Falling for an Idol - Lee Heeseung & Tn

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— Heeseung. — Grité esperando tener su atención.

Sunoo notó de inmediato la tensión en el ambiente y arqueó una ceja, como si ya intuyera lo que estaba ocurriendo. Sin decir una palabra, se acercó, su paso seguro y tranquilo.

— No creo que sea el momento de resolver las cosas aquí. — contestó Sunoo mirando a Heeseung.

— Suficiente he soportado. ¿no crees Jungwon? — preguntó Heeseung con molestia.

— Porfavor... estamos a nada de subir a un maldito avión. — respondió Niki con irritación.

Heeseung, incapaz de contenerse más, dio un paso adelante, enfrentándose a Jungwon.

—¿Así que esto es lo que andas haciendo ahora? — Preguntó — ¿desde cuando gustas de tn?

Jungwon no se inmutó, apenas soltando una leve sonrisa que solo parecía intensificar la ira de Heeseung.

—No sé de qué hablas, Heeseung. Malinterpretaste muchas cosas, enserio. —respondió Jungwon, con ese tono calmado que siempre utilizaba para irritarlo— Si tienes un problema, habla claro sin necesidad de estupidos golpes.

La provocación fue suficiente para romper la última barrera de contención de Heeseung, quien lanzó el primer golpe.

Jungwon retrocedió con fuerza ante el impacto y le devolvió el golpe a Heeseung pero en el estómago.

Allí Sunoo y los demás integrantes interfirieron para detener la pelea pero nuevamente no lo lograron.

Cada golpe resonaba en las paredes del pasillo, y podías ver cómo ambos se enfrentaban con una gran intensidad, dejando claro que esto no solo era una pelea física; era una confrontación de todo lo que habían estado guardando hasta ahora.

Los de seguridad llegaron y a los pocos segundos después lograron separarlos.

El silencio en el pasillo era tan espeso que casi podía cortarse. Mi corazón latía con fuerza mientras intentaba acercarme a Heeseung, que se encontraba frente a mí, con el rostro marcado por una mezcla de dolor y resentimiento.

—No tienes que decir nada — Comentó alzando una mano para detenerme. — Ya quedó claro que todo lo nuestro terminó.

Sentí un nudo en la garganta, pero me obligué a hablar.

—Heeseung, por favor... no es lo que piensas. Déjame explicarte.

Él negó con la cabeza, visiblemente afectado, como si el hecho de mirarme le doliera más de lo que podía soportar.

—¿Explicarme? — repitió con una risa breve y amarga — De qué sirve? Lo que importa es lo que hiciste, no lo que puedas decir ahora.

Di un paso hacia él, desesperada por encontrar algún momento de comprensión en sus ojos.

—Pero, Heeseung... yo nunca quise lastimarte. Esto... esto se salió de control.

La frustración en su rostro se intensificó, y su voz se alzó, temblando de ira y tristeza.

—¿Se salió de control? —Interrumpió las palabras de tn — Tú tomaste esa decisión. Fuiste tú quien cruzó esa línea.

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, y a mi alrededor, los demás integrantes observaban en silencio, cada uno incapaz de intervenir, atrapados en el desconcierto de la situación.

—Heeseung, por favor, todavía podemos arreglar esto. No quiero que todo termine así...

Él soltó una risa amarga y bajó la vista al suelo, antes de mirarme con una expresión vacía, como si algo dentro de él se hubiera roto.