Nuevos Sueños

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Después de una noche llena de pasión y conexión, Dabi y Hawks se despertaron en su habitación del resort, rodeados por la luz suave de la mañana. El sonido de las olas del mar les llegó como un suave susurro, y Dabi sintió una mezcla de felicidad y paz al abrir los ojos y encontrar a Hawks a su lado, aún dormido, con una expresión tranquila en su rostro.

Dabi se estiró, sintiendo el calor del sol en su piel. Recordó la noche anterior con una sonrisa, sintiéndose más conectado con Hawks que nunca. Sin embargo, una idea comenzó a formarse en su mente. Mirando a su esposo, sintió que era el momento adecuado para abordar un tema que había estado considerando.

Decidió que la mejor forma de comenzar el día era preparar un desayuno especial. Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina del hotel, donde había un pequeño área para hacer café y preparar alimentos. Mientras el aroma del café llenaba el aire, Dabi pensaba en lo que quería decirle a Hawks.

Con el desayuno listo, regresó a la habitación y despertó suavemente a Hawks con un beso en la frente.

—Buenos días, dormilón —dijo Dabi, sonriendo mientras Hawks abría los ojos lentamente.

—¿Qué está pasando? —preguntó Hawks, estirándose y mirando a Dabi con una sonrisa deslumbrante. —¿Desayuno en la cama?

—Sí, algo así —respondió Dabi, colocando la bandeja en la cama. —Espero que te guste.

Hawks se sentó, su rostro iluminándose al ver la comida. Se sirvió un poco de todo mientras Dabi se unía a él, ambos disfrutando del momento juntos. Mientras comían, la conversación fluyó de manera natural, hablando sobre sus planes para el día y los lugares que querían visitar en la isla.

Sin embargo, el tema que había estado en la mente de Dabi comenzó a aflorar. Mientras tomaban un sorbo de café, reunió el valor para hablar.

—Oye, Hawks, hay algo que he estado pensando —dijo Dabi, intentando sonar casual.

—¿Qué es? —preguntó Hawks, mirándolo con curiosidad.

—Bueno, ya sabes, hemos hablado de nuestro futuro y todo eso... —Dabi tomó un respiro profundo, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. —Me preguntaba cómo te sentirías sobre tener hijos.

Hawks lo miró, su expresión cambiando rápidamente a una de sorpresa. —¿Hijos? ¿Tú quieres hijos?

—No estoy seguro, pero he pensado en ello. Quiero decir, sería una aventura increíble, y... —Dabi se detuvo, buscando las palabras correctas. —Me gustaría compartir eso contigo si tú también lo deseas.

Hawks sonrió ampliamente, y Dabi sintió que su corazón se llenaba de esperanza. —¡Me encantaría tener hijos! He estado pensando en ello también. Siempre quise ser padre, y ahora que estamos juntos... sería perfecto.

Dabi sintió una oleada de alegría recorrer su cuerpo al escuchar las palabras de Hawks. —¿De verdad? Pensé que tal vez no te interesaba.

—Nunca lo había mencionado, pero siempre he querido tener una familia. Y ahora que estamos casados, me siento más listo que nunca —respondió Hawks, su voz llena de emoción.

Ambos compartieron una sonrisa, y Dabi sintió que una parte de su futuro se estaba formando en ese momento. Era un sueño que nunca había considerado seriamente, pero ahora, con Hawks a su lado, todo parecía posible.

—Podríamos tener un niño o una niña... o tal vez dos —dijo Hawks, su entusiasmo creciendo. —Imagina lo divertido que sería, y podríamos enseñarle a volar, a luchar, a ser valiente.

—¡Wow! Ya estás pensando en todo —rió Dabi, sintiendo que el peso de la conversación se volvía ligero. —Y podríamos hacer cosas juntos, como llevarlos a aventuras. Pero, espera un segundo, ¿no crees que sería un poco complicado? Somos héroes, y nuestras vidas son... caóticas.

—Sí, pero también podríamos ser los mejores padres que podríamos ser. Hay muchas maneras de hacerlo funcionar. —Hawks lo miró, su mirada decidida. —Quiero que nuestros hijos sepan lo que significa amar y ser amado.

Dabi sintió cómo su corazón se derretía al escuchar esas palabras. —Nunca pensé que sería algo tan importante para ti.

—La vida es corta, y quiero compartir todo contigo. Esto es solo el comienzo, Dabi —respondió Hawks, acercándose para tomar la mano de Dabi.

—Estoy emocionado por todo lo que está por venir. Tal vez podamos pensar en eso más adelante, pero por ahora, disfrutemos de nuestra luna de miel y de nosotros —dijo Dabi, sintiendo que sus preocupaciones se desvanecían.

Con ese nuevo sueño compartido, los dos terminaron su desayuno, riendo y soñando sobre el futuro. Después de limpiar, decidieron salir a explorar la isla, con una energía renovada. Cada lugar que visitaban parecía más hermoso, cada momento más especial.

Pasaron la tarde nadando en el océano, haciendo snorkel y admirando la vida marina, riendo y disfrutando de la compañía del otro. Dabi sentía que el tiempo se desvanecía, atrapado en un instante eterno de felicidad.

Mientras el sol comenzaba a ponerse, el cielo se iluminó con tonos anaranjados y rosados, creando un fondo perfecto para un momento más íntimo. Se encontraron en una pequeña playa, lejos de la multitud, con el sonido de las olas rompiendo suavemente en la orilla.

Dabi se detuvo y miró a Hawks, sintiendo el impulso de hablar sobre sus sentimientos. —A veces, me asusta pensar en el futuro, en ser padre y en todas las responsabilidades. Pero al mismo tiempo, quiero hacerlo contigo.

—Yo también tengo miedo, pero eso es normal. No hay una guía para esto, pero lo haremos juntos. Siempre seremos un equipo —Hawks le sonrió con ternura. —Además, siempre puedo usar mis alas para protegerte.

Dabi rió, sintiendo que el amor que compartían lo llenaba de valentía. Se acercó y tomó las manos de Hawks, sintiendo la calidez y la conexión entre ellos. —Te amo, ya sabes eso.

—Y yo te amo más. No puedo esperar a construir una vida juntos, con aventuras, risas y tal vez un par de travesuras en el camino —respondió Hawks, acercándose para darle un beso suave, lleno de promesas y sueños compartidos.

La brisa del mar acariciaba sus rostros mientras se besaban, y Dabi sintió que todo estaba bien en el mundo. Con Hawks a su lado, se sentía invencible, preparado para enfrentar cualquier cosa que la vida les lanzara.

Con el sol poniéndose detrás de ellos, Dabi y Hawks se sentaron en la arena, mirando el horizonte y soñando sobre lo que estaba por venir. Esa luna de miel no solo fue un escape, sino también el inicio de una nueva etapa en sus vidas, llena de amor, sueños y un futuro prometedor juntos.

Llamas de la PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora