Mansión de Kylian.
Irlanda.
Nicole le hacía pasar las mejores noches de su vida. Lo hacía olvidar el mundo y sus obligaciones. Se sentía en casa cuando estaba con ella y ese sentimiento se lo daba solamente Zeus. Se negaba rotundamente a aceptar cualquier cosa que involucrara sensaciones que antes había tenido. Para empezar, estaba sintiendo más que cuando empezó con Kassia. No debía comparar, pero el ser humano era de esa manera.
—Jefe, el Sacerdocio ha sido informado, pero Kassia está viajando fuera de donde se encontraba —le informó, Matt.
Kylian estaba en su oficina revisando que la última transacción de lavado de dinero culminó con éxito. Era más rico que ayer. Le daría un viaje a Zeus y a Nicole a Suiza. Serían sus vacaciones por ser buenos seres humanos que respiraban.
—¿Con qué dinero y para donde se está moviendo? —le preguntó, revisando su laptop y viendo los movimientos en su cuenta. Sí, ahí estaba su transacción millonaria—. ¿Te dijeron que el producto llegó a Estados Unidos sin problema?
—Sí, jefe. Nadie nos descubrió y la venta de la casa se hizo como se esperaba —ahora Kylian lo miraba—. El dinero que ustedes le dieron es para ella gastarlo en cosas personales. Kassia trabaja y ha mantenido una buena relación con sus vecinos. Tiene un amorío con uno de los guardaespaldas y están viajando a Singapur.
Kylian alzó una ceja.
—¿Con qué aerolínea y cuando es el viaje?
—Va en el mismo vuelo que Nicole —Kylian cerró los ojos y supo que en unas horas sería visitado—. El Sacerdocio está abajo con sus esposas. Temen por la vida de Nicole... por Kassia cerca.
Bueno, ya estaban en su casa.
—¿Por qué simplemente ella no avanza? —murmuró y se levantó de la silla—. ¿Cuándo debería llegar el vuelo de Nicole a Singapur?
—Ella se fue ayer en la mañana y el vuelo debería estar llegando en unas horas más o menos —le entregó el celular con los datos del viaje de Nicole—. Ella debe volver a Dubai para aceptar el cambio de su trabajo.
Kylian salió de la oficina y se encontró con los chicos en su sala de estar. Zeus estaba sentado al lado de Aysel, mientras ella conversaba con Alice y Selene.
—Te creí en cualquier lado menos aquí —le entregó el celular a Matt, mientras le hablaba a Selene.
—Soy el piojo de Nikolas. No me deja en paz y gracias a lo que comentaste sobre los gitanos, ahora no puedo vivir en España —se quejó la chica—. Me voy a ir a vivir a México, tal vez Colombia o quizás Argentina. Te apuesto que ahí nadie me va a conseguir si hablo con algún latino.
—No empieces, Selene —le advirtió Nikolas.
—Kassia... —Fabrizio comenzó—, ella va en el mismo vuelo que Nicole. Estamos aquí porque creemos que se te juntó el ganado —se burló.
Todos se rieron, Kylian se quedó parado con los brazos cruzados mientras se ponían al día con la situación.
—La verdad es que no sabemos qué podría hacer Kassia con Nicole. Ella había estado callada durante mucho tiempo. Esto los vuelve a implicar a Mak y a ti directamente —comenta Sasha.
—Creí que mi hermana había cambiado. Ella tiene una nueva relación y no esperaba a que persiguiera a Nicole —suspiró el polaco con cansancio.
—¿Cómo pueden estar seguros de que la está persiguiendo? —intervino Aysel.
—No creo que sea sencillo saber quienes son las azafatas de las aerolíneas —dijo Alice.
—De hecho, siempre hacen cambios. Nicole es trabajadora de Emirates y puede ser llamada a cualquier destino en cualquier momento. Debe estar siempre lista para salir, pero esa información es confidencial. Quiero decir, nadie sabe cuanto personal estará al final del día —Selene les informó a todos—. Ayer antes de irse me comentó que había aceptado la transferencia y le ofrecieron el puesto de sobrecargo. También lo aceptó. Esa información la sé porque Nicole me la dijo, ¿cómo Kassia puede tener el itinerario de viaje de mi amiga?
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Educando al Mafioso
RomansaLibro n°3 de la Saga Sacerdocio Kylian había nacido rodeado de amor y protección por todos a su alrededor. Era un hombre romántico y el más fiel compañero. Un amante leal que te hacía mojar las bragas con solo una mirada. Pero lamentablemente, la v...