39. (Seg Temp)

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TN PV.

Observé sus ojos viendo el pánico de los míos reflejados en ellos. Cómo lo supo? Ah… mi hijo va a su casa siempre, casi olvidaba ese estúpido detalle.

Seguramente Alexander dijo algo sobre las pistas que le he dado durante estos años y Tom unió todo. Debí observar más a Sasha y quizás así habría evitado llegar a este momento o aplazarlo lo necesario hasta que a mi hijo ya no le importe quien es su progenitor.

Qué sacaba mintiendo? Seguramente le preguntaría a Ria y ella confirmaría todo. Sólo un poco de persuasión bastaría para que abriera la boca lo justo y necesario. Y ahora qué entonces? Ir con la verdad era tentador, pero las consecuencias son desconocidas. Sentí su mano en mi brazo con una orden ni mencionada y presente en su mirada.

Vamos… dilo. Nada puede ser tan malo.

Claro que podía ser malo. Bill se enteraría, me haría trizas y luego pelearía por la custodia de mi hijo y se ganaría su cariño. A cambio, obtendría el odio de Sasha por no decirle que su padre al parecer está frente a sus narices. Espera, si Bill y Alexander ya se han visto, cómo es que Sasha no ha notado el tatuaje de Bill siendo tan observador? Realmente se han visto entonces? Dios, si no obtenía una aspirina en estos instantes, mi cabeza reventaría de tantas preguntas y dudas.

¡Y lo peor era que no podía preguntarle sobre esto a Alexander! Si le hacía la más mínima pregunta, uniría los cabos sueltos y sabría la verdad.

Tom: TN – insistió sacudiendo mi brazo.

Por algo te lo pregunta… aún no saben.

Tom: Sólo dilo. Si quieres, guardaré el secreto y no le diré nada a Bill – prometió con una mirada de lo más sincera y limpia.

Ojalá fuera tan fácil. ¡Vamos! Abre la boca, encuentra tu voz, modula y listo. Así de fácil como se dice. 

Tomé su mano entre las mías observando mis dedos fríos en contacto con su piel morena y tibia. Si lo guardaba, lo aplazaría más y todo iría peor. De eso estaba segura. Y si Tom me lo confiaba como un secreto, realmente sentiría que ya no miraría con otros ojos a Alexander, sino que ayudaría en su protección. Todo es por el bien de mi hijo, todo lo que hago es por su bien.

TN: Sí – asentí en un débil susurro que fue todo lo que mi voz soltó.

Tom: Sí qué? – preguntó tras una pausa seguramente procesando las palabras.

TN: Tengo un hijo – mi voz aumentó a un leve murmullo.

Quitó su mano entre las mías, como si de repente le repeliera mi tacto. Observé su rostro realmente atónito y pálido, como si hubiese visto un fantasma. Ya, ya estaba. Lo había confesado y ahora lo sabía de mi propia boca. Sólo quedaba esperar a que no le dijera nada a Bill, porque perdería a Sasha para siempre, eso estaba más que claro. Pedí un trozo de tarta de fresas mientras esperaba su reacción, para evitar ver su rostro y aprovechar de ordenar mis ideas.

Tom: Así que…

TN: Qué?

Tom: Cuántos años tiene?

Lo observé con toda la seguridad del mundo dejando el tenedor a un lado con una fresa pequeña atrapada en los dientes. Por qué preguntaba tal estupidez? Él sabe perfectamente que nos referimos a la misma persona y aún así insiste en darle vuelta al asunto como si no conociera nada. Puse el plato en el centro de la mesa, alejándolo completamente de mí ya que había perdido el apetito.

Había mucho en qué pensar, desde mi enfermedad hasta mi hijo. Y ahora estaba envuelta en una conversación que esperé no tener tan pronto, pero que desde que Alexander decidió venir supe que llegaría. Estaba completamente empapada, con mi ropa interior a la vista de quien quisiera mirarla, y tenía frío. Qué más podía agregar? ¡Ah! No tengo auto y está lloviendo. Solo a mí me pasan estas cosas.

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⏰ Última actualización: 7 hours ago ⏰

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