Pantera (Omegaverso/GrimmIchi)

Totalmente mío

///Renji///

Engreído, egocéntrico, calculador y muy problemático. Así es mi pequeño y bello omega que al parecer ama hacerme berrear. Es como si hubiera descubierto que el propósito de su vida es molestar a su alfa. A veces puedo jurar que sonríe al verme enojar; y sinceramente no sé si es por su edad o porque simplemente le divierte hacerme la vida de cuadritos. Justo como ahora. Byakuya ven aquí, ya te dije que no te alejes mucho. ¡Byakuya! ¡Byakuya ven! ¡Carajo! Por supuesto que me ignora adelantándose entre un mar de personas que se arremolinan, en uno de los más estrechos y concurridos callejones del bazar principal aquí en Hueco Mundo.

Una ciudad perdida entre las confines del desierto, pero que también forma parte oficial del país del agua. No es ni la mitad de grande como la ciudadela principal tras la muralla, pero sin duda está llena de vida ya que su economía se basa en el comercio. Y es que a pesar de su ubicación el gran río del sol también pasa por uno de los costados de la ciudad y por ende hay un puerto donde siempre hay nuevos compradores que vienen de todas partes del mundo en busca de especias, seda y claro, entretenimiento.

El cual aquí sobra con eso de que en cada esquina hay tabernas especiales donde te atienden no solo bellos omegas, sino también betas y alfas atractivos. Y como en todo lugar también hay varios negocios ilegales que ofrecen toda clase de placeres con distinguida compañía. ¡Pero yo no vengo a eso! Aunque sí me sorprende lo vivo que está todo, es la una de la mañana y pareciera que es medio día con todo atestado de comerciantes intentando vender hasta a su madre al mejor postor y gente comprando hasta la locura. Sin duda está ciudad nunca ha de dormir y sí alguien la viera desde el cielo sería como un punto de luz en medio de la oscuridad del desierto.

Aunque ahora estoy más preocupado por no perder a mi omega, lo que menos quiero es que lo rapten y de nuevo termine de esclavo. ¡Pero me resulta imposible! Porque aparte de que hay muchísima gente a cada tres pasos que doy hay betas y omegas brincándome encima y ofreciéndoseme, para no sólo intentar venderme telas o especias sino también "La noche de mi vida" Y lo peor es que por más que digo que ya tengo un omega, al parecer no tengo el aspecto de un alfa casado y con crías; y aparte en mi aroma tampoco está presente la esencia dulce de un omega que concuerde con mis palabras.

-Vamos alfa, yo puedo ser tu buen, dulce y tierno omega, tendré a tus crías, te protegeré y te amaré por siempre...sólo tienes que llevarme contigo ¿Sí?

Me lo susurra al oído mientras se cuelga de mi brazo un chico de bello rostro, cabello rubio como el oro y ojos azules como el cielo vestido con la ropa más obscena posible acentuando sus anchas caderas. En otro momento me ardería el cuerpo en deseo por escucharlo decirme alfa por el mero placer de ejercer autoridad sobre él y que lo sepa, pero debido a mi vínculo con Byakuya oír a este chico llamarme así con ese tono de voz me retuerce las entrañas y el aroma en extremo dulce con el cual intenta seducirme, me resulta de lo más desagradable.

Por lo que cordialmente lo separo. No estoy interesado lo siento, ya tengo un omega cuya belleza no tiene posible comparación y lo amo. El chico me mira intrigado sin dejar de sonreírme mientras me levanta una ceja curioso cómo no creyéndome. Y lo verifico en cuanto se acerca a olfatearme al igual que los demás aun cuando intento crear distancia entre nosotros, porque en definitivo cuando Byakuya me huela se pondrá verde por percibir tantos omegas distintos en mí.

-No mientas alfa, tú sabes que esa bestia dentro de ti está pidiendo a gritos que un buen omega lo ame como es debido.

Me lo dice tan suplicante mientras se aferra a mi pecho y comienza a acariciar mi rostro. Al instante lo tomo por las muñecas para detenerlo. No, no es verdad. Ahora vete...