Su primer día en casa después de ser dado de alta del hospital, no fue tan generoso como pensaron.
Solo una noche, 3hrs 45 min, y el pequeño Kiyoshi ya se había despertado más de cuatro veces durante la madrugada.Llanto tras llanto, y el pequeño bebé parecía no saciar su hambre; considerando que debió acostumbrarse al generoso tamaño del pezón de Izuku. Al inicio lloraba por no poder sostenerlo bien con su pequeña y aprendiz boquita, incluso el peliverde se sintió orgulloso de la persistencia que tuvo en el proceso, llevándolo a estar un par de horas discutiendo consigo mismo, terminando con pequeños balbuceos llenos de satisfacción cuando encontró la manera de sostenerlo sin que esté saliera con un pequeño "pop".
Pero ahora, su demanda implicaba ser alimentado con más frecuencia.Succión tras succión, y aunque cayera rendido por el sueño, su apetito lo levantaba, al igual que a sus primerizos padres.
—Kacchan, deberías dormir, yo me encargo de esto— dijo, terminando de hablar con un largo bostezo.
—No puedo dormir sabiendo que tú estás aquí, ¿deberíamos considerar lo que dijo mi madre?
—¿Fórmula? Kacchan, tiene días de nacido, necesita mi leche.
—Entonces que duerma temporalmente con nosotros.
—Eso no evitará que nos despertemos a mitad de la noche.
Katsuki suspiró, viendo como Izuku acomodaba el gorrito de un pequeño que estaba más cerca de caer dormido nuevamente en los brazos de Morfeo, mamando de su pecho más por acto reflejo que por apetito.
Sonriendo al ver cómo soltaba el pequeño y rosado pezón para terminar con un suspiro encantador que los hizo sonreír a ambos.Con cuidado y en silencio, el peliverde recostó al pequeño en su cuna arropando su pequeño cuerpo con esas mantas delgadas y cálidas.
—Bien, es hora de dormir antes de que vuelva a despertar— murmuró Katsuki, abrazando al pecoso por detrás, dejando un casto beso sobre su mejilla.
Al tomar su mano, sintió como el cuerpo de Izuku se apegaba más a su brazo, sonriendo y susurrando un: — ¿A quién habrá heredado lo enérgico?
Con una negación en con su cabeza, Katsuki lo llevó fuera de la habitación, apagando la luz y dejando la puerta abierta.
Debían regresar a su propia cama y cerrar los ojos antes de que vuelvan a ser despertados por el pequeño Kiyoshi.Katsuki se removió en su cama al escuchar el llamado en la puerta principal, mirando de soslayo a Izuku y Kiyoshi completamente dormidos; a primeras horas de la mañana, el bebé terminó durmiendo con ambos. Era de esperarse después de ir y venir.
10 hrs 30 min.
Tarde para seguir en la cama y bastante temprano para tener visitas.
—¿Una mala noche? — preguntó su madre en el momento en que vio a su hijo con su cabello alborotado y ropa desaliñada, entrando a la vivienda antes de siquiera tener el permiso.
—Buenos día Katsuki— saludo Inko.
—¿Dónde está mi bebé? — pregunto Mitsuki. Antes de poder dar una respuesta, el llanto del bebé volvió a resonar por todo el departamento: —Ahí está— dijo sonriente, yendo casi corriendo hasta el lugar de donde provenía el llanto.
—¿No los dejó dormir? — preguntó la madre de Izuku, colocando algunas compras sobre la mesa y levantando las que la mujer rubia había dejado en el suelo.
—Sí, dormimos muy poco.
—Bien, déjenlo con nosotras y duerman.
—No quisiéramos molestar.
—No es ninguna molestia Katsuki, mientras esté en nuestras posibilidades ayudarlos con su cuidado, lo haremos, así que regresa y duerme un poco más junto a Izuku.
—Gracias— musito, regresando a su habitación y encontrando a su madre a medio camino, quien se detuvo para que su hijo pudiera darle un beso en su pequeña y tersa frente, sonriendo por el suspiro que el bebé soltó al sentir el tacto de su padre.
.
.
.Al entrar nuevamente a su cama, vio como Izuku se acercó con cautela hasta tener contacto cuerpo a cuerpo; abrazando su cuerpo cansado, el rubio beso esa despeinada cabellera verde, sintiendo como el menor lo abrazó con más fuerza.
—¿Crees que podrán solas?
—Ya se verá, pero por el momento volvamos a dormir.
—Esto es tan cansado...— comentó Izuku entre bostezos.
—Y solo llevamos tres días con él— respondió con un suspiró, acomodándose en la cama y acomodando a Izuku entre sus brazos.
Realmente extraño abrazarlo de esa manera, pues meses anteriores una enorme barriga y constantes movimientos sobre la cama se lo impedían.
—Y aún me duele un poco la cadera.
—Más tarde te daré un masaje, por ahora vuelve a dormir.
Con eso dicho Izuku solo asintió con su cabeza pegada a su pecho. Poco o mucho, debían tomar cada oportunidad para recuperar esas horas de desveló.
Estaban devastados por la primera noche, y teniendo que mentalizarse para lo próximo.
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Volver a empezar [BakuDeku]
RomanceFalta de tiempo, falta de atención, llevándolos a tomar una madura decisión. Pero ninguno de los dos imagino que su tan peculiar e inolvidable despedida, traería cierta consecuencia. Un pequeño ser que venía en camino los llevaría a recuperar lo que...