Capitulo 38: Un padre y un hijo comparten cualidades negativas: Magus Killer

256 38 5
                                    

Pensamientos

Diálogos

________________________________________________________________________________

Después de la intensa batalla con Gajeel en la plaza central de Magnolia, Shirou no perdió tiempo. Jet, Droy y Levy estaban gravemente heridos, y aunque hubiera preferido llevarlos con Porlyusica, sabía que el hospital de Magnolia era la opción más rápida. Con cada paso, sentía la presión de la responsabilidad y el peso de las heridas que sus compañeros habían sufrido. Al llegar al hospital, el personal médico se apresuró a atenderlos, y Shirou se quedó lo suficiente para asegurarse de que estaban en buenas manos. Sin embargo, su mente no descansaba, y sabía que aún tenía algo importante que hacer. Shirou se dirigió directamente al gremio, más específicamente al sótano donde probablemente el maestro Makarov seguiría. Al llegar, vio a Mirajane, quien estaba a punto de retirarse, y ella lo saludó con una sonrisa amable, aunque notó de inmediato la seriedad en el rostro de Shirou y se dirigió a el con su tono habitual.

Mirajane: Es bastante tarde para una visita, ¿no crees, Shirou?

Shirou asintió, manteniendo su expresión firme.

Shirou: Necesito hablar con el maestro, Mirajane.

Ella lo miró un momento, notando que algo serio había sucedido, y sin hacer preguntas, asintió.

Mirajane: Está bien, sígueme, el maestro aún está aquí.

Al entrar, Makarov lo esperaba, sentado frente a su mesa, sosteniendo un vaso en la mano. Al ver a Shirou, le dedicó una sonrisa, pero esta desapareció rápidamente al notar la expresión en el rostro del joven.

Maestro Makarov: Parece que no has venido solo para compartir una copa, Shirou.

Shirou respiró profundamente y relató los acontecimientos recientes. Le habló de la pelea con Gajeel y cómo Jet, Droy y Levy estaban heridos, aunque fuera de peligro, en el hospital. El ambiente en la habitación cambió de inmediato. La mano de Makarov apretó el vaso con fuerza, y de repente, el cristal se rompió, dejando caer pequeños fragmentos sobre la mesa. Su rostro, usualmente alegre y amable, se endureció de furia contenida y dijo en un tono bajo pero lleno de amargura.

Maestro Makarov: He intentado ignorar esto por el bien de todos... Pero ningún padre puede quedarse quieto después de saber que han hecho correr la sangre de sus hijos.

Makarov giró hacia Mirajane, con su voz firme y llena de ira:

Maestro Makarov: Reúne a todos a primera hora de la mañana. Vamos a la guerra.

El peso de sus palabras cayó sobre la habitación como una sentencia. Shirou, aunque comprendía la gravedad de la situación, tenía algo más en mente. Dio un paso al frente.

Shirou: Maestro, tengo algo que decirle.

Makarov lo miró, esperando que Shirou se retractara o que intentara evitar el conflicto. Sabía de la aversión de Shirou hacia la violencia innecesaria, y no quería forzarlo a luchar en una guerra que tal vez no deseaba y se dirigió a el intentando suavizar la situación.

Maestro Makarov: No es necesario que participes, Shirou. Sé que la guerra no es algo que quieras enfrentar, y nosotros podemos con esto. No tienes que ir .

Pero Shirou negó con la cabeza.

Shirou: No es eso, maestro. Tengo otra cosa que hacer. Debo encontrarme con Mystogan para resolverlo.

Al escuchar el nombre de Mystogan, Makarov levantó una ceja. La situación tomaba un giro inesperado y el maestro advirtió a Shirou con sus ojos clavados en el.

Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora