Cap 11- temporada 2

20 2 0
                                    

La tarde avanzaba con un cielo despejado y el sonido de las olas rompiendo suavemente contra la orilla.

TN y yo habíamos encontrado un rincón apartado de la playa, donde podíamos disfrutar de la tranquilidad.

Mientras jugábamos en la arena, hacíamos castillos que luego derribábamos con risas, recordando los buenos momentos en nuestra relación.

Después de un rato, me senté en la arena y la miré a los ojos. La risa se desvaneció mientras una sensación de nerviosismo se apoderaba de mí.

Era el momento adecuado, y sabía que tenía que ser honesto.

—TN, hay algo que necesito decirte —empecé, mi corazón latiendo con fuerza. Ella dejó de jugar y me miró, su expresión cambiando a curiosidad.

—¿Qué es? —preguntó, inclinándose un poco hacia mí.

—No quiero ser solo tu amigo. Quiero que sepas que me gustaría que fueras mi novia —solté de golpe, sintiendo una mezcla de alivio y temor al mismo tiempo.

Un silencio momentáneo llenó el aire, y pensé que tal vez me había apresurado. Pero, de repente, TN estalló en carcajadas.

—¿Es en serio? —dijo entre risas, llevándose una mano al estómago—. ¡No puedo creer que estemos teniendo esta conversación en la playa! ¿Qué te pasó, Ryan? ¿Te caíste de un caballo de mar o algo así?

No pude evitar reírme junto a ella, aliviado de que la tensión se hubiera disipado en ese instante.

—No, no me caí —respondí con una sonrisa traviesa—. Pero si me caigo de un caballo de mar, definitivamente espero que me rescates como la valiente sirena que eres.

TN hizo un gesto exagerado de sorpresa, colocando su mano en su pecho.

—¡Oh, por favor! ¿Una sirena? No, no. Estoy más cerca de ser una tortuga, siempre tratando de esconderme en mi caparazón. ¡Pero me gusta la idea!

Ambos reímos, y la atmósfera se llenó de ligereza. Ella se acercó un poco más y me miró con complicidad.

—Bueno, si quieres que sea tu novia, tal vez deba pensarlo un poco. ¿Qué puedes ofrecerme a cambio?

—¿Ofrecerte? —respondí, haciendo una mueca pensativa—. Puedo prometerte que habrá muchos días de playa, juegos de mesa, y... ¡un montón de comida deliciosa! ¡Soy un excelente cocinero!

TN puso los ojos en blanco, riéndose de nuevo.

—Esa es una oferta tentadora. Pero, ¿qué hay de las sesiones de películas en casa?

—No se preocupen, ¡eso está en el paquete también! —exclamé, alzando las manos en señal de rendición.

—Entonces, ¿estás diciendo que podría tener acceso a todo eso de manera exclusiva? —preguntó, con una sonrisa traviesa.

—Exactamente. Solo tú, yo y el popcorn —le dije, guiñándole un ojo.

TN se rió, y luego su expresión se volvió más seria.

—Ryan, me encantaría ser tu novia. Me haces feliz, y eso es lo que importa.

Mis nervios se desvanecieron de golpe y, en un instante, estaba abrazándola con fuerza.

—¿Así que es un trato?

—Es un trato —dijo ella, sonriendo mientras se abrazaba a mí—. Pero, aviso: soy un poco celosa. No quiero que ninguna tortuga te robe.

—No te preocupes, soy solo tuyo —respondí, sintiéndome más aliviado que nunca.

Nos quedamos allí, en la arena, disfrutando del momento y riendo. Era un nuevo comienzo para nosotros, un capítulo donde el amor reemplazaba el miedo.

𝙎𝙩𝙖𝙧 𝙩𝙝𝙚 𝙥𝙤𝙧𝙣 (𝓡𝔂𝓪𝓷 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora