Espadas Entrelazadas: Destino Escarlata y Alma de Acero

Capitulo 25: Reunión: Rumbo al Imperio de Tesseram.

Pensamientos.

Diálogos.

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El sol ya había salido cuando Shirou despertó, sintiendo una sensación húmeda en su rostro. Abriendo lentamente los ojos, descubrió que Fou estaba lamiéndolo con entusiasmo, claramente demandando su desayuno. Shirou sonrió, acariciando suavemente la cabeza de Fou antes de levantarse de la cama.

Fou: Fou.

Shirou: Está bien, está bien, ya voy.

Después de alimentar a Fou, Shirou se dispuso a preparar su propio desayuno. Mientras cocinaba, su mente vagaba hacia los eventos del día anterior, en particular su entrenamiento con Zelretch. Una vez que terminó de comer, Shirou se tomó un momento para revisar las heridas autoinfligidas de la noche anterior. Estaban sanando gracias a Avalon, pero aún así eran un recordatorio de las limitaciones que había descubierto.

Mientras reflexionaba, Shirou pensó en cómo, antes de llegar a Earthland, las únicas veces que había experimentado la dolorosa aparición de cuchillas en su cuerpo fue cuando llevó sus circuitos mágicos al límite. Ahora, además de no poder usar su Reality Marble, también tenía que ser más cuidadoso al proyectar Noble Phantasms. Si excedía su límite, podría acabar hiriéndose a sí mismo. Fou hizo un pequeño sonido, captando la atención de Shirou. Al mirarlo, Shirou recordó algo que Zelretch había mencionado en la casa de Porlyusica: que Earthland era un mundo con un mejor maná. Eso hizo que Shirou reflexionara aún más profundamente.

Shirou: ¿Será que el maná en Earthland es tan puro que está sobrecargando mis circuitos cuando lo canalizo?

Si ese era el caso, entonces la solución era clara. Shirou tendría que mejorar en el uso de este maná más puro, adaptarse a él para poder utilizar mejor sus habilidades sin correr el riesgo de lastimarse. Esta nueva perspectiva le dio una renovada motivación. Si lograba dominar el maná de Earthland, tal vez podría volver a usar Reality Marble nuevamente, sino que también podría volverse más fuerte de lo que era antes.Con su desayuno terminado y una nueva resolución en su mente, Shirou hizo una seña a Fou, quien rápidamente subió a su hombro.

Shirou: (Sonriendo) Es momento de ir al gremio, Fou.

Fou: Fou.

Fou hizo un sonido de aprobación mientras ambos se dirigían hacia la puerta. Salieron rumbo al gremio, listos para lo que el nuevo día les deparara.

Shirou llegó al gremio temprano en la mañana, cuando el sol apenas comenzaba a iluminar las calles de Magnolia. El ambiente en el gremio era tranquilo, y apenas había un par de magos dispersos por el lugar. Esta vez, en lugar de ser recibido por la cálida sonrisa de Mirajane, fue Erza quien lo recibió. Su expresión seria contrastaba con la habitual jovialidad del gremio.

Erza: (Seria) Shirou. Justo iba a ir a buscarte, pero ya que estás aquí, es un buen momento para que me acompañes a la oficina del maestro.

Antes de que Shirou pudiera responder, Erza notó algo inusual en su hombro. Fou, que estaba cómodamente instalado allí, hizo su característico sonido, atrayendo la atención de Erza. Ella lo miró fijamente, y Fou, sin inmutarse, le devolvió la mirada con curiosidad. Erza, con una mezcla de asombro y cautela, miró a Shirou y le pregunto con un tono en su voz ligeramente mas suave que antes.

Erza: Shirou... ¿qué es eso en tu hombro?

Shirou, entendiendo a qué se refería, sonrió levemente y respondió: