Capitulo 39: Todo el mundo huye de una prisión llamada "yo mismo"

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Pensamientos

Diálogos

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El ambiente dentro del gremio de Fairy Tail estaba cargado de tensión y melancolía. Tras la reciente retirada y la pérdida temporal de su maestro, el ánimo de los miembros estaba notablemente decaído. Las heridas físicas comenzaban a sanar, pero las emociones seguían a flor de piel. Macao, sentado en un taburete, golpeó la mesa con frustración y exclamo con su rostro endurecido.

Macao: Es una vergüenza que hayamos tenido que retirarnos.

Wakaba añadió, dejando escapar una nube de humo mientras hablaba. La derrota seguía pesando sobre ellos.

Wakaba: Ni siquiera hemos podido vengar a Levy y su equipo.

En una esquina del gremio, Lucy estaba apartada de todos, abrazándose a sí misma, sumida en sus pensamientos. La culpa la consumía. Todo lo ocurrido... los ataques de Phantom Lord, las heridas a sus amigos, la pérdida de Makarov... todo parecía ser su responsabilidad, o al menos eso creía. Su padre había sido el responsable de su captura, y ahora Fairy Tail estaba envuelto en una guerra por su culpa.

Wakaba, mientras se quejaba, sacó una bolsa llena de lacrimas, aquellas herramientas mágicas que podían ser utilizadas a distancia, una ventaja en la guerra mágica, su plan sonaba simple, pero el resentimiento en su voz lo hacía evidente.

Wakaba: Es hora de contraatacar. Si llevamos suficientes lacrimas, podremos atacarlos desde lejos y compensar lo de antes.

Gray, que observaba a Lucy desde lejos, percibió su malestar y decidió acercarse. Con un leve toque en su hombro, la sacó de su ensimismamiento y preguntó en un tono calmado, pero directo.

Gray: ¿Todavía estás preocupada?

Lucy levantó la mirada, sus ojos reflejando la culpa que sentía en su interior.

Lucy: No es eso... simplemente lo siento mucho.

Antes de que Gray pudiera responder, Elfman intervino con su habitual falta de tacto.

Elfman: No te preocupes tanto, Lucy. Las hijas de las familias ricas siempre son objetivos. Es el trabajo de tu padre protegerte, no el tuyo.

Gray: ¡No digas esas cosas, Elfman!

Happy, con su curiosidad innata, se unió a la conversación.

Happy: Lucy, ¿por qué te estás escondiendo?

Lucy: No me estoy escondiendo. Solo... escapé de casa. Y es algo de lo que no quiero hablar. No entiendo por qué mi padre está haciendo esto ahora. Hace un año, cuando me fui, no le importó. Y ahora... lo que está haciendo para traerme de vuelta es horrible. Todo esto es culpa mía por haber huido en primer lugar.

Elfman, aunque con buenas intenciones, volvió a intervenir.

Elfman: No es tu culpa, Lucy. Esto es culpa de tu padre, no tuya.

Gray, viendo que Elfman no entendía el punto, volvió a corregirlo.

Gray: Deja de decir tonterías.

Elfman se corrigió rápidamente.

Elfman: Bueno, es culpa de Phantom Lord. No de Lucy. Eso es lo importante.

Lucy, sin embargo, seguía sumida en su propio arrepentimiento.

Lucy: Realmente lo siento... Quizá lo mejor sería que volviera a casa. Si lo hago, todo esto podría volver a la normalidad.

Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora