Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de Acero

Capitulo 46: La Estrella que no puede volver al Cielo

Pensamientos

Diálogos

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Después de salir del gremio de Blue Pegasus, Shirou, Erza, Lucy y Fou se dirigieron hacia la cascada cercana, donde se encontraba la tumba de Karen Lilika. El sonido del agua cayendo era lo único que se escuchaba en el tranquilo paisaje hasta que la figura solitaria de Loke apareció frente a la tumba, contemplando en silencio el lugar de descanso de su antigua invocadora. Shirou fue el primero en romper el silencio. Dio un paso adelante y llamó suavemente.

Shirou: Loke.

Lucy, con preocupación en su voz, agregó.

Lucy: Todos te hemos estado buscando, Loke.

Shirou se acercó más y, con respeto, ofreció una breve oración frente a la tumba. Luego, miró a Loke.

Shirou: ¿Es esta la tumba de Karen Lilika?

Loke se sobresaltó al escuchar que sabían el nombre de Karen, pero antes de que pudiera hablar, Shirou continuó.

Shirou: Karen Lilika, la maga de espíritus estelares. O tal vez debería decir la antigua maestra del espíritu estelar Leo, el León Dorado.

Loke soltó un suspiro, abatido.

Loke: Ya veo... así que finalmente descubrieron mi secreto.

Shirou asintió.

Shirou: Al principio tenía mis dudas. Tu presencia se sentía diferente a la de los otros magos de Fairy Tail, pero después de pasar tanto tiempo con Lucy, todo empezó a aclararse. Todo encajó después del incidente con Phantom Lord... tu fuerza y presencia parecían desvanecerse. Solo había una explicación posible: la falta de energía mágica. A final de cuentas eres un espíritu estelar, y tu energía mágica no es algo que puedas reponer por ti mismo.

Lucy intervino, su voz suave pero firme.

Lucy: Eso debe ser porque, normalmente, cuando un invocador muere, el contrato se rompe y el espíritu estelar es obligado a regresar al mundo de los espíritus antes de que un nuevo invocador lo llame.

Shirou, asintiendo, agregó.

Shirou: Pero Karen murió... y tú no regresaste al mundo espiritual. Eso solo puede significar que hubo una razón por la cual te quedaste aquí.

Loke, con una expresión de dolor en su rostro, murmuró.

Loke: Tres años...

Erza, sorprendida, lo miró con seriedad.

Erza: ¿Tres años? La única manera de que eso sea posible es que hayas hecho algo realmente grave.

Loke asintió con resignación.

Loke: Entiendo lo que insinúas, Erza. Pero ya ha pasado tanto tiempo... he perdido la voluntad de seguir luchando.

Shirou dio un paso hacia él.

Shirou: Esa es la razón por la que traje a Lucy. Ella puede ayudarte. Ella puede abrir la puerta al mundo de los espíritus estelares y devolverte a casa.

Loke sacudió la cabeza, con un aire sombrío.

Loke: Pensé que te dije, Shirou, que no te involucraras en mis asuntos.

Shirou lo miró fijamente, sin ceder.

Shirou: Eres mi amigo, Loke. Y haré lo que sea necesario para salvarte.