Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de Acero

Capitulo 40: Hay cosas que no se pueden expresar con palabras

Pensamientos

Dialogos

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Erza, Natsu, Gray y Elfman salieron corriendo hacia el edificio de Phantom Lord, siguiendo la petición de Shirou. Su determinación estaba clara: terminarían con los Elemental Four y Gajeel, tal como Shirou les había encomendado, mientras él mantenía a raya a las sombras de José con los soldados invocados por Thermopylae Enomotia. Mientras tanto, Mirajane tomó a Lucy del brazo y la apartó del campo de batalla. Loke, siempre preocupado por la seguridad de su compañera, sugirió:

Loke: Tenemos una guarida secreta. Lo mejor es que te quedes allí hasta que esta guerra termine, Lucy.

Pero Lucy negó con la cabeza, con su expresión llena de resolución.

Lucy: No, no puedo. Todo esto está sucediendo por mi culpa. No puedo quedarme de brazos cruzados. Quiero pelear junto a todos ustedes.

Mirajane, con una mirada compasiva, se acercó a Lucy y le dijo, señalando el caos a su alrededor.

Mirajane: Lucy, por favor, piensa en lo que ha pasado. Mira a tu alrededor. Nuestros compañeros están heridos, nuestro gremio destruido, y todos están luchando con todo lo que tienen para protegerte.

Lucy intentó protestar, pero Mirajane la interrumpió, acercándose un poco más. Con un movimiento suave de su mano y un destello de su magia, dejó a Lucy inconsciente. La joven celestial cayó suavemente en los brazos de Mirajane.

Mirajane: Reedus, llévala a la guarida.

Reedus asintió y, usando su magia, dibujó un carruaje lo suficientemente grande para transportarlos a ambos. Subió a Lucy cuidadosamente y se dirigieron al escondite, asegurándose de que estuviera a salvo. Mientras tanto, Mirajane se transformó en Lucy, adoptando su apariencia y acercándose a Shirou, quien seguía en combate con las sombras de José y apoyando a sus espartanos en la batalla. Al verla acercarse, Shirou sintió de inmediato que algo no cuadraba; aunque parecía Lucy, había algo diferente en su postura y en su mirada, entonces le pregunto a Shirou imitando la voz de Lucy.

Mirajane: ¿Cómo ves las cosas?

Shirou la observó atentamente por un momento antes de sonreír levemente.

Shirou: Así que esta es tu magia. Eres Mira, ¿verdad?

Mirajane asintió, sin deshacer su transformación.

Mirajane: Sí, no puedo pelear como antes, pero haré lo que sea necesario para proteger a mis amigos. Cueste lo que cueste.

Shirou la miró con respeto y asintió.

Shirou: Está bien. Si esa es tu decisión, la respeto.

Mirajane, preocupada, le preguntó:

Mirajane: ¿Crees que tenemos alguna posibilidad?

Shirou mantuvo su mirada en el frente, donde sus espartanos seguían combatiendo con las sombras de José. Luego, con seguridad, dijo:

Shirou: No te preocupes. Ganaremos. Sin importar lo que tenga que hacer.

Después de esas palabras, Shirou se dirigió hacia Cana, quien lideraba a los demás magos de Fairy Tail en la batalla contra las sombras.

Shirou: Cana, encárguense de las sombras que se acerquen demasiado. Yo me adelantaré para apoyar a mis soldados en la vanguardia.

Cana lo miró con una mezcla de preocupación y admiración, y le dijo, mientras Shirou avanzaba hacia el frente.