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Senté a Heeseung en la cama y me subí encima de sus piernas con lentitud.

Mis manos están sudando...

Acaricié el cabello de Heeseung con delicadeza y dejé un pequeño beso en su nariz para finalizar en su boca.

— no deberíamos... está mal... — susurré separándome en el beso aún con una sonrisa

— Es un secreto.

— Pero y los demás...

— Es un secreto que solo compartiré contigo. — respondió mientras acariciaba el cabello de Tn.

Suspiré aun no decidida y volví a besar a Heeseung.

Sus manos bajaron a mi cadera ayudando a mi cuerpo con los movimientos.

— ¿estas nerviosa? — preguntó.

— ¿nerviosa? claro que no.

— No sé, no te resistes cuando te veo. — respondió. — ¿te pongo nerviosa? — preguntó con gracia.

Sé que intenta hacerme reír para sacar los nervios...
Incluso es atento en eso...

— Sabes... no me agrada Woo.

— No tengo nada con Woo. — respondí sintiendo sus caricias.

— ¿Entonces solo eres para mi? — preguntó. — ¿no habrá ningún problema si hay marcas el día después?

— No hay Ningún problema. — contesté — marca tu territorio.

Heeseung echó una fuerte risa por lo que cubrí su boca empezando a reír.

— Cierra la boca Hee. — contesté con gracia.

— ¿soy un perro para andar marcando territorio? — preguntó entre risas.

— Me avergüenzas... — susurré con una torpe sonrisa.

Heeseung soltó otra corta carcajada y procedió a acostarme. Bajó su mano acariciando mi pierna mientras dejaba cortos y tiernos besos en mis labios que bajaban hasta mi cuello.

— Tienes rico olor. — susurró — ¿te pusiste crema?

— Deja tus preguntas. — respondi.

— Entonces te preparaste. — contestó con gracia.

— Me pones más nerviosa Heeseung... — respondí avergonzada.

Heeseung se disculpó aún con una sonrisa y volvió a besar mi boca, mi lengua jugó con la suya sin ninguna prisa de acelerar las cosas mientras acariciaba su mejilla con lentitud.

Queríamos hacerlo bien y queríamos disfrutar pero a nuestro tiempo.

Algo que no lograba conectar con Woo en toda mi experiencia sexual.

Siempre todo era tan rapido... Tan silencioso y sin palabras que me hacían sentir amada.

Heeseung se separó y se sacó su remera para simplemente bajar mi braga provocando un gran calor en mi cuerpo y especialmente en mi rostro.

Uno de sus dedos acarició mi clitoris lentamente y no pude evitar lamer mis labios.
Introdujo dos dedos dentro de mi intimidad por lo que abrí mi boca empezando a gemir.

Cerré mis ojos disfrutando del placer y llevé mis manos a sus muñecas las cuales se movían sin querer frenar.

No estoy sola en este Hotel.
No debería hacer ruido.
Debo cuidar eso.

Falling for an Idol - Lee Heeseung & TnWhere stories live. Discover now