros de Phantom Lord aprovecharon una distracción y se acercaron peligrosamente a Cana, listos para atacarla. Justo cuando estaban a punto de lanzar su ataque, dos balas impactaron con precisión en ellos, dejándolos fuera de combate. Eran Bisca y Alzack, que habían llegado a tiempo para ayudar.

Cana: ¡Vaya momento! ¡Bienvenidos, chicos!

Exclamó Cana, con una sonrisa de alivio

Macao: Justo a tiempo! ¿Qué pasó con el maestro?

Dijo Macao mientras repelía a otro enemigo

Bisca: Está bien, no te preocupes. Vinimos lo antes posible para ayudar.

Respondió Bisca, bajando su rifle

Alzack: Todo estará bien.

Aseguró Alzack mientras ambos se unían a la formación.

Macao: Eso espero.

Murmuró Macao, volviendo a concentrarse en el combate mientras, con la ayuda de Bisca y Alzack, reorganizaban su ofensiva para enfrentar a las fuerzas restantes de Phantom Lord.

Mientras tanto, dentro del gigantesco edificio, el combate entre Shirou y Jose había alcanzado un nuevo nivel de intensidad. Jose mantenía una sonrisa fría y despectiva mientras lanzaba relámpagos hacia Shirou, quien los esquivaba con agilidad, siempre en guardia.

Jose: ¿De verdad crees que puedes derrotarme, Roran, con la poca energía mágica que te queda?

Provocó Jose, observando con atención cada uno de los movimientos de Shirou.

Shirou no respondió, pero su mirada lo decía todo. Estaba concentrado, enfocado en cada ataque de su enemigo, sin caer en las provocaciones.

Jose: ¿Sabes por qué no maté a Makarov?

Continuó Jose con una sonrisa burlona mientras lanzaba otro rayo que Shirou esquivó por los pelos.

Jose: Fue por desesperación. Quiero que vea su gremio destruido, sus preciados miembros muertos. Quiero que lo vea todo antes de que yo lo mate.

Jose continuó lanzando ataques, mientras Shirou proyectaba espadas y las lanzaba de vuelta hacia él. Sin embargo, las sombras de Jose bloqueaban los proyectiles con facilidad.