Pantera (Omegaverso/GrimmIchi)

Radiante luz

El rey pantera vuelve al anime y también a su historia. Capítulo especial y conmemorativo por el reencuentro del GrimmIchi en el anime. Vaya tiempos para estar vivos. Los amo, mis queridos lectores. <3

///Grimmjow J.///

Milenios han pasado desde que el primer dios pantera bajó a la tierra y renunció a su inmortalidad con tal de probar la dicha de una vida efímera junto al hombre del que se enamoró. Y si bien sus nombres quedaron grabados en la historia debido a todas las aventuras y al intenso romance que vivieron, el que un dios dejara su divinidad atrás también trajo repercusiones.

El mundo cambió porque ante una luz tan brillante, también tenía que llegar una oscuridad que intentara opacarla. El dios pantera ganó en aquel entonces, más no fue una pelea fácil de librar ya que por mucho que se esforzó, sabía que ese mal no había muerto del todo y que algún día regresaría igual o más fuerte; y por ello dejó todo preparado para que sus descendientes pudieran completar lo que él inició.

Desde entonces existe una profecía que habría de cumplirse un día, porque ante la llegada del mal, el bien tendría que intentar imponerse de nuevo hasta despejar todo rastro de sombras, pero con ello el orden se volvería a agitar.

Se dice que el dios pantera habría de volver a unir a sus pueblos entre dunas y sangre mientras las arenas se abrirían para que el filo que corta la luna surgiera una vez más. También que de entre el fuego y potentes rugidos nacería un omega más fuerte que cualquier alfa y con la voz de uno, capaz de doblegar, pero también de unir todo a su paso y junto a él aquel dios lograría prevalecer una vez más, aunque únicamente si no dejaba que su ambición lo consumiera.

Para mi nunca tuvo mucho sentido ni significado, pero con el pasar de los años y el desarrollo de ciertos acontecimientos entendí que fui el elegido para la conclusión de aquel mal. Por ello es que siguiendo aquella profecía tomé un par de decisiones, antes de ir al país de la tierra para que Zangetsu sea reforjada para Ichigo, decidí que viajáramos a uno de los extremos de nuestro territorio.

A los confines del continente, las regiones de Esmeralda, dónde terminan las arenas del desierto e inicia la jungla más densa. Ahí yacen varios grandes poblados que si bien iniciaron como tribus salvajes, tras ser unificados por mi familia en el pasado, hoy en día habitan en paz y armonía al estar bajo mi cuidado, aunque debo decir, que la última vez que puse un pie aquí mis padres aún vivían y yo era un niñato.

Recuerdo que mi padre tenía especial afición por venir a estas regiones, no sólo por los paisajes de ensueño, si no porque aunque muy lejanas, hay raíces de mi familia en estas tierras indómitas. Se dice que hace siglos, una omega que se casó con uno de los primeros reyes pantera provenía de entre estas tribus salvajes, aunque la información ya se ha perdido entre papiros y únicamente se cuenta la historia a voces.

Además de eso, uno de los consejos que me dio mi padre cuando era joven, es que si quería ganar una guerra grande algún día, prestara especial atención a esta gente, porque aunque salvajes, eran cientos de miles como estrellas en el cielo y por lo que él siempre mantuvo buenas relaciones con todos los líderes tribales.

Así que ante el inminente conflicto he venido a reforzar dichas conexiones y también a solicitar ayuda, no me vendría mal aumentar las líneas de mi ejercito en gran medida para cuando la guerra finalmente estalle.

Aunque también tengo otra razón para estar aquí y me atrevería a decir que es la más importante al menos en mi corazón. Aún cuando entre la jungla densa hay enormes ríos, al término de ella hay algo aún mejor. Un inmenso y deslumbrante mar. Uno que deseo regalarle a Ichigo de la forma más pretenciosa posible, no sólo porque le prometí que lo llevaría a conocerlo, sino porque aún cuando no me pertenecen las aguas, si fuera por él conquistaría hasta la última gota de todos los océanos para dárselo como la ofrenda de un mortal a su dios.