Llamas de la Pasión

Momentos Íntimos

Hawks se movió hacia Dabi, su rostro acercándose al de él. La tensión entre ellos era palpable, y Dabi podía sentir la calidez del aliento de Hawks sobre su piel. No pudo resistirlo más y se inclinó hacia adelante, capturando los labios de Hawks en un beso profundo.

El beso comenzó suave, pero rápidamente se transformó en algo más ardiente. Dabi sintió cómo Hawks lo atraía hacia él, sus cuerpos acercándose a medida que sus manos exploraban. Dabi se sintió envuelto en un torbellino de emociones y deseos, y sabía que este momento era solo para ellos.

Con un movimiento hábil, Hawks empujó a Dabi suavemente hacia atrás, haciendo que se recostara en la cama. Se subió sobre él, manteniendo la intensidad del beso, y Dabi sintió cómo una ola de emoción lo invadía. Era un momento de pura pasión, donde solo existían ellos dos.

—Eres perfecto —susurró Hawks, rompiendo el beso por un instante para mirarlo a los ojos. La intensidad de su mirada hizo que Dabi se sintiera aún más vivo.

—Y tú eres todo lo que he querido —respondió Dabi, sintiendo cómo el deseo crecía entre ellos.

Hawks comenzó a explorar el cuerpo de Dabi con sus manos, deslizando sus dedos por su torso, mientras Dabi se perdía en la sensación de su toque. El mundo exterior desapareció, y todo lo que importaba era la conexión que compartían en ese momento.

Dabi sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando Hawks bajó lentamente sus labios por su cuello, dejando suaves besos que lo hacían temblar. Dabi no podía evitar soltar un suspiro, sintiendo que su cuerpo respondía a cada caricia.

—Me encanta cómo te sientes —dijo Hawks, su voz llena de deseo mientras sus labios recorrían el torso de Dabi, explorando cada rincón.

Dabi cerró los ojos, dejando que el placer lo invadiera. Nunca había sentido algo tan intenso, y se sintió completamente vulnerable y expuesto, pero al mismo tiempo, seguro en los brazos de Hawks. Cada beso, cada toque, parecía encender una chispa en su interior, llevándolo a un estado de éxtasis.

—Hawks... —susurró Dabi, sintiendo que el deseo lo consumía. —Esto es increíble.

—Todavía no hemos terminado —respondió Hawks, sonriendo con esa mirada seductora que siempre lo hacía sentir como si fuera el único en el mundo.

Con un movimiento rápido, Hawks se sentó en la cama, tirando suavemente de Dabi hacia él. Dabi se dejó llevar, sintiendo la conexión entre ellos crecer con cada toque. Sus cuerpos se movían en perfecta armonía, y el deseo crecía a medida que sus labios se encontraban nuevamente.

Dabi se sentía abrumado por la intensidad del momento. Las manos de Hawks exploraban su cuerpo, mientras los besos se volvían más profundos y apasionados. No había ninguna duda de que ambos deseaban lo mismo, y la habitación se llenó de un calor palpable.

En un momento de desenfreno, Dabi sintió cómo su cuerpo respondía a cada caricia, y el deseo se apoderó de él. Se movió hacia Hawks, buscando su cercanía, y los dos se encontraron en un abrazo ardiente, sus cuerpos fusionándose en uno solo.

—Quiero que esto nunca termine —susurró Dabi, sintiendo cómo el mundo exterior se desvanecía por completo.

Hawks lo miró con intensidad. —Yo también lo quiero. Pero lo más importante es que siempre estemos juntos.

Mientras continuaban explorándose, la intimidad entre ellos se intensificó, llevándolos a un lugar donde el amor y el deseo se unían. Cada beso, cada toque, era una promesa de lo que estaban construyendo juntos, y Dabi sabía que nunca había estado tan seguro de nada en su vida.

La noche avanzó, y cada momento se volvió más intenso. El deseo se transformó en pura pasión, y el amor que compartían floreció en algo hermoso y profundo. Dabi sintió que su conexión con Hawks se volvía más fuerte con cada respiración, con cada roce, como si sus almas estuvieran entrelazadas.

Cuando finalmente se encontraron en el clímax de su intimidad, fue como si el mundo entero se detuviera. Las emociones se desbordaron y el amor que compartían los envolvió en un abrazo eterno. Dabi sintió que todo lo que había soñado se hacía realidad, y no podía esperar a construir más momentos como ese junto a Hawks.

Después de un tiempo, exhaustos y felices, se acurrucaron juntos en la cama, sintiendo la calidez del cuerpo del otro. Dabi miró a Hawks, quien sonreía de vuelta, sus ojos brillando con amor y satisfacción.

—Esto fue... increíble —dijo Dabi, sintiendo que el momento era perfecto.

—Lo mejor está por venir —respondió Hawks, besando suavemente los labios de Dabi antes de cerrar los ojos, sintiéndose satisfecho y en paz.

Esa noche, mientras la luna brillaba en el cielo, Dabi y Hawks se durmieron abrazados, sabiendo que habían dado un paso más hacia la vida que siempre habían deseado juntos. como ya sabemos, ALGO se creo en aquella union