Más Allá de las Llamas

2 0 0
                                    

La luna brillaba intensamente en el cielo, derramando su luz plateada sobre la ciudad, creando un paisaje etéreo. Las sombras danzaban entre los edificios, un reflejo de los pensamientos tumultuosos que llenaban la mente de Dabi. La conexión con Hawks lo mantenía a flote, pero también lo arrastraba hacia la tormenta que se avecinaba. Cada momento compartido, cada sonrisa, cada mirada significativa lo acercaban más a un precipicio del que no podía regresar.

Era una noche de finales de octubre, y el aire estaba impregnado de una fresca brisa que traía consigo el aroma a tierra mojada y hojas caídas. Dabi y Hawks se encontraban en un callejón, rodeados por el murmullo distante de la ciudad que nunca dormía. El ambiente era pesado, cargado de una tensión palpable que se intensificaba con cada segundo que pasaban juntos.

Dabi sentía que su corazón latía con más fuerza cada vez que miraba a Hawks, quien, apoyado contra la pared, lo observaba con una intensidad que lo hacía sentir expuesto. Los ojos dorados de Hawks brillaban con una mezcla de preocupación y determinación, y Dabi sabía que tenía que ser honesto sobre lo que le atormentaba.

—Hawks —comenzó, su voz era un susurro tembloroso en el silencio de la noche—. La Liga de Villanos está planeando algo grande. Un ataque contra una de las instalaciones de héroes. Y no puedo quedarme al margen, pero... no quiero lastimarte.

La mirada de Hawks se endureció, y Dabi sintió una punzada en el corazón. Quería protegerlo, pero también sabía que no podía huir de su propio destino.

—No eres un monstruo, Dabi —dijo Hawks, acercándose un poco más, su tono lleno de sinceridad—. No te conviertas en lo que la gente dice que eres. Tienes el poder de decidir quién quieres ser.

Las palabras de Hawks resonaron en el interior de Dabi, como un eco de esperanza que luchaba contra la oscuridad que lo rodeaba. Sin embargo, la lucha dentro de él era feroz. Dabi había vivido en la sombra durante tanto tiempo que le resultaba difícil imaginar un futuro diferente, uno donde pudiera ser auténtico.

—No sé si puedo ser la persona que esperas que sea —confesó Dabi, su voz quebrándose bajo el peso de sus dudas—. Hay partes de mí que están tan rotas que dudo que puedan ser reparadas.

Hawks, con un movimiento suave y decidido, tomó la mano de Dabi, sus dedos entrelazándose de manera natural. El contacto era electrizante, y Dabi sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La calidez de la mano de Hawks contrastaba con el frío de la noche, y era un recordatorio tangible de que no estaba solo.

—No tienes que ser perfecto. Solo tienes que ser tú mismo. Y yo estaré aquí, pase lo que pase —dijo Hawks, su mirada penetrante transmitiendo una confianza que Dabi nunca había sentido antes.

El corazón de Dabi se llenó de una mezcla de amor y tristeza. Quería creer en esas palabras, pero la sombra de su pasado era una carga pesada. Sin embargo, mientras Hawks lo miraba, sintió que una parte de él estaba lista para dar un paso adelante.

—¿Y si...? —Dabi comenzó, pero las palabras se atascaban en su garganta. La posibilidad de perder a Hawks era aterradora. Sin embargo, también había una parte de él que anhelaba dejarse llevar, rendirse ante la conexión que compartían.

—¿Y si qué? —preguntó Hawks, su voz suave y comprensiva. La intensidad de su mirada lo alentaba a seguir hablando.

Dabi se inclinó un poco hacia adelante, sintiendo que el mundo a su alrededor se desvanecía. La química entre ellos era innegable, una tensión que lo llamaba a cruzar la línea que los separaba. Y en ese momento, las palabras fluyeron como un río desbordante.

—¿Y si pudiera dejar todo esto atrás? —dijo, su voz era apenas un susurro—. ¿Y si pudiera dejar de ser un villano por un instante, y simplemente... ser yo?

Hawks, al escuchar las palabras de Dabi, sintió cómo su corazón se aceleraba. El aire entre ellos se volvió denso, cargado de una energía palpable. Dabi se sentía vulnerable, pero a la vez, liberado. La idea de renunciar a su identidad de villano por un momento y entregarse a la conexión que tenía con Hawks lo llenaba de esperanza.

—¿Te gustaría? —preguntó Hawks, su voz ahora un susurro cargado de emoción.

La tensión entre ellos creció, y Dabi sintió que el espacio se acortaba. Sin pensarlo, se acercó más, la atracción entre ellos era inevitable.

Hawks, sintiendo la cercanía de Dabi, no pudo evitarlo. Con un movimiento suave, inclinó la cabeza y presionó sus labios contra los de Dabi. El contacto fue eléctrico, una chispa que encendió el fuego dentro de ellos. Dabi se congeló por un segundo, sorprendido por la audacia de Hawks, pero pronto se entregó al beso, cerrando los ojos mientras una ola de emociones lo inundaba.

El beso era dulce y apasionado, como si ambos estuvieran tratando de expresar todo lo que habían guardado en sus corazones. Dabi sintió que las llamas de su ser se avivaban, transformándose en una pasión que no había experimentado nunca. Era una fusión de deseo, vulnerabilidad y una conexión profunda que desafiaba todas las expectativas.

Cuando finalmente se separaron, Dabi abrió los ojos, encontrándose con la mirada ardiente de Hawks. Había un brillo en sus ojos que lo hacía sentir vivo, como si finalmente hubiera encontrado un lugar donde pertenecía.

—¿Qué fue eso? —preguntó Dabi, su voz un poco entrecortada, como si no pudiera creer lo que acababa de suceder.

—Fue un paso hacia lo que podríamos ser —respondió Hawks, su sonrisa iluminando su rostro—. Una chispa que podría encender un fuego.

Dabi sonrió, sintiendo que la oscuridad que había cargado durante tanto tiempo comenzaba a disiparse. En ese momento, sintió que podía dejar atrás su pasado, al menos por un instante, y entregarse a la posibilidad de un futuro con Hawks.

Mientras se quedaban en silencio, la ciudad vibraba a su alrededor. Había un caos en el aire, pero en su pequeña burbuja, todo se sentía perfecto. Dabi sabía que el camino que tenían por delante no sería fácil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo.

Esa noche marcó un cambio en su vida. Con Hawks a su lado, la vida que había conocido como villano comenzaba a transformarse en algo nuevo, algo lleno de esperanza y amor. Y aunque sabían que tendrían que enfrentar sus demonios, también sabían que no tendrían que hacerlo solos.

Llamas de la PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora