Nicole se repitió una y otra, y otra vez que probablemente, en lo que saliera de su habitación, iban a acabar con su vida. Estaba llorando porque la persona que consideraba una hermana, le había mentido. No es tanto que perteneciera a la mafia, Nicole podía pasarlo, pero el hecho de que Selene no confiara ella cuando prácticamente hasta se conocían lo más mínimo... O eso creía ella.
En cuanto a Kylian... Dios, se había acostado con el tipo más peligroso del mundo. ¿Cómo supo que era el tercero en ese fulano Sacerdocio? Se lo leyó en los labios a Sasha. Probablemente, también la quiera asesinar. Todos. Ella había leído, había visto como era la mafia y el peligro que eran. Murieron personas en ese incendio y la actitud de Kylian al hablar...
—Dios mío... él dijo que no podría salir de viaje si fuera mafioso... pero también me mintió. Todos me mienten. ¿Es qué soy poco confiable? Temen que yo pueda... —no dijo más nada y se metió a bañar para despejar su mente. Le ardían los ojos y no le importaba cuanto tiempo tenía en la habitación encerrada, hasta que el mensaje de Iker, la hizo regresar a su vaga realidad.
Se iban a encontrar en una hora y Nicole no se veía para nada bien. La iban a matar, lo sabía. Había ofendido a Kylian... aunque nunca le había demostrado algo malo o feo de su parte. Nunca la había amenazado o hecho pensar que era mafioso hasta que se mencionó esa noche en París.
—Ah, me vale... —se empezó a vestir y a peinar su cabello húmedo. Esperaba que ya todo el mundo hubiese regresado a su vida y así ella poder pensar en como desaparecer de todos ellos—. Es que hasta Alice y Aysel... —hizo pucheros, al recordarlas. Se llevaba bien con todas, pero era a las que más veía y ahora sabía la razón.
Salió de la habitación y aunque quiso demostrar que no les tenía miedo, al verlos a los seis sentados en los muebles, no hizo más que volver a aterrarla.
—Nicole, por favor... —se levantó Selene, al ver los ojos de su amiga—. Sé qué no lo entenderás ahora, pero ellos... —los señaló—, no son tan malos como lo dicen las noticias. Puede que se vean así, pero los conociste en el hospital cuando Alice. Han sufrido más que cualquier persona y...
—Matan gente —culminó la pelirroja—. No puedo hacer nada con el miedo que siento al verlos. Selene, he leído libros y las noticias también. Comprendo la situación de Aysel y Alice porque nos vemos en eventos algunas veces y hablamos cuando el grupo se activa por celular —sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, Kylian solo la veía desde donde estaba y se sentía mal, no le gustaba verla así. Quería hacer algo—. Pero tú y yo tenemos viviendo juntas desde hace más de un año. Compartimos todo, Selene...
—No todo, Nicole —la interrumpió—. No me dijiste que te habías acostado con Kylian.
Ella miró al susodicho y le hizo un puchero que hizo tragar grueso al mafioso.
—¿Me ibas a decir que era un asesino si te decía que me había acostado con él?
—Eso no me competía decírtelo, pero hubiese descubierto las razones por las que él se alejó —Nicole sonrió sin ganas.
—Están en su casa —les dijo y caminó hacia la puerta—. Les prometo que no diré nada sobre lo que son o lo que hacen. Solo... Kylian, mis tíos te tienen bastante aprecio, por favor, no le digas nada. Mantenlos en la ignorancia. En cuanto a lo que pasó entre nosotros, solo déjalo así. No tengo rencores o...
—¿O qué? —se levantó y fue hacia ella, Nicole lo vió con miedo y se alejó, haciendo que Kylian sintiera una punzada en el pecho—. ¿Qué cambia ahora entre nosotros? Cuando nos conocimos éramos los líderes de nuestras mafias. Cuando pasó lo de París, yo seguía perteneciendo al Sacerdocio. ¿Por qué ahora tiene que ser diferente, Nicole? Sigo siendo yo, pero sin ningún título.
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Educando al Mafioso
RomansaLibro n°3 de la Saga Sacerdocio Kylian había nacido rodeado de amor y protección por todos a su alrededor. Era un hombre romántico y el más fiel compañero. Un amante leal que te hacía mojar las bragas con solo una mirada. Pero lamentablemente, la v...